El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha dado la bienvenida a los participantes del World in Progress Barcelona, que se celebra este lunes y martes en el CaixaForum, centrando su discurso en la emergencia habitacional que está en el eje del debate político y que ha generado movilizaciones multitudinarias como la registrada este domingo en Madrid. Tras mostrar su confianza de que el foro organizado por Prisa tenga continuidad en Barcelona, el primer edil ha avisado de que la falta de vivienda asequible para las familias trabajadoras y de la clase media de las grandes ciudades como Roma, París, Madrid o Barcelona amenaza, ha dicho, “con pasar de ser un problema social a provocar problemas de legitimidad democrática para un sistema político y económico que no lo puedan garantizar”.
Tras agradecer que el congreso lleve el nombre de Barcelona, Collboni ha señalado que la denominación del foro es por sí sola una declaración de intenciones que comparten con entusiasmo. “Ya lo dijo Gramsci: frente al pesimismo de la razón, el optimismo de la voluntad. Es necesario dar respuestas concretas que den sentido a un proyecto de esperanza en el futuro”, ha afirmado apelando a plantar cara al miedo, ante todas sus vertientes y direcciones —cambio climático o la vivienda o al “diferente”— que al final acaba siendo, ha alertado, la semilla de la extrema derecha. “Parte de la población ha sucumbido al miedo al futuro y no hay que caer en el derrotismo”, ha zanjado.
En su intervención, Collboni ha explicado que hace dos semanas estuvo en Roma para hablar de los retos que afrontan las grandes ciudades europeas para solucionar el derecho a la vivienda y ha subrayado que en Barcelona los alquileres han aumentado un 70% en los últimos 10 años. “La consecuencia inmediata es negar la opción (de irse de casa) a los jóvenes de las familias de trabajadoras y de la clase media de la ciudad, incluso con trabajos estables. Y acaban forzados a irse o expulsados por los precios y la ausencia de una oferta asequible, pública o privada, de vivienda de compra o alquiler”.
El Ayuntamiento de Barcelona ha activado ya medidas como la supresión de la licencia de actividades turísticas a 10.000 pisos en la ciudad en 2028 o los planes para la regulación de temporada que precisamente que el grupo municipal socialista y el de los comunes acaban de pactar para empezar a tramitarlo este año. “(Las medidas) Empiezan a dar sus frutos en la ciudad de Barcelona. ¿Cómo pueden tener confianza los jóvenes sin una vivienda y un empleo estable?”, se ha preguntado Collboni señalando que muchas personas de clase media pueden lamentarse que sus hijos vivan ahora peor que sus padres.
El president Salvador Illa ha puesto el foco en los tres desafíos que a su juicio tiene la humanidad: la emergencia climática, el aumento de la desigualdad y el retroceso de la democracia. “Sin democracia, no hay progreso ni prosperidad compartida”, ha afirmado recogiendo un concepto que suele emplear en sus discursos. “Estamos afrontando la regresión democrática más grave desde la II Guerra Mundial. Necesitamos imperiosamente recuperar la política de la esperanza frente al miedo”. Illa, que pronunciará este martes el discurso de clausura, ha recordado que el 30% de la población europea ha votado en las diferentes elecciones celebradas a opciones de extrema derecha.