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El comentarista conservador Charlie Kirk, aliado de Trump, asesinado de un disparo en una universidad de EE UU

“La violencia y la muerte son consecuencia de demonizar a aquellos con quienes no se está de acuerdo”, ha afirmado el presidente estadounidense

El comentarista conservador Charlie Kirk, en septiembre del año pasado en Mesa, Arizona.Foto: Ross D. Franklin (AP) | Vídeo: Agencias

El mundo político estadounidense ha quedado sobrecogido. El comentarista y activista ultraconservador Charlie Kirk, de 31 años, gran aliado del presidente Donald Trump, ha sido asesinado de un disparo en el cuello este miércoles mientras intervenía en un evento multitudinario en la universidad Utah Valley, según confirmaba el propio mandatario. El gobernador de Utah, el republicano Spencer Cox, ha descrito el ataque como “un asesinato político”. En un comentario televisado desde el Despacho Oval, Trump calificaba a Kirk de “mártir de la verdad y la libertad”.

“Es ya hora de que los estadounidenses y los medios afronten el hecho de que la violencia y la muerte son la trágica consecuencia de caracterizar como si fueran el demonio a aquellos con los que se discrepa, día tras día, año tras año, de la manera más odiosa y despreciable posible”, indicaba el mandatario. Pero inmediatamente, procedía a echar leña a ese fuego y arremetía contra la oposición progresista, a la que atribuía la culpa de la extrema polarización.

“La izquierda radical ha comparado durante años a estadounidenses estupendos con los nazis y los peores criminales del mundo. Ese tipo de retórica es directamente responsable del terrorismo que estamos viendo en nuestro país, y debe parar ya”, declaraba, sin mencionar los casos de violencia política —incluido el asesinato hace dos meses de una congresista demócrata en Minnesota— perpetrados contra la oposición. También ha apuntado cuál puede ser el siguiente paso: su Gobierno “buscará a todos y cada uno de quienes contribuyeron a esta atrocidad y a otra violencia política, incluidas las organizaciones que le dan fondos y que la apoyan”.

Horas después del crimen, la confusión reinaba en torno a la autoría del asesinato. El director del FBI, Kash Patel, confirmó en redes sociales que una persona había quedado detenida y se encontraba bajo custodia policial. Al mismo tiempo, en una rueda de prensa el comisario jefe del Departamento de Seguridad Pública de Utah había indicado que la búsqueda continuaba. El gobernador, por su parte, se refería a que una “persona de interés” se encuentra bajo custodia policial. Poco después, el FBI confirmaba que la persona sospechosa había quedado en libertad. En total, dos personas quedaron brevemente bajo custodia policial, aunque ambas fueron puestas en libertad.

En cualquier caso, las autoridades creen que el autor de los disparos actuó solo. “No tenemos información que nos lleve a creer que hubo una segunda persona implicada”, ha declarado Cox en una rueda de prensa junto a las autoridades policiales del Estado.

El incidente pone de relieve la creciente violencia política en Estados Unidos, tras el ataque en su propio domicilio contra Paul Pelosi, el marido de la expresidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi; el atentado contra Trump en Butler (Pensilvania) en julio del año pasado, seguido de otro intento dos meses después; y el asesinato de la diputada del congreso local de Minnesota Melissa Hortman y su marido, Mark, este junio. A ello se suma un incendio provocado en la residencia del gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro.

En varios vídeos que circulan en las redes sociales se puede ver cómo Kirk recibe un disparo y comienza a sangrar profusamente mientras hablaba sentado bajo una carpa ante centenares de personas, en un acto al aire libre. El jefe de la policía de la universidad, Jeff Long, ha informado de que cerca de 3.000 personas se congregaban en ese espacio, protegidas por seis de sus agentes.

Trump, que ya había confirmado que Kirk había quedado herido, ha escrito en su red social, Truth: “el gran, incluso legendario, Charlie Kirk, ha muerto. Nadie entendió o tuvo el corazón de los jóvenes en Estados Unidos mejor que él. Era querido y admirado por todos, especialmente por mí, y ya no está entre nosotros”. “Las condolencias de Melania y mías van a su bella esposa, Erika, y su familia. ¡Charlie, te queremos!“, concluye su mensaje el presidente.

Trump ha ordenado que las banderas en los edificios oficiales en todo el país ondeen a media asta hasta las 18.00 horas del domingo (hora de Washington) en homenaje al activista de ultraderecha asesinado, padre de dos hijos de corta edad e inmensamente popular entre los sectores conservadores más jóvenes. De inmediato, las banderas de una Casa Blanca de ambiente sombrío desde que se conoció el suceso descendían en sus mástiles.

Según aparece en uno de los vídeos, Kirk recibe el impacto de bala precisamente en el momento en el que un miembro del público con el que debate le pregunta sobre tiroteos masivos, algo que no era raro: el comentarista defendía a rajatabla las armas de fuego y había llegado a argumentar que la muerte por bala de estadounidenses desfortunadamente era un precio que “vale la pena” pagar para mantener el derecho a portar armas. “¿Sabe cuántos estadounidenses trans han sido autores de tiroteos masivos en los últimos diez años?“, le pregunta el espectador. Kirk le contesta: ”Demasiados”. A su vez, su interlocutor le replica que han sido cinco, y le vuelve a preguntar si sabe cuántos tiroteos masivos ha habido en total en el país en esa década. “¿Contando o no la violencia de bandas delictivas?“, responde el comentarista. Inmediatamente se oye un disparo y él cae desplomado por el impacto de bala.

La búsqueda del asesino se centró inicialmente en el área cercana a la universidad y se expandió después a otras zonas. Cuatro cuerpos de Policía participaban en la pesquisa: la Agencia Federal de Investigaciones (FBI), el Departamento de Seguridad Pública de Utah, la policía universitaria y la del condado de Orem, donde se encuentra el centro educativo.

Kirk, de ideas ultraconservadoras contra la inmigración, la diversidad o el derecho al aborto, era una de las figuras más conocidas del movimiento conservador estadounidense, donde se hizo inmensamente popular desde que fundó Turning Point cuando tenía 18 años, en 2012. Desde entonces, esa organización, que hace diez años recaudaba 4,3 millones de dólares anuales, se ha expandido de modo exponencial para pasar a recaudar más de 90 millones de dólares el año pasado. Está presente en más de 850 centros universitarios de todo el país, donde moviliza a estudiantes, los anima a registrarse para votar y organiza actos con oradores del ala conservadora.

Trump y su entorno le consideran una figura imprescindible en su regreso a la Casa Blanca. El comentarista nunca dejó de apoyar al ahora presidente durante su travesía del desierto en los primeros años de mandato de Joe Biden, tras la derrota electoral republicana en 2020, y acudió a visitarle a su residencia privada de Mar-a-Lago, desde donde el antiguo magnate inmobiliario planificó su regreso al primer plano político. Kirk, a ojos del presidente, es la persona a la que más debe el vuelco en los comicios de 2024 entre el electorado juvenil, donde Trump obtuvo —sobre todo entre los votantes masculinos— un mayor crecimiento del apoyo con respecto a las elecciones de 2020.

El comentarista ha desarrollado una gran amistad con el hijo mayor del presidente, Donald Trump Júnior, a quien acompañó a su viaje a Groenlandia apenas quince días antes de la investidura del dirigente republicano.

El acto en el que participaba este miércoles era la primera parada de una gira de quince etapas por todo el país para promover su mensaje conservador. Excepcionalmente hábil en el arte del debate, una de sus costumbres en este tipo de eventos es pedir al público que le formule preguntas o le presente argumentos, que él rebate siempre con tesis conservadoras. Al parecer, en el momento de recibir el disparo participaba precisamente en este tipo de mesa redonda, un acto que él llama Prove Me Wrong Table, o “La mesa de ‘Demuéstrame que Estoy Equivocado’”.

Su fama era tal que se había convertido en blanco de numerosas pullas y alusiones en películas y series de televisión. Entre las más recientes, la sátira que le infligieron los dibujos animados de la serie South Park, donde en su nueva temporada el personaje de Eric Cartman se convertía durante un episodio en una versión rolliza del podcaster.

Las reacciones se sucedieron de inmediato tras conocerse el atentado. Además de Trump, el expresidente Joe Biden escribía en la red social X que tanto él como su esposa, Jill, rezaban por la familia y los seres queridos de la víctima. “No hay lugar en nuestro país para este tipo de violencia. Tiene que detenerse ya”, instaba. Como él, el resto de los presidentes estadounidenses vivos, expresaban sus condolencias en comunicados o en redes sociales.

El gobernador demócrata de California, Gavin Newsom, ha lanzado un llamamiento a los estadounidenses a rechazar la violencia política y ha descrito el atentado contra el activista conservador como “asqueroso, vil y condenable”. Por su parte la excongresista demócrata Gabby Giffords, cuya prometedora carrera se vio truncada al recibir un disparo en la cabeza cuando participaba en un acto electoral en la calle, ha expresado su “horror” por el suceso. “Siempre habrá desacuerdos políticos en las sociedades democráticas, pero nunca debemos permitir que Estados Unidos se convierta en un país que afronta con la violencia estos desacuerdos”, ha escrito.

El vicepresidente de Estados Unidos, J. D Vance, que mantenía una excelente relación con Kirk y se comunicaba con frecuencia con él a través de aplicaciones de mensajería, había pedido, como Trump, oraciones por la recuperación de su aliado, “un tipo bueno de verdad y un padre joven”. El senador republicano Lindsey Graham, muy cercano a Trump, ha calificado el ataque de “despreciable”.

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