La UE dará a Ucrania 35.000 millones de euros en préstamos que se pagarán con los activos rusos congelados

Von der Leyen confirma que Kiev puede utilizar la partida en los gastos presupuestarios que considere necesarios, incluida la industria de defensa

Ursula von der Leyen y Volodímir Zelenski, en su comparecencia de este viernes en Kiev.Valentyn Ogirenko (REUTERS)

La Comisión Europea entregará un préstamo de unos 35.000 millones de euros para Ucrania, que se irá pagando con los beneficios de los activos rusos inmovilizados en la Unión Europea por las sanciones, según ha anunciado este viernes la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, desde Kiev. El esquema, acordado con los aliados del G-7 en junio para ayudar al país invadido por Rusia, prevé que la participación eur...

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La Comisión Europea entregará un préstamo de unos 35.000 millones de euros para Ucrania, que se irá pagando con los beneficios de los activos rusos inmovilizados en la Unión Europea por las sanciones, según ha anunciado este viernes la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, desde Kiev. El esquema, acordado con los aliados del G-7 en junio para ayudar al país invadido por Rusia, prevé que la participación europea se vaya reduciendo y entren Estados Unidos, Japón, Reino Unido y Canadá para llegar hasta los 50.000 millones. Sin embargo, la realidad es que, de momento, el club comunitario afronta el préstamo solo.

Los fondos europeos se anuncian en un momento especialmente crítico para Ucrania, afectada por la campaña de destrucción de Rusia contra su infraestructura energética y cuando se van a cumplir 1.000 días de la invasión a gran escala.

“Ucrania necesita el apoyo continuo de la UE”, ha dicho Von der Leyen en su octava visita a Kiev desde el inicio del conflicto. Los aliados del G-7 acordaron en junio entregar un préstamo de 50.000 millones de euros a Ucrania que se pagarían con los beneficios de los activos estatales rusos congelados por las sanciones, la mayoría, unos 200.000 millones, en la UE, sobre todo en Bélgica y también una pequeña parte en Luxemburgo.

La idea es que la UE y Estados Unidos, proporcionalmente, cubran el grueso del total, pero Washington ha mostrado sus dudas sobre la seguridad del esquema, ya que la inmovilización de los fondos estatales rusos en la Unión se renueva, por ahora, cada seis meses y es algo que requiere la unanimidad de todos los socios y que puede verse dificultada por las trabas que suele poner Hungría, donde su primer ministro, el nacionalpopulista Viktor Orbán, se ha mostrado cercano a Vladímir Putin. Los Veintisiete debaten estos días cómo congelar esos activos durante más tiempo. El alto representante para Política Exterior y Seguridad, Josep Borrell, ha propuesto a los Veintisiete que se vuelva a decidir sobre la congelación de esos activos solo cada 36 meses, para dar estabilidad al esquema.

Pero la UE no tiene tiempo que perder: una partida excepcional habilitada este año por el reglamento del presupuesto europeo permitiría canalizar ese préstamo para Ucrania como programa de asistencia macroeconómica con la aprobación de una mayoría cualificada del Consejo. Eso evitaría el posible veto de Hungría. Es por eso por lo que Bruselas ha decidido no esperar a la decisión del Gobierno estadounidense, ahora embarcado en la campaña presidencial, que puede sumarse después. La Comisión no ha querido tampoco esperar a las elecciones estadounidenses en las que si sale victorioso el republicano Donald Trump se puede poner en peligro todo el esquema.

La presidenta de la Comisión había afirmado al llegar a Kiev que los principales asuntos que quería tratar con las autoridades ucranias eran la asistencia europea para reparar el sistema energético destruido por Rusia, el camino de acceso de Ucrania a la UE y los préstamos en el marco de lo acordado por el G-7. “Estoy aquí para deciros que la UE estará a vuestro lado para afrontar el invierno y para mantener en pie vuestra economía”, ha dicho Von der Leyen en una comparecencia conjunta con Volodímir Zelenski, el presidente ucranio. La dirigente europea ha asegurado que el plan permitirá recuperar el 25% del sistema energético ucranio. El jueves ya avanzó que se destinarían 160 millones de euros procedentes de activos rusos congelados en asistencia de emergencia para superar el invierno.

“El incesante ataque ruso requiere continuar con nuestro apoyo”, ha subrayado Von der Leyen, recordando que antes del préstamo de 35.000 millones, Ucrania ya había recibido de la UE 118.000 millones de euros. La presidenta comunitaria ha indicado que la nueva partida irá directa a los presupuestos ucranios, para ser utilizados como el Gobierno considere oportuno. Zelenski ha dicho que esta ayuda permitirá reforzar la industria de defensa del país, el sector energético y la seguridad de servicios públicos como el sistema educativo.

Von der Leyen ha explicado que su prioridad es preparar en los próximos cinco años, durante esta legislatura europea, el acceso de Ucrania a la UE. Tanto Zelenski como su primer ministro, Denis Shmihal, han reiterado en las últimas semanas que el objetivo es que su país esté listo para acceder en la UE a finales de 2025. Este mensaje causó un enfrentamiento el 13 de septiembre en una reunión entre Zelenski y el ministro de Exteriores polaco, Radoslaw Sikorski, que replicó al presidente ucranio que sus previsiones son irreales. Sin embargo, la presidenta de la Comisión Europea ha querido resaltar “los impresionantes avances” que ha realizado Ucrania en su camino hacia la UE pese a sufrir una guerra.

Fin de la guerra

Zelenski ha destacado que también ha discutido con Von der Leyen sus planes para organizar la segunda, y que debería ser definitiva, cumbre para establecer una propuesta de paz ucrania que finalice la guerra con el apoyo de decenas de países. “La paz no es congelar la guerra, no es manipular las leyes internacionales y la moral”, ha dicho el líder ucranio, “la paz debe ser segura y así será”. El jefe de Estado ucranio ha reiterado que la única propuesta de paz legítima es la que presente su Gobierno, incidiendo de esta forma en sus críticas contra otros planes de diálogo planteados por potencias como China y Brasil.

Zelenski ha tenido que responder varias preguntas por parte de los medios de comunicación sobre su llamado “plan para la victoria”, un documento que el presidente ha elaborado en secreto y que tiene previsto presentar la semana que viene al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y a los candidatos en las presidenciales, Trump y la vicepresidenta Kamala Harris. Zelenski se ha defendido de las críticas que han aparecido en Ucrania sobre la falta de transparencia sobre este “plan para la victoria”: el líder ucranio ha indicado que primero quiere debatir su contenido con Biden. Zelenski ha añadido que confía en que tanto los Estados Unidos como el resto de sus socios en la OTAN consensúen las medidas necesarias para concluir la guerra en favor de Ucrania antes de que finalice este año.

El presidente ucranio ha sido cuestionado por las informaciones aparecidas en medios estadounidenses sobre la presión de los aliados para que indique si tiene un plan B, en el caso de que la victoria, es decir, la retirada del invasor de los territorios soberanos de Ucrania, no sea posible. “Ya estamos en el plan B”, ha respondido Zelenski, “porque el plan A era prevenir que Rusia lanzara su ofensiva a gran escala”. Las palabras de Zelenski han evocado unas declaraciones del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, que reconoció el 14 de septiembre en una entrevista en el Frankfurter Allgemeine Zeitung que la Alianza Atlántica podría haber hecho más para disuadir a Rusia de la invasión.

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