Salvemos la Sanidad pública

En la radio escuché el testimonio de varias médicas de Atención Primaria en relación a las condiciones en las que trabajan: 50 o más pacientes por jornada, salarios y contratos precarios, atención telefónica (por mi parte añado que nunca consigo contactar telefónicamente con mi centro de salud y que, para obtener cita, me he tenido que dirigir, entre otros, a los teléfonos de la misma Consejería de Sanidad). Un mes de espera para ser atendido en fisioterapia y, mínimo, dos o ...

En la radio escuché el testimonio de varias médicas de Atención Primaria en relación a las condiciones en las que trabajan: 50 o más pacientes por jornada, salarios y contratos precarios, atención telefónica (por mi parte añado que nunca consigo contactar telefónicamente con mi centro de salud y que, para obtener cita, me he tenido que dirigir, entre otros, a los teléfonos de la misma Consejería de Sanidad). Un mes de espera para ser atendido en fisioterapia y, mínimo, dos o tres días por teléfono. Más de una semana para una extracción de sangre y, más aún, para conocer el resultado. Estas doctoras confiesan que no son pocos los sanitarios que abandonan sus puestos de trabajo, se van al extranjero a trabajar o, incluso, y esto sí que resulta sangrante, a otras comunidades autónomas españolas en las que son menos malas las condiciones de trabajo. Si dispusiera de más espacio, podría añadir muchas cosas más, así que me limito a gritar: ¡Socorro! ¡Socorro!

Ángel Villegas Bravo. Madrid

Certificados de vacunación

¿Es legal que para acceder a un hotel, tienda, superficie comercial, restaurante, bar, discoteca, librería, gimnasio, etc. nos pidan un certificado de vacunación? ¿Y solicitar dicho certificado en una entrevista de trabajo, o como criterio de selección de personal? ¿Se ajusta a derecho, es constitucional? Que lo hagan las Administraciones Públicas es una cosa (y según que casos), y otra muy distinta que se exija desde la empresa privada, siempre y cuando no esté avalado o determinado por una orden sanitaria o un decreto ley. Cuidado con estas cosas, porque desde la pandemia nos estamos mal acostumbrando a un atropello nada baladí de derechos y libertades, con estado de alarma (estado de excepción encubierto, como ha dejado entrever el TC), o no.

Manuel Sánchez Patón. Tomelloso (Ciudad Real)

Las eléctricas callan

El precio de la luz está siendo un motivo de preocupación para el Gobierno, como así lo manifiesta nuestra presidenta tercera Teresa Rivera. El sistema de fijación de precios de la luz consiste en una fórmula que en un momento dado era razonable. Hoy, con un entorno y unas condiciones muy diferentes, claramente beneficia a las compañías eléctricas que la producen en perjuicio del consumidor. Las eléctricas callan y sus consejeros, algunos relevantes políticos cuando fueron nombrados, también.

Francisco Vicente Valero. Cádiz

El renacimiento de la extrema derecha

Soy inglés, residente en España y muy a gusto. Refugiado de Brexit y de los tremendos cambios en mi país que condujeron a semejante locura. Aspiro a ganar de nuevo la ciudadanía europea haciéndome español. Imaginaos, entonces, mi gran tristeza cuando veo las fuerzas nefastas que se instalaron aquí hace 85 años, fuerzas que se están imponiendo en Inglaterra —afortunadamente no en todo el Reino Unido— ganar pie de nuevo en España. ¿Será que la memoria histórica sea tan poco duradera? Y no me cabe duda de que este es el país que debería, por experiencia propia, liderar la lucha global contra el renacimiento de la extrema derecha.

Robin Brown. Teruel

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