¿Qué es la reserva ovárica y cómo afecta a la fertilidad?
Muchas mujeres retrasan la edad de ser madres por diferentes motivos y al final se encuentran con la implacable realidad de la biología que no es otra que, a partir de los 35 años, sus posibilidades disminuyen
España envejece. No nacen los suficientes niños para invertir la pirámide de población. Es evidente que tenemos un problema y las cifras no mejoran año tras año. Muchas mujeres retrasan la edad de ser madres por diferentes motivos (casi siempre económicos y laborales) y al final se encuentran con la implacable realidad de la biología que no es otra que, a partir de los 35 años, la reserva ovárica comienza a descender notablemente. Pero, ¿qué es la reserva ovárica exactamente? Antonia González, ...
España envejece. No nacen los suficientes niños para invertir la pirámide de población. Es evidente que tenemos un problema y las cifras no mejoran año tras año. Muchas mujeres retrasan la edad de ser madres por diferentes motivos (casi siempre económicos y laborales) y al final se encuentran con la implacable realidad de la biología que no es otra que, a partir de los 35 años, la reserva ovárica comienza a descender notablemente. Pero, ¿qué es la reserva ovárica exactamente? Antonia González, licenciada en Biología, experta en Medicina Reproductiva y embrióloga, aclara todas las dudas: “Es la cantidad de óvulos que tiene una mujer en un momento concreto de su vida. Cuando empezamos con la primera menstruación tenemos alrededor de 300.000 futuros óvulos que irán decreciendo a lo largo de nuestra vida reproductiva y desde que empezamos con la primera regla ya estamos gastando esa reserva ovárica que se acaba por completo cuando llegamos a la menopausia”.
No es lo mismo calidad ovárica que reserva ovárica. Este punto es importante aclararlo porque muchas mujeres tienden a confundirlo cuando no es lo mismo, en absoluto. “No, no van de la mano en muchos casos. En nuestro centro vemos a mujeres con 30 años que tienen una menor reserva ovárica de lo que se esperaría por su edad, pero que sí tienen una buena calidad ovocitaria. Es cierto que una mujer de 45 años tendrá una reserva ovárica disminuida, por la edad y porque se aproxima a la menopausia, y en estos casos sí van de la mano calidad y cantidad, pero en casos de mujeres jóvenes no tiene por qué”, sostiene la embrióloga.
¿Cuándo se deben congelar los óvulos?
Una solución muy práctica para evitar problemas de fertilidad en un futuro sería congelar nuestros propios óvulos y usarlos en el momento que decidamos ser madre, porque lo que de verdad importa es la edad del óvulo y no tanto de la mujer. El momento más fértil es a los 20 años, pero hoy en día es difícil que a esas edades una decida, o pueda, ser madre. “Sabemos que a partir de los 35 años se produce una bajada de la fertilidad femenina, y posteriormente a los 40 años se produce otra gran bajada en la calidad ovocitaria, por lo que lo recomendable es tener los hijos de los 20 a los 30 años. Por el tipo de vida y sociedad en la que vivimos esto se nos hace complicado a muchas mujeres, en ese caso una opción sería congelar los óvulos para así poder disponer de esa oportunidad en el futuro”, propone la experta.
Las mujeres hoy en día nos cuidamos por fuera y por dentro y conseguimos en muchos casos ralentizar el proceso de envejecimiento, pero los óvulos no entran dentro de ese pack de evitar el paso del tiempo. “El envejecimiento es inevitable, pero sí sabemos que hay factores que lo aceleran y, por tanto, trabajando con estos factores podemos mejorar la calidad de los óvulos, sobre todo en mujeres menores de 40 años. Por ejemplo, sabemos que la oxidación celular empeora la calidad ovocitaria, y esta se ve afectada por el estrés crónico, la mala alimentación, la inflamación de bajo grado, los tóxicos y disruptores endocrinos, el sedentarismo, mala calidad del sueño, las enfermedades autoinmunes… por lo que si trabajamos de manera integral sobre estos factores que nos predisponen a empeorar la calidad de los óvulos, podremos mejorarlos a través de una alimentación adecuada y personalizada, la toma de complementos antioxidantes, gestionando el estrés, resolviendo la inflamación del paciente…”, aconseja González.
Otra pregunta muy común en consulta es si se puede mejorar la reserva ovárica y la respuesta no es tan sencilla como a priori puede parecer: “Primero hay que valorar la edad de la paciente”, prosigue la embrióloga, “para conocer si la baja reserva es fisiológica y normal por la edad, o es algo patológico en su caso”. “Lo primero siempre es buscar el origen de la alteración, y posteriormente hacer un tratamiento integrativo, mejorando el sistema inmune, sistema hormona y sistema nervioso”, añade.
Otra duda muy recurrente que se hacen muchas mujeres es que si se tiene una baja reserva ovárica, eso implica que es infértil “y lo cierto es que no”, según sostiene. Lo que significa –según la experta- es que, para su edad, la cantidad de óvulos que tiene es menor de la esperada, pero si tiene óvulos hay posibilidad de embarazo: “Eso sí, no debemos dejar de estudiar otros parámetros, porque la fertilidad no es solo la reserva ovárica, tiene que producirse una ovulación, que el esperma sea capaz de llegar a la trompa, que se fecunde, que el útero sea receptivo para ese embrión, que la coagulación sanguínea sea la correcta, que el sistema inmune deje que se desarrolle correctamente la implantación…”.
Para saber si tenemos una buena reserva ovárica se debe realizar “una ecografía vaginal los primeros días del ciclo menstrual para medir los folículos antrales y debe ir acompañada de la medición en sangre de una hormona (Hormona antimulleriana)”, concluye González.
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