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Estados Unidos hunde otra supuesta narcolancha en el Pacífico y mata a los cuatro tripulantes

Este es el más reciente de una serie de ataques navales realizados durante los últimos dos meses por la Administración Trump, con un saldo de más de 60 muertos

Ataque contra otra embarcación supuestamente dedicada al narcotráfico operada por una organización designada como terrorista designada en el Pacífico.Foto: Gobierno de Estados Unidos | Vídeo: REUTERS

Estados Unidos ha llevado a cabo otro ataque contra una supuesta narcolancha en el océano Pacífico este miércoles, según ha anunciado el secretario de Defensa, Pete Hegseth, a través de su cuenta en la red social X. Cuatro personas han sido asesinadas durante la operación. Se trata del último ataque del ejército estadounidense contra presuntas lanchas que transportan droga para supuestas organizaciones criminales. Los bombardeos ordenados sin orden judicial ordenados por la Administración Trump contra estas narcolanchas han dejado ya más de 60 muertos.

Estados Unidos está intensificando los ataques contra las supuestas narcolanchas en el Pacífico, junto a las costas de Venezuela. Donald Trump, quiere aumentar la presión sobre el presidente de Venezuela, Nicolás Madura, al que ha amenazado en repetidas ocasiones en busca de un cambio político.

El ataque de este miércoles se produce pocas horas después de que el ejército estadounidense lanzara tres ataques contra cuatro lanchas en el Pacífico. En la operación fueron asesinadas 14 civiles, y hubo un supuesto superviviente que aún no ha sido encontrado.

Hegseth ha publicado el video del ataque. En su entrada en X ha asegurado, sin ofrecer pruebas, que el bote bombardeado estaba operado por una organización terrorista, que no ha identificado. El secretario de Defensa, que ha cambiado el nombre de su ministerio para denominarlo Departamento de Guerra, ha explicado que la operación, odenada por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se realizó en aguas internacionales, en el océano Pacífico Oriental. Ha confirmado que ningún militar estadounidense resultó herido.

Con este último, el ejército de los Estados Unidos ha llevado a cabo un total de 15 ataques extrajudiciales contra supuestas narcolanchas desde principios de septiembre. En esos bombardeos han sido asesinados 61 civiles y, al menos, dos personas han logrado salir con vida, un colombiano y un peruano, que fueron extraditados a sus respectivos países.

“Este buque, al igual que los demás, era conocido por nuestros servicios de inteligencia por su participación en el contrabando de estupefacientes, transitaba por una ruta conocida de narcotráfico y transportaba estupefacientes”, ha destacado Hegseth.

“Cuatro narcoterroristas varones se encontraban a bordo del buque —y murieron— durante el ataque, que se llevó a cabo en aguas internacionales. Ningún miembro de las fuerzas estadounidenses resultó herido en este ataque”, ha subrayado el secretario de Defensa de Estados Unidos sin aportar pruebas ni evidencias.

Al especificar que la lancha pertenece a una “organización terrorista designadas”, Hegseth ofrece alguna pista sobre su origen. En la lista del Departamento de Estado, Washington incluyó en febrero a la banda venezolana Tren de Aragua y a seis carteles mexicanos: los de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación, del Noroeste y del Golfo, así como a La Nueva Familia Michoacana y los Carteles Unidos.

Cuatro años antes, con el demócrata Joe Biden en la Casa Blanca, ingresaron en esa nómina los dos grandes paraguas de las múltiples disidencias de la extinta guerrilla de las FARC: el llamado Estado Mayor Central y la Segunda Marquetalia. Además, desde que se creó la lista, en 1997, está allí el Ejército de Liberación Nacional o ELN, una guerrilla creada a mediados del siglo XX y que hoy tiene una presencia tan significativa en Venezuela —por sus buenas relaciones con el chavismo— que muchos analistas la consideran binacional. Hegseth ya había atribuido un ataque previo al ELN.

El alto cargo de la Administración Trump concluyó que “el hemisferio occidental ya no es un refugio seguro para los narco-terroristas que buscan envenenar a los estadounidenses. El Departamento de Guerra seguirá cazándolos y eliminándolos dondequiera que operen”.

La Casa Blanca ya no busca ocultar que tras la apariencia de esta aparente guerra contra el narcotráfico, la Administración Trump busca derrocar a Maduro. El republicano lo ha amenazado, lo ha acusado de liderar un narcoestado, y ha autorizado a la CIA para que lleve operaciones encubiertas en suelo venezolano.

El republicano justificó la decisión porque “Venezuela ha vaciado sus cárceles en Estados Unidos” y porque “tenemos muchas drogas que llegan de Venezuela. Muchas de ellas llegan por mar... también vamos a detenerlas por tierra”. El presidente estadounidense ya había apuntado desde hacía semanas que su estrategia de ataques contra las narcolanchas se aproximaba a una “segunda fase” que incluiría acciones en tierra. Ahora ha asegurado que Venezuela “está sintiendo la presión”.

La retórica belicista empleada por Trump y su secretario de Defensa se ha reflejado en un despliegue militar sin precedentes. Una decena de buques de guerra, entre los que hay un submarino nuclear, y 10.000 tropas se han movido al área de influencia del Comando Sur. El viernes pasado, Trump ordenó el envío del mayor y más moderno portaaviones de su flota, el Gerald Ford, al Caribe. El buque de guerra, cuya tripulación cuenta con más de 5.000 marineros, llegará a la zona a principios de la próxima semana.

También está pendiente en el Senado de Washington una votación de una propuesta que, de salir adelante, obligaría a Trump, que ha repetido en los últimos días que Estados Unidos está listo para pasar a una ofensiva terrestre en Venezuela, a abandonar su campaña militar y a replegar su despliegue naval.

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