Biden rechaza las amenazas de Putin durante su reunión con Starmer en la Casa Blanca
Washington y Londres mantienen por ahora la política de restricciones al uso por Ucrania de misiles de largo alcance en territorio ruso
La segunda visita del primer ministro británico, Keir Starmer, a la Casa Blanca en poco más de dos meses terminó sin anuncios rutilantes. Starmer y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dieron un rápido repaso a una amplia agenda de política exterior, con las guerras de Ucrania y Gaza como asuntos principales. Había un asunto especialmente delicado y relevante a tratar: el uso por parte del Gobierno de Kiev de misiles occidentales de largo alcance en territorio ruso. Biden y Starmer “reafirmaron su apoyo inquebrantable a Ucrania”, según el comunicado de resumen de la reunión de la Casa Blanca, que no menciona nada sobre los misiles. Eso sí, al empezar la reunión, Biden rechazó las amenazas rusas.
La posibilidad de que se levantasen las restricciones a Kiev, que ahora impiden golpear objetivos a una distancia mayor de unos 100 kilómetros de la frontera, puso en alerta a Moscú. De hecho, los medios estatales rusos transmitieron un mensaje del presidente, Vladímir Putin, de que una supuesta autorización para el uso de esos misiles sin esas restricciones supondría que los países de la OTAN, incluido Estados Unidos, estarían en guerra con Rusia. En otro gesto de hostilidad y advertencia, Moscú expulsó a seis diplomáticos británicos también este viernes.
Justo al comienzo de la reunión de este viernes en la Casa Blanca, a Biden le preguntaron por esas amenazas del presidente ruso. “No pienso demasiado en Putin”, contestó Biden.
La reunión, sin embargo, acabó sin anuncio alguno. Eso no implica que Biden y Starmer no hayan avanzado en la cuestión. Se esperaba que se hablase de los términos bajo los cuales Londres podría autorizar a Kiev a usar sus misiles Storm Shadow en el interior de Rusia. Esos misiles guiados necesitan de datos de los satélites y otras tecnologías estadounidenses, con lo cual el primer ministro británico necesita el respaldo de su socio norteamericano.
Antes de la reunión, los dos dirigentes ya se esforzaron por mostrarse alineados. “A menudo he dicho que no hay ningún asunto de trascendencia mundial en el que Estados Unidos y el Reino Unido no puedan trabajar juntos y en el que no hayan trabajado ya”, empezó Biden, para pasar en primer lugar a hablar precisamente de Ucrania: “Quiero agradecer el liderazgo del Reino Unido en este frente. Estados Unidos se compromete a estar a su lado para ayudar a Ucrania a defenderse de la agresión rusa. Está claro que Putin no prevalecerá en esta guerra. El pueblo de Ucrania prevalecerá”, añadió.
Starmer subrayó el carácter de grandes aliados de ambos países, con una “relación especial”. Sobre Ucrania, dijo: “Creo que las próximas semanas y meses podrían ser cruciales. Es muy, muy importante que apoyemos a Ucrania en esta guerra vital por la libertad”. En el comunicado, los dirigentes expresaron su “profunda preocupación” por el suministro de armas letales a Rusia por parte de Irán y Corea del Norte y por el apoyo de China a la base industrial de defensa rusa.
Oriente Próximo fue otro de los temas sobre la mesa. Según la Casa Blanca, ambos reiteraron su “férreo compromiso con la seguridad de Israel, la urgente necesidad de un acuerdo de alto el fuego que libere a los rehenes y permita aumentar la ayuda en Gaza, y la necesidad de que Israel haga más para proteger a los civiles y abordar la grave situación humanitaria en Gaza”. También condenaron los ataques de los hutíes, apoyados por Irán, contra la navegación comercial en el Mar Rojo. También hablaron del Indopacífico, donde ambos países tienen la asociación Aukus con Australia.
Starmer subrayó que ambos países están “estratégicamente alineados”. “Tenemos una causa común en estas cuestiones globales y, por tanto, es muy importante para nosotros tener esta oportunidad de hablar de ellas y de la estrategia más amplia que las sustenta”, añadió.
Horas antes de la reunión, el portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, había tratado de rebajar las expectativas. “No espero que de la reunión de hoy salga ningún anuncio al respecto. No ha habido ningún cambio en nuestra política con respecto a la capacidad de ataque de largo alcance dentro de Rusia”, afirmó en una llamada con periodistas. Repitió la idea una y otra vez.
Este mismo viernes, el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, había vuelto a insistir en que Ucrania necesita poder atacar objetivos militares situados dentro de la Federación Rusa para poder cambiar el curso de la guerra a su favor. “Cualquiera que vea en el mapa desde dónde lanza Rusia sus ataques, dónde entrena a sus tropas, mantiene a sus reservas y sitúa sus infraestructuras militares entiende claramente por qué Ucrania necesita capacidades de larga distancia”, dijo Zelenski durante un foro sobre seguridad celebrado en Kiev, informa Efe desde la capital ucrania.
El jefe del Estado ucranio recordó que transmitió con detalle este argumento al secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y al ministro de Exteriores británico, David Lammy, durante su visita a Kiev de este miércoles. “Después de nuestra conversación, pienso que no quedan preguntas sin responder sobre por qué Ucrania necesita suficientes capacidades de largo alcance”, agregó Zelenski.
El mandatario subrayó la importancia de que, además de obtener permiso para golpear con ellos dentro de Rusia, debe recibir suficiente armamento de esas características “para cambiar de verdad el curso de la guerra y obligar a Rusia a buscar la paz”.
“Cuando pedimos estos sistemas oímos repetidamente ‘estamos trabajando en ello”, afirmó Zelenski en el foro. “El tiempo pasa, pero los misiles rusos y los drones iraníes continúan sembrando el terror en nuestros cielos y entre nuestra gente”, remachó.
Biden critica los ataques de Trump a los inmigrantes: "Esto tiene que parar"
Antes de la reunión con el primer ministro británico, Keir Starmer, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tuvo un acto en la Casa Blanca sobre la excelencia negra. En él, respondió a los recientes ataques de Donald Trump a los inmigrantes, en particular a los de Springfield (Ohio), en su mayoría de origen haitiano. El expresidente agitó en el debate contra Kamala Harris un bulo sin base probatoria alguna, según el cual, los inmigrantes “se comen los perros, se comen los gatos, se comen las mascotas” de la gente, en una afirmación que se ha vuelto viral por lo descabellada.
“Hoy quiero tomarme un momento para decir algo”, comenzó, antes de citar a la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, “una orgullosa estadounidense de origen haitiano, una comunidad que está siendo atacada en nuestro país ahora mismo. Simplemente está mal. No hay lugar en América [para esto]. Esto tiene que parar, lo que está haciendo [Trump]. Tiene que parar”, dijo el presidente, indignado.
Los republicanos, con el candidato a vicepresidente J. D. Vance a la cabeza, también han aprovechado un accidente de tráfico en esa ciudad en la que una furgoneta conducida por un inmigrante haitiano mató a un niño de 11 años. La utilización política del caso ha asqueado a los padres del niño, que a principios de esta semana salieron a pedir a los republicanos que, por favor, dejasen de utilizar políticamente su tragedia. “Ojalá a mi hijo lo hubiera atropellado un hombre blanco de 60 años”, dijo el padre, porque así le habrían dejado en paz.
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