Deuda externa y naturaleza
Muchos países, sobre todo los calificados como emergentes, sufren abultadas y crecientes deudas económicas ante países considerados poderosos, entidades privadas y organismos internacionales. Algunos de ellos todavía disfrutan de abundante, aunque progresivamente menguado, capital natural, fundamental para el mantenimiento de una mínima calidad de vida para toda la humanidad. Por eso, frente a la destrucción de la naturaleza para pagar la deuda externa se deberían articular mecanismos financieros en el ámbito mundial, vía ONU por ejemplo, para aliviar deuda a cambio de políticas ambientales, s...
Muchos países, sobre todo los calificados como emergentes, sufren abultadas y crecientes deudas económicas ante países considerados poderosos, entidades privadas y organismos internacionales. Algunos de ellos todavía disfrutan de abundante, aunque progresivamente menguado, capital natural, fundamental para el mantenimiento de una mínima calidad de vida para toda la humanidad. Por eso, frente a la destrucción de la naturaleza para pagar la deuda externa se deberían articular mecanismos financieros en el ámbito mundial, vía ONU por ejemplo, para aliviar deuda a cambio de políticas ambientales, sociales y demográficas que conserven esa naturaleza. Antes de que sea demasiado tarde.
José Manuel Mielgo. Béjar (Salamanca)