El Partido Liberal de Canadá elige al sucesor de Justin Trudeau
Mark Carney es el favorito para tomar las riendas del Gobierno hasta nuevas elecciones. La contienda interna de la agrupación se lleva a cabo este domingo en un contexto dominado por los embates proteccionistas de Donald Trump
Justin Trudeau anunció su retiro de la vida política el pasado 6 de enero. El primer ministro señaló ese día, tras una fuerte caída de su popularidad y una sucesión de pugnas dentro de su Gobierno luego de casi una década en el poder, que permanecería en el cargo hasta que su partido seleccionara a un nuevo líder. “Este país se merece una opción real en las próximas elecciones y me ha quedado claro que, si tengo que ...
Justin Trudeau anunció su retiro de la vida política el pasado 6 de enero. El primer ministro señaló ese día, tras una fuerte caída de su popularidad y una sucesión de pugnas dentro de su Gobierno luego de casi una década en el poder, que permanecería en el cargo hasta que su partido seleccionara a un nuevo líder. “Este país se merece una opción real en las próximas elecciones y me ha quedado claro que, si tengo que librar batallas internas, no puedo ser la mejor opción”, expresó Trudeau, subrayando que el mundo se encuentra actualmente en un momento crítico. Este domingo se dará a conocer el nombre de su sucesor. Los aspirantes concurren en una carrera interna no ajena a los impactos de la ofensiva proteccionista de Donald Trump.
Siete candidatos se anotaron en un principio en la contienda, pero al final quedaron los cuatro que cumplieron con todos los requisitos y gastos de inscripción; el monto total que cada uno debió cubrir fue de 350.000 dólares canadienses (unos 245.000 dólares del país vecino). La lista de aspirantes está integrada por el empresario Frank Baylis, que se desempeñó como diputado entre 2015 y 2019, Karina Gould, parlamentaria por Ontario que ocupó hasta el 25 de enero el puesto de líder del Gobierno en la Cámara baja, Chrystia Freeland, viceprimera ministra y ministra de Finanzas hasta el pasado 16 de diciembre, y Mark Carney, exgobernador del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra. Los aspirantes participaron en dos debates (uno en cada lengua oficial del país), citas donde los intercambios de golpes fueron mínimos.
Desde el banderazo de salida, la contienda ha sido catalogada como un duelo entre Chrystia Freeland y Mark Carney. No obstante, Carney encabeza los sondeos y las cifras de recaudación, además de sumar el mayor número de apoyos entre ministros y diputados. El mensaje de Carney durante buena parte de la campaña interna ha sido que puede “enderezar la economía del país”, subrayando que sabe cómo gestionar crisis gracias a sus antiguas responsabilidades en política monetaria. Una crítica que ha recibido es que carece de tablas en la vida parlamentaria. Por el contrario, Freeland se presenta como una experimentada política que ha dado resultados en distintos ministerios. Sin embargo, según han informado medios del país, diversos miembros del partido no le perdonan el terremoto que provocó su renuncia: una carta compartida a través de redes sociales que llegó a propiciar el anuncio de dimisión de Trudeau.
Carney fue durante algunos meses consejero especial del Partido Liberal de Canadá por invitación de Trudeau, mientras que Freeland ha desempeñado la mayoría de su trayectoria política al lado del premier canadiense, fungiendo durante años como su brazo derecho. Durante la contienda, ambos han tratado de tomar distancias del primer ministro. Y pese a ciertas diferencias en los detalles, Carney y Freeland coinciden en presentar propuestas consideradas como “centristas”. Por ejemplo, reducir ciertos impuestos y gestionar las arcas públicas de forma más equilibrada. También prometen modificar el plan nacional de gravámenes al carbono.
Sin sorpresas, las hostilidades comerciales iniciadas por Donald Trump han tenido un marcado impacto en la interna liberal. El presidente estadounidense había amenazado con imponer el 25% de aranceles a las importaciones canadienses y el 10% al gas y al petróleo. La orden entró en vigor el pasado cuatro de marzo, seguida de una respuesta desde Ottawa con la misma carga arancelaria sobre diversos productos del país vecino. Sin embargo, Trump ha ordenado una pausa hasta el dos de abril para bienes incluidos en el T-MEC.
Carney declaró el pasado martes en un evento en Calgary: “Los canadienses estamos unidos y mostramos determinación”, apuntando que los planes de Donald Trump para debilitar a Canadá no tendrán éxito y que su país está listo para ganar una guerra comercial. Por su parte, Freeland comenta en una publicidad en redes sociales: “Trump no me quiere porque soy una negociadora formidable”, haciendo referencia a su papel en las renegociaciones del acuerdo comercial norteamericano, cuando ocupaba el puesto de ministra de Asuntos Exteriores.
Los comicios federales están programados para el próximo mes de octubre. Sin embargo, se trata de una fecha descartada por casi todos los canadienses. Los trabajos parlamentarios –con un nuevo primer ministro- se reanudarán el 24 de marzo. Los partidos de oposición ya han señalado que votarán en contra del primer voto de confianza que se presente para propiciar así la caída del Ejecutivo, esto debido a que los liberales gobiernan en minoría. Además, los analistas señalan cada vez más que la persona que sustituirá a Trudeau podría convocar rápidamente a elecciones anticipadas para aprovechar el momentum.
En los días más agudos de la crisis del Gobierno de Trudeau, las encuestas daban hasta 25 puntos porcentuales de ventaja a los conservadores sobre la agrupación del primer ministro. No obstante, un sondeo de la firma Léger publicado a finales de febrero mostró una distancia de ocho puntos. El mismo ejercicio arrojó que si Carney llega al mando liberal, la diferencia ya se ubicaría dentro de los márgenes de error.
Las semanas más recientes han sido complicadas para Pierre Poilievre, líder del Partido Conservador de Canadá. Poilievre, con la mira puesta en las próximas elecciones, había basado principalmente sus ataques hacia los liberales en el déficit presupuestario y en los impuestos. Sin embargo, las tensiones comerciales con Estados Unidos se fueron convirtiendo en el tema de mayor preocupación para los canadienses. Trudeau y su equipo han estado muy activos en este complejo escenario, donde han coordinado esfuerzos con los primeros ministros provinciales. A su vez, los aspirantes a la jefatura liberal no se cansan de repetir que continuarán defendiendo a Canadá de los embates orquestados desde la Casa Blanca.
Poilievre ha tratado de corregir el rumbo, señalando que será un primer ministro que protegerá con vigor a los canadienses frente a Trump, pronunciando frases impregnadas de patriotismo. Sin embargo, el líder conservador es visto por algunos sectores como un político con no pocas semejanzas con el republicano. “¿Es Trump la kriptonita de Poilievre?”, lanzaba en un titular el diario montrealés La Presse.
Si finalmente los conservadores de Pierre Poilievre vencen a los liberales en las elecciones que casi con total seguridad se llevarán a cabo en pocas semanas o meses, el sucesor de Trudeau pasaría a formar parte de los primeros ministros con menor tiempo en funciones. La marca la tiene el conservador Charles Tupper, que gobernó 68 días en 1896. La segunda posición la ocupa el liberal John Turner, primer ministro durante 79 días en 1984