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Un fuerte terremoto causa más de 800 muertos en Afganistán

Al menos 2.800 personas han resultado heridas y varias aldeas han quedado devastadas

Soldados y civiles afganos meten a víctimas del terremoto a una ambulancia en el aeropuerto de Jalalabad.Foto: Stringer (REUTERS) | Vídeo: EPV

Al menos 800 personas han muerto y más de 2.500 han resultado heridas después de que un fuerte terremoto de magnitud 6,0 haya sacudido en la noche del domingo el este de Afganistán, una de las naciones más pobres del mundo.

El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) ha situado el epicentro del sismo principal en el límite entre las provincias de Kunar y Nangarhar, 27 kilómetros al este de Jalalabad —una de las principales ciudades del país— y a una profundidad de ocho kilómetros, lo que suele amplificar el poder de destrucción. Al temblor inicial, registrado a las 23.47 del domingo hora local (tres horas menos en la España peninsular), le siguieron al menos dos réplicas de magnitud 5,2.

El Centro de Información y Medios del Gobierno afgano ha confirmado al menos 800 muertos y 2.500 heridos en la provincia de Kunar, la más afectada, 12 fallecidos y 255 heridos en Nangarhar, 58 lesionados en Laghman y otros cuatro en Nuristán.

En Kabul, la capital, las autoridades sanitarias han indicado que los equipos de rescate trabajan contra el reloj para llegar a aldeas remotas en una región con un largo historial de terremotos e inundaciones. Un portavoz de los talibanes, el régimen que gobierna Afganistán desde hace cuatro años, indicó en un breve comunicado que “los funcionarios locales y los residentes ya participan en las labores de rescate de los afectados” y que los “equipos de apoyo desde el centro y las provincias cercanas también están en camino”.

El seísmo —el más grave en Afganistán desde octubre de 2023, cuando más de 1.500 personas murieron tras una destructiva sucesión de temblores— ha provocado numerosos deslizamientos de tierra que han bloqueado las ya de por sí escasas carreteras, aislando por completo a decenas de aldeas.

Construcciones muy vulnerables

La misión de la ONU en el país (UNAMA) ha desplegado personal para entregar “asistencia de emergencia y apoyo vital”. La Media Luna Roja Afgana, entretanto, ya ha enviado equipos médicos al epicentro de la destrucción en Kunar, una provincia remota, fronteriza con Pakistán y enclavada en los valles de la cordillera del Hindu Kush, particularmente sísmica y cuya población habita —en su gran mayoría— en precarias viviendas de barro y paja. Construcciones, por tanto, extremadamente vulnerables a los terremotos.

En Kunar, tres aldeas han quedado devastadas y otras muchas han sufrido daños de envergadura, según el Ministerio de Salud afgano. Hasta 40 vuelos han partido desde Nangarhar para evacuar heridos.

Una nación depauperada

A la fragilidad estructural del país, agravada en algunas demarcaciones, se suman décadas de conflicto, una lacerante falta de infraestructuras y, más recientemente, la drástica caída en la llegada de ayuda internacional o la expulsión masiva desde países vecinos de afganos que se habían visto obligados a emigrar. Factores que, todos ellos, magnifican el impacto de la catástrofe.

Pakistán, uno de los países receptores de esos flujos migratorios, inició este lunes, solo unas horas después del seísmo, varias redadas para deportar a refugiados afganos tras expirar el plazo gubernamental para su salida voluntaria del país.

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