Cartas al director

Aburrirse, cansarse

Los lectores opinan sobre la política española, el juicio por la muerte de George Floyd, el transfuguismo, la dificultad en los trámites de la Seguridad Social y la vacunación

El hemiciclo del Congreso de los Diputados el pasado 18 de marzo.Europa Press (Europa Press)

Escuché una vez a un amigo escandinavo decir que sus países son “muy aburridos”. Bendito aburrimiento, pensé de inmediato. En el nuestro, nos convendría una dosis importante de tal medicina. Demasiados estímulos, noticias y novedades. Casi todas intrascendentes, nulas, de usar y tirar. Sin ir más lejos, el último mal llamado “bombazo” de Toni Cantó. ¿Acaso encierra enjundia como para abrir informativos, merecer tanta aten...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Escuché una vez a un amigo escandinavo decir que sus países son “muy aburridos”. Bendito aburrimiento, pensé de inmediato. En el nuestro, nos convendría una dosis importante de tal medicina. Demasiados estímulos, noticias y novedades. Casi todas intrascendentes, nulas, de usar y tirar. Sin ir más lejos, el último mal llamado “bombazo” de Toni Cantó. ¿Acaso encierra enjundia como para abrir informativos, merecer tanta atención periodística? No sería mala idea que España se aburriera un poco durante una temporada para atender lo importante que casi nunca es lo urgente. Lo que cansa de verdad son los acortamientos egoístas de las legislaturas, las incesantes precampañas y campañas electorales sin respetar los cuatro años de mandato. Un poco más de aburrimiento activo y un poco menos de cansancio paralizante. Eso es lo que necesitamos.

Enrique Ramos Bujalance. Madrid


Ocho minutos y 46 segundos

Hace 10 meses, George Floyd moría asfixiado bajo la rodilla de un policía. Se enjuicia estos días en Minneapolis al presunto homicida, y un jurado popular decidirá qué veredicto merecen aquellos ignominiosos ocho minutos y 46 segundos. Aun cuando las imágenes que todos tenemos en mente no pueden ser más inequívocas respecto de lo que ocurrió, las estadísticas sobre este tipo de casos indican que —incluso cuando hay pruebas— solo uno de cada tres agentes acusados acaba entre rejas. Veremos qué ocurre esta vez; en el banquillo se sienta un policía, pero se juzga a toda una sociedad.

Manuel Suárez Botana. A Coruña


Transfuguismo

Dice Teodoro García Egea que el pase de miembros de Ciudadanos al PP es amor a España. Siguiendo ese razonamiento tan amoroso, podríamos concluir que los votantes del PP que ahora votan a Vox lo harían por un amor extremo a España. La derecha y la extrema derecha invocan siempre, para cualquier cosa, el amor a España, olvidándose del amor a los españoles.

José A. Martínez. Madrid


La Seguridad Social del progreso

Cualquiera que haya intentado hacer un trámite en la Seguridad Social desde el inicio de la pandemia podrá haber comprobado lo progresista del Gobierno actual. Imposible hacer funcionar cualquier medio telemático y, ahora, además, tampoco el presencial. ¿Tan difícil es centralizar los trámites ahorrando miles de horas a los ciudadanos? Un año después, sigo sin poder dar de alta en la Seguridad Social a mi hijo recién nacido. Vergonzoso.

José Ignacio Dengra. Madrid


Vista del interior de la cabina del avión de un vuelo entre Madrid y Gran Canaria objeto de polémica por su alta ocupación.EFRÉN HERNÁNDEZ


Vacunación de trabajadores esenciales

Veo que su periódico se hace eco de la falta de vacunas para trabajadores considerados esenciales, pero nadie reclama que inmunicen a las tripulaciones de avión. ¿Cómo creen que ha viajado el virus por el mundo? ¿No son imprescindibles para la conectividad, o solo se les tiene en cuenta para imponer abusivos servicios mínimos en caso de huelga? Ya les escatimaron los EPI al principio de la pandemia. ¿Deben seguir arriesgándose en su trabajo, a pesar de las recomendaciones de la OMS?

María Muerza. Madrid


Los textos de esta sección tienen que enviarse exclusivamente a EL PAÍS y no deben tener más de 100 palabras (700 caracteres sin espacios). Deben constar nombre y apellidos, ciudad, teléfono y DNI o pasaporte de sus autores. EL PAÍS se reserva el derecho de publicarlos, resumirlos o extractarlos. No se dará información sobre estas colaboraciones. La dirección para escribir en esta sección es CartasDirector@elpais.es


Archivado En