Scholz invoca la “inviolabilidad” de las fronteras tras la amenaza de Trump de anexionarse Groenlandia

Las palabras de Trump, sumadas a las intervenciones de Musk en la política alemana y británica, siembran el desconcierto en Europa a unos días de inicarse la nueva presidencia en EE UU

Olaf Scholz, canciller alemán, durante la rueda de prensa que ha dado este miércoles en la Cancillería, en Berlín.Foto: Nadja Wohlleben (reuters) | Vídeo: EPV

El canciller alemán, Olaf Scholz, ha invocado este miércoles “el principio de la inviolabilidad de las fronteras” ante la amenaza de Donald Trump de anexionarse Groenlandia, territorio autónomo de Dinamarca. Este principio, según ha recordado el político socialdemócrata, se aplica tanto a países como Rusia por la invasión de Ucrania, como con aliados occidentales como Estados Unidos.

Scholz, en una breve declaración sin preguntas en Berlín, h...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El canciller alemán, Olaf Scholz, ha invocado este miércoles “el principio de la inviolabilidad de las fronteras” ante la amenaza de Donald Trump de anexionarse Groenlandia, territorio autónomo de Dinamarca. Este principio, según ha recordado el político socialdemócrata, se aplica tanto a países como Rusia por la invasión de Ucrania, como con aliados occidentales como Estados Unidos.

Scholz, en una breve declaración sin preguntas en Berlín, ha explicado que acababa de conversar con varios líderes europeos y que todos han expresado “una cierta incomprensión respecto a las declaraciones actuales procedentes de Estados Unidos”. Las declaraciones de Trump, que se suman a las intervenciones de Elon Musk, el hombre más rico del mundo y aliado clave del presidente electo, siembran el desconcierto en una Unión Europea expectante e inquieta ante la nueva etapa en Washington.

El canciller alemán, que afronta una complicada campaña para las elecciones del 23 de febrero, ha declarado: “El principio de la inviolabilidad de las fronteras vale para cualquier país, no importa si se encuentra en Oriente u Occidente. Y todos los Estados deben atenerse a este principio, no importa si es un país pequeño o un Estado poderoso”. Y ha añadido: “Se trata de un principio fundamental del derecho internacional y un elemento central de lo que llamamos valores occidentales. Sobre esta cuestión no puede ni debe haber ninguna duda.”

Scholz ha decidido informar de las conversaciones con sus homólogos en una declaración de tres minutos y medio convocado a toda prisa. Ningún otro ha optado por este formato solemne y este tono grave. Estados Unidos es el aliado fundamental de la República Federal, la potencia protectora desde el derrumbe del nacionalsocialismo en 1945. El regreso de Trump al poder, tras el primer mandato entre 2017 y 2021, se prepara con aprensión.

Tercero en los sondeos por detrás de los democristianos de la CDU y de la extrema derecha de Alternativa por Alemania (AfD), el canciller socialdemócrata juega en esta campaña la carta del estadista y del hombre de paz. El apoyo de Musk a la extrema derecha ha centrado el debate político en este inicio de año.

El ministro francés de Exteriores, Jean-Noël Barrot, declaró en la cadena France Inter: “Evidentemente, no es aceptable que la Unión Europea permita que otras naciones del mundo, sean cuales sean, y empezando por Rusia, cuestionen sus fronteras soberanas”. “Si la pregunta es si Estados Unidos invadirá Groenlandia, la respuesta es no”, respondió Barrot a los entrevistadores. Y añadió: “Si la pregunta es si hemos entrado en una época en la que regresa la ley del más fuerte, la respuesta es sí”.

El ministro de Exteriores de Dinamarca, Lars Lokke Rasmussen, ha rebajado la posibilidad de que la isla más grande del mundo se convierta en parte de Estados Unidos. “Reconocemos plenamente que Groenlandia tiene sus propias ambiciones”, ha dicho. “Si se materializan, Groenlandia se independizará, aunque difícilmente con la ambición de convertirse en un Estado federal en Estados Unidos”.

Groenlandia, que ha formado parte de la corona danesa durante unos 600 años, tiene un interés geoestratégico para Washington, no solo por la cada vez más activa batalla por el Ártico. También porque tiene allí presencia militar permanente en la base aérea de Pituffik.

Las amenazas de Trump a Dinamarca, Canadá y también Panamá alimentan el nerviosismo en las capitales europeas tras las intervenciones de Musk, amo de la red social X y donante y colaborador de Trump, en la política británica y alemana. El presidente francés, Emmanuel Macron, acusó el lunes al magnate de “apoyar una nueva internacional de reaccionarios”. El mismo día, el primer ministro británico, Keir Starmer, criticó los movimientos de Musk de “extender mentiras y desinformación” y “amplifican el discurso de la extrema derecha”.

Pese a estos pronunciamientos, la UE afronta dividida la catarata de comentarios de Trump y Musk. Dinamarca, Alemania y Francia han salido a criticar al magnate y sus comentarios, así como la injerencia de su aliado Musk. Pero otros socios se han puesto de perfil.

Trump cuenta en la Unión con unos cuantos aliados, como el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, y parte de la extrema derecha que despega en varios Estados. También se considera cercano a la primera ministra de Italia, la ultra Giorgia Meloni. Muchos de estos políticos también cortejan a Musk. Mientras, la Comisión Europea, que teme una escalada comercial con EE UU y se prepara para negociar acuerdos con el nuevo presidente para evitarla, permanece en silencio sobre el ataque del magnate populista a un aliado europeo.

“Es como si hubiera miedo a pronunciarse de manera clara para no enfadar a Trump”, comenta una alta fuente de Bruselas.

“Está claro que la soberanía de los Estados tiene que respetarse”, ha dicho este miércoles una portavoz de la Comisión Europea. “Ya otros han hablado de este asunto. Por nuestra parte estamos esperando a trabajar en una agenda transatlántica fuerte con la próxima Administración estadounidense, con metas, asuntos clave y un interés estratégico común”.

El estatus de Groenlandia en la UE puede quedar en una zona gris, ya que no pertenece al club comunitario. Pero se considera un territorio de ultramar asociado a la Unión.

La Comisión Europea ha aclarado este miércoles que la isla entre los océanos Atlántico Norte y Ártico estaría cubierta por el artículo 42.7 del Tratado de la UE, que establece: “Si un Estado miembro es objeto de una agresión armada en su territorio, los demás Estados miembros le deberán ayuda y asistencia con todos los medios a su alcance, de conformidad con el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas”. El artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas consagra el derecho a la legítima defensa ante un ataque armado.

Pero este escenario no está sobre la mesa, pese a las palabras de Trump. “Muchas amenazas no se materializan”, ha zanjado una portavoz de la Comisión, “y no vemos ninguna necesidad de ir más allá de lo que hemos dicho”.

Más información

Archivado En