Maestros defienden los simulacros de balaceras en escuelas

Se ha vuelto cotidiano en algunas escuelas del norte de México: de añadir una nueva contingencia a los simulacros escolares por sismos o incendios a ejercicios para que los estudiantes sepan qué hacer en caso de un tiroteo. La medida, implementada a criterio de cada profesor y directivos, ha causado polémica y más recientemente, sanciones oficiales.

En redes sociales se viralizó el simulacro de tiroteo realizado el 17 de octubre en un plantel de educación primaria en Guaymas. En respuesta, la Secretaría de Educación y Cultura de Sonora (SEC) condenó el ejercicio y anunció que emitiría medidas de apercibimiento contra el profesor Eduardo Alcántar por el ejercicio que no se apega a los protocolos establecidos, donde se incluyen líneas de acción en casos de enfrentamientos con armas de fuego en inmediaciones de la escuela.

Para los profesores de la escuela primaria Mario Silva Cortés, los simulacros tienen sentido. Apenas el 20 de octubre, las clases fueron suspendidas cuando un enfrentamiento armado en las cercanías provocó un muerto y dos heridos. Al día siguiente, solo se presentaron dos alumnos en el plantel, ante el clima de miedo entre la comunidad.

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