Al Jazeera considera un “acto criminal” el asalto y cierre de sus oficinas en Cisjordania por tropas israelíes
La orden se une a la clausura de sus instalaciones de Jerusalén en mayo, la prohibición de emitir y trabajar en Israel y los ataques a sus reporteros en Gaza
La imagen, como muchas de las que se suceden estos días, parece sacada de una película. Un grupo de militares armados y con todos sus pertrechos toma en la mañana del domingo las oficinas de la cadena catarí Al Jazeera en Ramala, capital administrativa de la Cisjordania ocupada. La emisión en directo en su canal en árabe, que siguen millones de personas en todo el mundo, se mantiene mientras los uniformados sacan lo que parece un papel con la orden de cierre por un plazo de 45 días. El jefe de la oficina, Walid Al-Omari, lee el documento...
La imagen, como muchas de las que se suceden estos días, parece sacada de una película. Un grupo de militares armados y con todos sus pertrechos toma en la mañana del domingo las oficinas de la cadena catarí Al Jazeera en Ramala, capital administrativa de la Cisjordania ocupada. La emisión en directo en su canal en árabe, que siguen millones de personas en todo el mundo, se mantiene mientras los uniformados sacan lo que parece un papel con la orden de cierre por un plazo de 45 días. El jefe de la oficina, Walid Al-Omari, lee el documento a todos los telespectadores delante de los uniformados y de varios compañeros camarógrafos.
La cadena considera la operación militar, que tiene detrás órdenes políticas, un “acto criminal” así como un “ataque a la libertad de expresión y a los principios del periodismo”, según un comunicado que añade que la finalidad es impedir mostrar la realidad de lo que ocurre en la Cisjordania ocupada y en la guerra en Gaza. En este sentido, van a seguir informando y no se sienten intimidados, agrega el texto.
El asalto a las oficinas en Cisjordania estuvo precedido del cierre en mayo de la sede del canal en Jerusalén Este, también bajo ocupación israelí, y la prohibición de emitir en Israel. Paralelamente, los reporteros de la cadena han sufrido en carnes propias los ataques israelíes en Gaza desde el comienzo de la guerra el pasado 7 de octubre. Símbolo de ese acoso es el periodista palestino Wael Dahdouh, jefe de Al Jazeera en la Franja, que pocos días después de estallar la contienda perdió a su esposa, dos hijos, un nieto y otros familiares en un bombardeo.
Dahdouh los enterró y sobre la marcha decidió seguir con su trabajo, pero dos meses después él mismo fue blanco directo de otro ataque en el que resultó herido, mientras que el cámara que le acompañaba, Samer Abu Daqqa, murió. En enero fue su hijo mayor, Hamza, el que fue asesinado cuando el coche en el que viajaba fue bombardeado en el enclave palestino.
“Creo en la misión humanitaria del periodismo. Nuestro cometido es seguir informando”, declaró a este diario durante una entrevista en Córdoba al recibir el premio de periodismo Julio Anguita Parrado en abril, después de haber sido evacuado de la Franja para recibir atención médica.
Ataques a periodistas palestinos
Un total de 111 periodistas o trabajadores de medios de comunicación han muerto en Gaza durante los ataques del ejército de Israel desde el 7 de octubre de 2023, según el Comité para la Protección de los Periodistas.
Previamente, el 11 de mayo de 2022, el ejército de Israel asesinó de un balazo en el cuello a la reportera palestina-estadounidense de Al Jazeera, Shireen Abu Akleh, mientras cubría una operación militar en la ciudad de Yenín (Cisjordania).
“El cierre de las oficinas de Al Jazeera en Jerusalén, después de que Israel haya tildado a la cadena de constituir una “amenaza para la seguridad nacional”, culmina una larga historia de disputas, no exentas de sangrientos capítulos de confrontación, entre la televisión catarí y el Gobierno del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu”, escribió Anas Ben Salah, reportero de la cadena catarí, en EL PAÍS el pasado mayo.