Trump indulta a Giuliani y a decenas de implicados en sus intentos de revertir las elecciones de 2020
El perdón, que solo tiene carácter simbólico, abunda en la estrategia del presidente de Estados Unidos de reescritura del relato del asalto al Capitolio
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, indultó en la madrugada de este lunes (hora de Washington) a 77 personas implicadas en los intentos de revertir los resultados electorales de 2020, que ganó claramente Joe Biden, pero Trump nunca admitió.
Sigue sin hacerlo. El perdón de perfil más alto es el del exalcalde de Nueva York y antiguo abogado de Trump, Rudy Giuliani. El anuncio lo hizo en X Ed Martin, abogado de la Casa Blanca encargado de los indultos. Martin, en cuya cuenta personal de esa red social se define, entre otras cosas, como “zar de la instrumentalización política de Trump”, posteó un documento de cuatro páginas. Se trata de una “proclamación que termina con una injusticia grave perpetrada contra el pueblo estadounidense tras las elecciones de 2020″. En el texto se define como “un paso más en el proceso de la reconciliación nacional”.
El documento, que viene firmado por el presidente de Estados Unidos el viernes pasado, continúa: “Yo, DONALD J. TRUMP, por la presente otorgo un indulto total, completo e incondicional a todos los ciudadanos de Estados Unidos por conducta relacionada con el asesoramiento, la creación, la organización, la ejecución, la presentación, el apoyo, la votación, las actividades o la defensa de cualquier lista de electores presidenciales... en relación con las presidenciales de 2020″.
Se trata de un perdón preventivo y simbólico, pues ninguno de los incluidos en él están acusados de delitos federales, así que el presidente no tiene poder para condonarlos. Martin dio la noticia enlazando un mensaje suyo en X, de mayo pasado, que dice: “No dejaremos atrás a ningún MAGA [Make America Great Again, el lema trumpista]”.
Además de a Giuliani, al que su antiguo aliado le ha prometido la mayor distinción civil de Estados Unidos, la Medalla Presidencial de la Libertad, la lista incluye a Sydney Powell, que fue la cara de la Gran Mentira de Trump tras la derrota electoral en las semanas que desembocaron en el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, a John Eastman, abogado que asesoró la campaña, a Kenneth Chesboro, arquitecto de la trama de falsos electores con la que Trump quería aferrarse al poder, o al jefe de gabinete del entonces presidente, Mark Meadows.
Cabe interpretar el gesto, que carece de consecuencias legales, como una nueva expresión de la política de ajuste de cuentas con la que Trump regresó a la Casa Blanca. En su primer día en el Despacho Oval, indultó a unos 1.600 presos acusados de delitos relacionados con el asalto al Capitolio. Cumplían penas de prisión de hasta 22 años.
Desde entonces, el presidente de Estados Unidos ha empleado el perdón para premiar a colaboradores, amigos o personalidades cercanas del mundo MAGA, como el congresista republicano mentiroso George Santos.
El indulto dado a conocer este lunes también se enmarca en los esfuerzos de Trump por contradecir las conclusiones del comité de la Cámara de Representantes, formado por demócratas y republicanos, que investigaron durante 18 meses entre 2021 y 2022 lo sucedido el 6 de enero, día en el que una turba de seguidores del republicano asaltaron el Capitolio. Querían impedir la certificación de los votos electorales cosechados por Biden y, por tanto, darle la presidencia, y marcharon entre gritos de “¡Colguemos a Mike Pence!“, en referencia al vicepresidente de Trump, que se negó a colaborar en el fraude electoral.
El último salvavidas de Trump a Giuliani no supone el final de sus problemas legales. El exalcalde, que fue despojado en 2024 de su licencia de abogado para trabajar en Nueva York, tiene aún pendiente un juicio en Arizona por las presiones de los aliados de Trump sobre las autoridades electorales locales de ese Estado decisivo para forzarles a no certificar el triunfo demócrata.
En 2023, Giuliani fue condenado a pagar 148 millones de dólares a una madre y una hija que trabajaron como empleadas electorales en Georgia durante la campaña de 2020, por los daños y perjuicios que los bulos difundidos sobre ellas por el aliado de Trump.