Nicolás Maduro vuelve a adelantar al 1 de octubre el inicio de la Navidad en Venezuela
La decisión, que suele ir acompañada del reparto de ayudas y bolsas de comida a la población, se produce en plena tensión con Estados Unidos
Nicolás Maduro ha anunciado que la Navidad en Venezuela se adelantará por decreto al próximo 1 de octubre, una decisión que ya aplicó el año pasado y que considera que fue positiva para la economía y “la felicidad” del país. Durante las semanas previas a las fiestas, el Gobierno chavista suele intensificar el reparto de ayudas y bolsas de comida en los barrios, lo que supone una forma de contentar a la población.
El anuncio del presidente llega en medio de una tensión inédita con Estados Unidos, por el despliegue militar estadounidense en aguas del mar Caribe próximas al país suramericano. Caracas define esa presencia como “una amenaza” —Maduro lo considera un paso previo para invadir el país—, mientras Washington sostiene que es necesaria dentro de su lucha contra el tráfico de drogas.
“Vamos a aplicar la fórmula de otros años, que nos ha ido muy bien, para la economía, para la cultura, para la alegría, la felicidad, y vamos a decretar [que] desde el 1 de octubre arranca la Navidad en Venezuela, otra vez, este año también”, comunicó el gobernante en su programa semanal de televisión Con Maduro + que se retransmite por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV).
El presidente de Venezuela ordenó en 2024 el inicio de las fiestas navideñas, también en medio de una grave crisis política. Fue la provocada por su polémica reelección de julio de ese año, que la oposición consideró un fraude; una denuncia avalada luego por organismos regionales e internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA), que calificó la manipulación electoral de “aberrante”, y el Comité de Derechos Humanos de la ONU.
En aquella ocasión Maduro también anunció su decisión a través de su programa de televisión, horas después de la detención del candidato opositor Edmundo González Urrutia por delitos relacionados con el terrorismo. Según las actas de votación que se hicieron públicas, la candidatura opositora que él encabezaba obtuvo la mayoría en esos comicios presidenciales. El régimen de Nicolás Maduro nunca otorgó legitimidad a esas actas.
“Es septiembre y ya huele a Navidad, huele a Navidad. Y por eso este año, en homenaje a ustedes, en agradecimiento a ustedes, voy a decretar el adelanto de la Navidad para el 1 de octubre”, dijo entonces el presidente venezolano.
Este lunes por la noche, Maduro ofreció un discurso similar al afirmar que “otra vez [...] este año la Navidad arranca el 1 de octubre con alegría, comercio, actividad, cultura, villancicos, gaitas, hallacas...”.
Durante las semanas previas a las fiestas de diciembre, el Gobierno chavista suele intensificar el reparto de ayudas y bolsas de comida en los barrios, incluyendo los perniles o jamones, que durante los peores años de la crisis económica se convirtieron en el producto más esperado de las cajas de los llamados Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP).
En 2019, 2020 y 2022, Maduro ya había decretado que se adelantara la temporada navideña y se organizarán festejos públicos por ese acontecimiento. La Iglesia Católica reprobó entonces la decisión del mandatario. “El modo y el tiempo de su celebración compete a la autoridad eclesiástica. Esta festividad no debe ser utilizada con fines propagandísticos ni políticos particulares”, acotó la Conferencia Episcopal Venezolana en un comunicado divulgado en sus redes sociales en 2019.
En 2020, Washington acusó a Maduro de “narcoterrorismo” y, el pasado mes de agosto, aumentó a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a la captura del mandatario chavista.
El enfrentamiento entre ambos países subió de tono con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca para iniciar su segundo mandato. A principios de 2025, nada más tomar posesión, el presidente estadounidense declaró ciertos carteles latinoamericanos como organizaciones terroristas al afirmar que suponían una amenaza creciente para la seguridad nacional de su país por facilitar el tráfico de fentanilo. Trump acusó a Maduro de estar involucrado en uno de ellos.
A finales de agosto, Washington desplegó en aguas internacionales cercanas a Venezuela buques, destructores con misiles guiados y hasta un submarino nuclear. El 2 de septiembre esa flotilla mató a los 11 integrantes de una lancha procedente de Venezuela bajo el pretexto de que transportaban droga.
Un ministro de Maduro dijo que el vídeo en el que se ve cómo el misil impacta contra la embarcación, en la que viajaban 11 personas —ninguna sobrevivió—, había sido hecho con inteligencia artificial, por lo que el ataque era falso. Sin embargo, de puertas para adentro, Caracas lo ha considerado un gesto de hostilidad.