Peter Navarro, exasesor de Trump, viaja a la convención republicana directo de la cárcel
“Si pueden venir a por mí, vendrán a por vosotros”, dice el economista el mismo día en que cumplió su condena de cuatro meses relacionada con el asalto al Capitolio
¿Qué sería lo primero que haría usted el día en que lo soltaran de la cárcel? Peter Navarro, exasesor de Donald Trump que este miércoles abandonó una prisión federal de Miami tras cumplir cuatro meses por desacato al Congreso, no fue a su restaurante favorito, ni a darse un largo paseo con su novia, tampoco se reunió con sus amigos: Navarro viajó a la Convención Nacional Republicana en Milwaukee para darse un baño de masas trumpistas y ofrecer un apasionado discurso que fue tanto un ajuste de cuentas con quienes lo encarcelaron como un alegato en favor de su antiguo jefe.
Salió al escenario de la convención pasadas las 18:30 (hora local) y se llevó una larguísima ovación de unos tres minutos, al final de la cual los asistentes gritaron el que ya se ha convertido en el nuevo grito de guerra del trumpismo, inspirado en las palabras pronunciadas por el líder tras el intento de asesinato al que sobrevivió el pasado sábado en Butler (Pensilvania): “¡Luchemos! ¡Luchemos! ¡Luchemos!”.
“Os tengo que enseñar el tatuaje MAGA que me hice ahí dentro”, bromeó al principio de su intervención. “Si pueden venir a por mí, y pueden ir a por Donald Trump, tened cuidado, porque vendrán a por vosotros. Si no controlamos al Gobierno, el Gobierno nos controlará a nosotros”, exclamó a continuación. “Los demócratas me mandaron a la cárcel”, dijo al rato, después de repasar su versión de los hechos que acabaron con sus huesos en la prisión, “pero, ¿sabéis qué?: No pudieron romperme”.
La de Navarro fue una incorporación de última hora al programa del tercer día de la cita, en la que el partido conservador aclama desde el lunes pasado a sus candidatos a la Casa Blanca, Trump y su escogido para la vicepresidencia, J.D. Vance, que estaba llamado a ser la gran estrella de la noche. Estaba formada por siete demócratas y dos republicanos. Fue su presidente, el congresista de Mississipi Bennie Thompson, quien envió la solicitud que Navarro ignoró.
Otro exasesor de Trump, Steve Bannon, ideólogo de la internacional nacional-populista y popular podcaster de la extrema derecha, ingresó el 1 de julio en prisión para cumplir otra pena de cuatro meses, también por desacato al Congreso estadounidense. Bannon desafió la citación de un comité de la Cámara de Representantes en septiembre de 2022.
Solidaridad con Bannon
Durante su discurso, Navarro citó a Bannon entre los gritos de solidaridad de los presentes y se vendió como una víctima de la instrumentalización política de la justicia de la que los republicanos acusan a la Administración de Joe Biden para deshacerse de sus enemigos. Arremetió contra los fiscales demócratas que ejercieron como acusación en su caso y en el que acabó con una sentencia de culpabilidad por 34 delitos graves para Donald Tump por el pago en negro a la actriz porno Stormy Daniels.
Navarro es el primer alto funcionario de su Administración en acabar entre rejas por un delito relacionado con el asalto al Capitolio. La comisión lo citó para obtener información sobre cómo se difundió el bulo de que los demócratas robaron las elecciones de 2020 y por su participación en las semanas que desembocaron en la insurrección. En su defensa, al igual que hizo Bannon, adujo que le asistía el “privilegio ejecutivo” por haber trabajado como asesor en la Casa Blanca. El juez le denegó ese privilegio. “Me pidieron que quebrará la ley, y me negué a hacerlo”, dijo este miércoles.
La comisión bipartidista trabajó durante 18 meses en su investigación, durante los que sus miembros entrevistaron a un millar de personas y revisaron un millón de documentos. Cuando esos trabajos concluyeron, sus nueve integrantes recomendaron en un documento de más de 800 páginas que no se permitiera volver a presentarse a Trump, al que consideraron culpable de “un plan de varias partes para revocar las elecciones presidenciales de 2020″, y pidieron que se le procesara por cuatro delitos, el de insurrección incluido.
Sus conclusiones carecían de carácter vinculante, pero sirvieron de base al proceso abierto contra el expresidente abierto en Washington por su responsabilidad en los intentos de subvertir el resultado de las elecciones. La reciente sentencia del Tribunal Supremo, a favor de la que votaron los seis jueces conservadores, tres de los cuales designó Trump, amplió la inmunidad presidencial y obligó a un retraso procesal en ese caso y prácticamente descartó toda posibilidad de que el resto de asuntos pendientes con la justicia se diriman antes de las elecciones.
Este miércoles, día en que salió de la cárcel, Navarro viajó a Milwaukee, pero al menos, se supo al final de su discurso, se hizo acompañar de su novia, a la que, visiblemente emocionada, sacó al escenario. “Ella ha cumplido la pena conmigo en la distancia”, dijo Navarro. “Eso es lo que los demócratas no entienden, que sus persecuciones afectan también a nuestras familias”.
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