Cómo los sueños de la infancia procesan nuestras emociones
En investigaciones más recientes, se hacen intentos por aclarar cómo los sueños entrenan nuestro cerebro y nos preparan para situaciones que nos puedan ocurrir despiertos e, incluso, en un futuro
Todos soñamos. Seamos conscientes o no, los sueños se cuelan en nuestro subconsciente mientras dormimos. Y a veces, cuando nos despertamos nos cuesta discernir si ha sido un sueño o algo real. Matthew Walker, neurocientífico y autor del libro “Why We Sleep: Unlocking the Power of Sleep and Dreams”, asegura que las personas experimentamos nuestros sueños más vívidos o lúcidos durante la etapa REM del sueño, por lo que tiene todo el sentido que a veces podam...
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Todos soñamos. Seamos conscientes o no, los sueños se cuelan en nuestro subconsciente mientras dormimos. Y a veces, cuando nos despertamos nos cuesta discernir si ha sido un sueño o algo real. Matthew Walker, neurocientífico y autor del libro “Why We Sleep: Unlocking the Power of Sleep and Dreams”, asegura que las personas experimentamos nuestros sueños más vívidos o lúcidos durante la etapa REM del sueño, por lo que tiene todo el sentido que a veces podamos amanecer sintiéndonos confundidos sobre si un sueño ha sido o no real. El padre del psicoanálisis y de la interpretación de los sueños, Sigmund Freud, ya exploró los sueños como una enorme expresión del mundo subconsciente, cuya motivación fundamental de esta actividad no es sino el cumplimiento de nuestros instintos y deseos reprimidos, o sea intentos de nuestro subconsciente por resolver y satisfacer todo aquello que no hemos llevado a cabo de forma consciente.
“Los sueños son el primer eslabón de una serie de formaciones psíquicas (...) su valor es más teórico que práctico y nos pueden ayudar a explicar la génesis de las fobias, neurosis e ideas obsesivas (...) Cada sueño se revela como una formación plena de sentido a la que cabe asignar un lugar preciso en la actividad consciente”.
Y ahora, entre las teorías e investigaciones más recientes, se hacen intentos por aclarar cómo los sueños entrenan nuestro cerebro y nos preparan para distintas situaciones que nos puedan ocurrir despiertos e, incluso, en un futuro. Esto es lo que un reciente estudio publicado en la revista científica ScientDaily y publicado por neurocientíficos de American Academy of Sleep Medicine (AASM), donde han descubierto cómo los sueños son el resultado de un proceso que combina fragmentos de múltiples experiencias de vida y anticipa eventos futuros. Los resultados del estudio han mostrado que hasta el 53,5% de los sueños se remontaron a los recuerdos de la persona en su niñez, y que casi el 50% de esos recuerdos estaban conectados a muchas de sus experiencias pasadas.
Los significados de soñar con tu infancia
Para Erin Wamsley, autora principal del estudio y profesora de neurociencia de la Universidad Furman en Greenville, los sueños reflejan una función del procesamiento de la memoria. “Aunque desde hace mucho tiempo se sabe que los sueños incorporan fragmentos de la experiencia pasada, nuestros resultados sugieren que los sueños también anticipan probables eventos futuros”, expresa.
La investigación también ha detectado que el 25,7% de los sueños estaban relacionados con eventos inminentes, o de futuro, y que el 37,4% de esos sueños de futuro estaban íntimamente relacionados con las experiencias que tenemos de niños. Entonces, si una persona ha tenido una mala infancia ¿puede en el futuro revivir esa mala experiencia en sus sueños? O bien, puede que el ser humano tenga el imperioso deseo de resolver ciertos eventos de su infancia dolorosos, vergonzosos o que fueron amenazantes, y que hoy resolvería de otra manera mejor, sin vergüenza o dolor, o que piensa ¿Por qué no actué de tal o cual forma?.
Soñar con los veranos de cuando éramos unos niños, por ejemplo, y los primeros eventos que experimentábamos pueden verse reflejados en nuestros sueños en un escenario no igual, pero parecido, y esto es una forma de reconocer que hay algo en nuestro presente que puede resultar familiar a lo de entonces. Lauri Loewenberg, analista de sueños, investigadora y miembro de la Asociación Internacional del Estudio de los Sueños (IASD, por sus siglas en inglés), explica que el subconsciente toma prestadas cosas de nuestro pasado y las incorpora a nuestros sueños. “Muchas veces hay una lección que aprendimos entonces, o que nos queda aún algo por aprender más de ella, y que tenemos que recordar ahora para continuar sanando”, dice.
Además, y según el psicólogo clínico Javier Barreiro, director de Barreiro Psicología, los sueños actúan sobre nuestra estructura emocional “El sueño nos ayuda a aprender a gestionar emociones, aunque el sueño no sea coherente en sí, por eso aparecen emociones como la tristeza, la ira, el miedo, la frustración, etc…”, explica, por lo que nuestras emociones entran de lleno en juego durante todo el proceso de soñar.
La neuropsicóloga Erin Wasley agrega que los sueños se basan en fuentes de nuestra vida real, pero que utilizan fragmentos de nuestra vida pasada para construir escenarios novedosos, y que pueden anticipar eventos futuros. Solo hay que saber descifrarlos bien. “Los sueños orientados al futuro son impulsados por la proximidad temporal a nuestras próximas vivencias, pero es verdad que esos sueños tampoco representan el futuro de manera realista, sino que se trata de una activación y combinación de fragmentos de la memoria relevantes, que se usarán para el futuro y que cumplen con una función adaptativa”, continúa.
Los traumas infantiles, las pasiones y los viejos amigos que aparecen en tus sueños
Tener un trauma sin resolver fruto de una infancia complicada, al final vuelve de alguna forma a aparecer en tus sueños. “Si sufriste abuso o negligencia durante la infancia, y revives en sueños esas experiencias, tu subconsciente te puede estar mostrando que una parte de ti aún vive en el pasado”, argumenta Lauri Loewenberg.
Los sueños también pueden ofrecer la oportunidad de probar diferentes respuestas a eventos pasados, así que, puede hasta simular sucesos amenazantes, para desarrollar habilidades de prevención de esas amenazas, porque, al final, tus primeras pasiones, y esos amigos de la infancia te marcan sin pretenderlo y, de alguna forma, continúan presentes en tu mente. “Pero, si estás soñando con el mismo trauma una y otra vez, es posible que no hayas recibido la ayuda que necesitas para procesar y superar el trauma o el dolor infantil”, agrega Loewenberg.
Esta experta del sueño señala también, que soñar con tu infancia también podría significar que puedes estar actuando de manera infantil en alguna área de tu vida en este momento. “En estos casos, tu subconsciente puede querer que tomes una decisión adulta, y en esta misma línea, soñar con ser un niño podría representar inexperiencia en ciertas situaciones”, apunta.
Es posible que tu niño interior quiera salir y jugar
Aparte de todo lo anterior, a veces, soñar con nuestra infancia puede indicar un anhelo por entender a tu niño o niña interior, y saber quién fuiste en tu infancia a través de lo que significa tu sueño. Tal vez hay una parte tuya que aún anhela ser un niño, divertirse y escapar de las responsabilidades adultas, por lo que es un deseo de volver a esos tiempos en los que todo era más fácil y simple.
Lauri Loewenberg dice que, si estás criando a tus propios hijos, podrías ser más consciente de la importancia de recordar la perspectiva de un niño. “Además, si sueñas con tu casa de la infancia, quiere decir que, de alguna forma, aún vivimos allí a pesar de que ya somos nuestro propio yo adulto actual, y con esto, hay que tener en cuenta que el sueño no va de la casa en sí, sino más bien de quién eras cuando vivías allí o cómo era tu vida ahí, así que puede que tengas que revisar en tu vida real alguna situación en la que necesites crecer y manejarla como un adulto”, explica.
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