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Dos muertos en Marruecos en el asalto a un cuartel durante las protestas que reclaman mejoras en sanidad y educación

Las autoridades de la localidad sureña de Laqliaa aseguran que los agentes actuaron en “legítima defensa” y abrieron fuego para repeler el ataque

Dos personas murieron este miércoles en la localidad de Laqliaa, en el sur de Marruecos, durante un intento de asalto a un puesto de la Gendarmería Real, en el marco de los disturbios que afectan a varias localidades del país en el quinto día de protestas juveniles. Los efectivos de la Gendarmería abrieron fuego para repeler el ataque, según informaron las autoridades locales de la prefectura de Inezgane-Ait Melloul.

Las mismas fuentes indicaron que los atacantes intentaron apoderarse de municiones, equipo y armas de servicio del personal de la Gendarmería: “Los efectivos de la Gendarmería de Laqliaa se vieron obligados a usar sus armas de servicio en la noche del miércoles 1 de octubre de 2025 en legítima defensa para repeler el asalto al puesto de la Gendarmería Real”, apuntaron.

Las autoridades locales de la prefectura de Inezgane-Ait Melloul añadieron que los atacantes lograron apoderarse de un vehículo y cuatro motocicletas oficiales. El vehículo y una parte del edificio del cuartel fueron incendiados, según explicaron las mismas fuentes.

Los disturbios se registraron en varias ciudades marroquíes durante la noche del miércoles, en la quinta jornada de protestas juveniles convocadas por un grupo anónimo autodenominado GENZ 212 mediante plataformas como Discord.

Las protestas se han registrado después de que el pasado septiembre murieran ocho mujeres embarazadas a las que practicaron cesáreas en el hospital Hassan de la ciudad sureña de Agadir. Las ocho muertes —provocadas, según algunos medios locales, por el mal estado del anestésico— sacaron a la luz las carencias del sistema de salud público. GENZ 212 (generación Z) incorpora en su nombre los tres dígitos del prefijo telefónico internacional de Marruecos (+212).

En la ciudad de Salé, vecina de Rabat, un contenedor de basura fue volcado en medio de la calle y los escaparates de un centro comercial fueron apedreados. En la misma ciudad, concretamente en el barrio de Amal, un grupo de personas atacó e incendió una agencia bancaria y un comercio cercano.

En Tánger, un restaurante de comida rápida perteneciente a una importante cadena internacional también fue atacado, con su fachada destrozada y sus instalaciones dañadas, según informa el sitio digital Le360.

En el poblado de Sidi Taibi, a unos 37 kilómetros al norte de Rabat, otro grupo apedreó un autobús y atacó una agencia bancaria, según informó un periodista local. Por otra parte, varios vídeos que circulan en las redes sociales —sin que se haya podido contrastar su autenticidad— y medios locales informaron sobre disturbios ocurridos también en otras localidades como Tarudant (sur).

Un responsable de la presidencia de la Fiscalía marroquí advirtió este miércoles que las fiscalías de los distintos tribunales del país actuarán con la máxima “firmeza” ante los actos de vandalismo, incendios y violencia con sanciones “ejemplares”. La misma fuente indicó que estos actos pueden ser castigados con penas de hasta 20 años de prisión y en caso de agravantes, la pena puede llegar a la perpetuidad.

La última vez que se produjeron manifestaciones de este tipo fue en noviembre de 2016, cuando el vendedor ambulante Mouhcine Fikri falleció triturado dentro de un camión de la basura en Alhucemas. Fikri intentaba recuperar la mercancía que le acababa de confiscar la policía. Aquello despertó el sentimiento de humillación de los más débiles hacia el Estado y dio lugar a manifestaciones que se saldaron con cientos de detenidos a lo largo de varios meses.

El desempleado rifeño Naser Zafzafi se convirtió en líder de aquel movimiento llamado el Hirak del Rif, que tomó forma a finales de 2016 y durante 2017. Tras varios meses de protestas, Zafzafi fue condenado a 20 años de cárcel, acusado de atentar contra la seguridad del Estado. El rey Mohamed VI, que suele indultar en distintas festividades a miles de presos, nunca aplicó la medida de gracia a Zafzafi.

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