Cinco películas para hablar con niños sobre discapacidad
El cine es una herramienta insuperable para ofrecer a los menores los primeros contactos con la inteligencia emocional. Entender la diversidad a través de las historias de ficción a edades tempranas les convertirá en el futuro en adultos más empáticos
Aunque parezca anacrónico, hasta hace apenas unas semanas las personas con discapacidad en España aparecían en la Constitución como disminuidos. La norma suprema del ordenamiento jurídico español, el alfa y el omega de tus derechos y tus libertades, consideraba, por ejemplo, que ese compañero de trabajo que se desplaza en silla de ruedas o la amiga de clase de tu hija que necesita una adaptación curricu...
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Aunque parezca anacrónico, hasta hace apenas unas semanas las personas con discapacidad en España aparecían en la Constitución como disminuidos. La norma suprema del ordenamiento jurídico español, el alfa y el omega de tus derechos y tus libertades, consideraba, por ejemplo, que ese compañero de trabajo que se desplaza en silla de ruedas o la amiga de clase de tu hija que necesita una adaptación curricular porque de pequeña le diagnosticaron Trastorno del Espectro Autista eran gente mermada, minimizada, rebajada. Deficiente, en cualquier caso.
La reforma del artículo 49 ha supuesto, desde luego, un hito en el tratamiento que la sociedad ofrece a las personas con discapacidad. Sin embargo, todavía no supone más que una pequeña mota de polvo en un universo etimológico que no termina de ofrecer al colectivo la consideración precisa en lo conceptual. Aún quedan estatutos de autonomía, libros de estilo de medios de comunicación o textos legales en los que rechinan términos como minusválido o discapacitado. Pero, sobre todo, queda la calle, el lugar en el que todos y todas interactuamos, y de donde nace realmente la forma que tenemos de expresarnos.
El único camino para que esto cambie, para provocar una transformación en los usos y las formas con que gestionamos la realidad de las personas con discapacidad, pasa necesariamente por la educación de los ciudadanos y las ciudadanas del futuro, es decir, de los niños y niñas. Y, para eso, pocas herramientas existen tan potentes como las historias que ofrecen el cine o la literatura. Aquí van cinco propuestas para ver en familia ideales para ir sentando las bases de un nuevo enfoque desde la empatía y el respeto. Disfrútenlas.
‘El octavo día’ (1996, a partir de 12 años)
¿Pueden hacerse amigos un hombre de negocios y un chaval con síndrome de Down? La respuesta, en esta cinta deliciosa realizada por el belga Jaco Van Dormael, que se alzó con la Palma de Oro en el Festival de Cannes de 1996. Una comedia que huye de sensacionalismos y muestra la discapacidad intelectual tal y como es, dibujando una fábula anárquica ideal para el público adolescente.
‘Cuerdas’ (2014, para todos los públicos)
La maravillosa historia de amistad entre María y Nicolás obtuvo el Récord Guinness en 2019 por ser el cortometraje más premiado, con galardones en su haber como el Goya o la Biznaga de Plata al mejor corto de animación. Y es que Cuerdas, dirigido por Pedro Solís García en 2014, narra en poco más de 10 minutos un precioso cuento sobre inclusión, valores y respeto que engancha de principio a fin, y que tendrá su adaptación a un largometraje en el verano de 2024 con la cinta Buffalo Kids.
‘Wonder’ (2017 - para todos los públicos)
No podría existir una lista de películas que traten el tema de la discapacidad sin que en ella apareciese esta joyita cinematográfica, dirigida en 2017 por Stephen Chbosky, y basada en la novela de R.J. Palacio. La cinta cuenta la historia de Auggie Pullman, un niño de 10 años con el síndrome de Treacher Collins, una enfermedad rara que provoca malformaciones craneofaciales a causa de una mutación genética. Más allá de ello, la cinta no aborda la discapacidad desde la sensiblería ni el proteccionismo, sino que coloca al pequeño protagonista como dueño de su propio destino, demostrando a la vez que la amabilidad y la comprensión son el único camino para relacionarse con los demás.
‘Cazadores de brujas’ (2018, a partir de siete años)
Jovan es un niño de 10 años con parálisis cerebral. Sin embargo, en su imaginación, se ve a sí mismo como un superhéroe capaz de romper las barreras que su propio cuerpo le impone. Su vida se ve sacudida cuando llega a su clase Milica, una niña extrovertida que pronto convence a Jovan para ayudarle en una misión: liberar a su padre de su nueva novia que, según afirma la pequeña, es una peligrosa bruja. En el transcurso de la aventura, Jovan descubrirá que el primer paso para convertirse en un héroe pasa siempre por aceptarse a uno mismo tal y como es.
‘Josee, el tigre y los peces’ (2020, a partir de 13 años)
Otro tesoro audiovisual, especialmente indicado para pequeños otakus —persona con aficiones apasionadas al anime / manga—. Tsuneo es un estudiante de Biología Marina que conoce accidentalmente a Josee, una chica con paraplejia desde su infancia, a quien su discapacidad ha convertido en una persona solitaria, exigente y egoísta. Poco a poco, Tsuneo irá descubriéndole a Josee un mundo que desconocía y con el que soñaba, sin que la silla de ruedas en la que se desplaza tenga la más mínima importancia.
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