México asegura que ya cuenta con la autorización de Israel para repatriar a los seis activistas retenidos en la prisión de Ketziot
La Cancillería informa que el protocolo acordado con autoridades israelíes incluye el acompañamiento del embajador en Israel Mauricio Escanero
El Gobierno mexicano avanza en la repatriación de los seis activistas mexicanos que el jueves pasado fueron interceptados por el Gobierno de Israel cuando viajaban en la Global Sumud Flotilla, junto con otros 443 activistas de varios países, que intentaba llegar a las costas de la franja de Gaza para entregar insumos y alimentos. La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) ha publicado un comunicado este lunes en el que ha informado que ya obtuvo autorización del Gobierno israelí para la repatriación de los mexicanos, y añadió que el proceso se hará en coordinación con las embajadas mexicanas en la región. “Para asegurar un retorno seguro a México se implementará un protocolo de protección que incluye el acompañamiento del embajador de México en Israel durante su trayecto de regreso”, indicó la dependencia.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), sin embargo, no ha anunciado una fecha tentativa ni ha adelantado más detalles de las conversaciones de su personal diplomático en Israel con las autoridades de ese país. La presidenta Claudia Sheinbaum aseguró este lunes que en las próximas horas habrá más información y que el embajador mexicano, Mauricio Escanero, está en comunicación permanente con el gobierno israelí.
Ya han pasado cuatro días desde que los activistas mexicanos Ernesto Ledesma Arronte, Arlín Medrano, Laura Alejandra Vélez Ruiz Gaitán, Carlos Pérez Osorio, Sol González Eguía y Diego Vázquez fueron detenidos y trasladados al puerto de Ashdod, para después ser llevados a la prisión de máxima seguridad de Ketziot, una gigantesca mole de concreto de 400.000 metros cuadrados, considerada la más grande del país y ubicada en el sur de Israel, en medio del desierto de Negev y cerca de la frontera con Egipto.
Fue precisamente la prisión de Ketziot, inaugurada en 1988, el principal destino que tuvieron quienes fueron arrestados durante la primera Intifada, el alzamiento de los palestinos contra la ocupación israelí que comenzó en diciembre de 1987 en Gaza.
En un comunicado publicado la tarde del domingo, la SRE informó que el embajador Escanero se entrevistó de nuevo con los seis activistas y con sus familias para mantenerlos al tanto sobre el proceso de su repatriación y sobre las gestiones que la embajada lleva a cabo con autoridades de Israel. “Ha conversado con todas ellas y gestionado algunos medicamentos que requieren, a través de los canales diplomáticos”, precisaron.
La presión mediática sobre la detención de los cientos de ciudadanos de varios países detenidos en la flotilla ha llevado a que algunos de los procedimientos de repatriación sean agilizados y transmitidos en directo. Es el caso del primer grupo de españoles que llegó a su país durante la noche de este domingo y quienes denunciaron abusos durante su estadía en Ketziot. “Nos han golpeado, nos han arrastrado por los suelos, nos han vendado los ojos, nos han atado de pies y manos, nos han metido en jaulas, nos han insultado”, dijo el abogado andaluz Rafael Borrego ante los medios de comunicación.
Además, algunos miembros de la flotilla que han vuelto a territorio español confirmaron que a varios de sus compañeros se les negó la medicación necesaria, en concreto insulina para los diabéticos y las pastillas necesarias para otra persona con una patología cardiaca. “Nos dijeron que no tenían médicos para animales”, dijo Borrego, mientras otros de sus compañeros, a su alrededor, daban cuenta de otras formas de tortura que sufrieron, como privación del sueño o apuntarles con armas en zonas vitales como cabeza y corazón o amenazarles con perros. Por eso, el anuncio de la Cancillería mexicana resalta la gestión de medicamentos ante las cada vez más denuncias que revelan actos de torturas y abusos a los ciudadanos interceptados.
La presidenta mexicana ha reiterado este lunes que su Gobierno sostiene el respaldo a Palestina y que muestra de esto es que México tiene a una embajadora representante de su Administración ahí. “No nos pareció la manera en la que se interceptó a este grupo de gente que lo que llevaba era ayuda humanitaria y hemos, desde el primer momento, acompañado con distintos países una denuncia en La Haya. Lo que buscamos es que haya la convivencia de ambos estados, que se construya la paz y que acabe esta terrible situación de agresiones hacia Palestina. Lo catalogamos, sí, como un genocidio”, dijo.
Violaciones a derechos humanos de los detenidos
Después de unas horas de la detención de los activistas, el Centro de Defensa de los Derechos de la Minoría Árabe (Adalah) publicó un comunicado en el que denunció malos tratos “agresiones, amenazas y acoso”, según describieron algunos de los participantes españoles de la flotilla a los abogados de esta organización, que ha asumido su defensa legal.
Algunos de los activistas liberados recordaron que más de un centenar de miembros de la flotilla siguen presos en Israel y que los palestinos encarcelados son muchos más.
Entre los abusos que cita la ONG Adalah ―que se ha reunido con 331 miembros de la flotilla― destaca uno. En las 24 horas posteriores a su traslado al puerto israelí de Ashdod, “participantes [en la flotilla] fueron obligados a arrodillarse con las manos atadas durante al menos cinco horas, después de que algunos cantaran Palestina libre”. También se les ha negado el agua, los medicamentos o el acceso al baño y aplicado técnicas de privación sensorial como el de “despertarlos violentamente cuando trataban de dormir”, denunció la organización.
Además, la organización describe el proceso de detención como “ilegal de principio a fin”, pues los derechos de los detenidos “han sido violados sistemáticamente”. Primero, por el “secuestro en aguas internacionales” de los barcos, cuyos ocupantes pretendían entregar ayuda humanitaria en Gaza y su posterior “remolque forzoso” al puerto israelí.