Orbán insta a Zelenski a declarar un alto el fuego antes de negociar la paz en su primer viaje a Ucrania
El primer ministro de Hungría, el líder europeo más prorruso, inaugura la presidencia rotatoria de la UE con una visita oficial a Kiev. Los dos países se comprometen a trabajar en un acuerdo de cooperación
El primer ministro de Hungría, el ultraconservador Viktor Orbán, viajó este martes a Ucrania en su primera visita al país desde que Rusia iniciara su ofensiva por tierra, mar y aire el 24 de febrero de 2022. El líder europeo más cercano a Moscú se reunió en Kiev con el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, y otros miembros de su gabinete. Hungría asumió este lunes ...
El primer ministro de Hungría, el ultraconservador Viktor Orbán, viajó este martes a Ucrania en su primera visita al país desde que Rusia iniciara su ofensiva por tierra, mar y aire el 24 de febrero de 2022. El líder europeo más cercano a Moscú se reunió en Kiev con el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, y otros miembros de su gabinete. Hungría asumió este lunes la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea. Orbán, en una comparecencia durante su encuentro con Zelenski, manifestó que ha solicitado al presidente ucranio que considere impulsar un alto el fuego que pueda, como consecuencia, acelerar unas posibles negociaciones de paz con Moscú. Los gobiernos de los dos países se han comprometido a trabajar en la firma de un futuro acuerdo de cooperación que fije las relaciones bilaterales.
“He aconsejado al presidente que considerara hacer algo un poco diferente: detener el fuego y luego dialogar con Rusia, porque un alto el fuego aceleraría el ritmo de estas negociaciones”, manifestó Orbán en su declaración a los medios, según recoge el diario Ukrainska Pravda. El jefe de Gobierno húngaro trasladó al presidente ucranio que el proceso de diálogo abierto para alcanzar un acuerdo de paz, que implicaría entre sus puntos el cese de las hostilidades, requiere mucho tiempo, por lo que habría que empezar por detener los ataques para luego impulsar las negociaciones. “Estoy muy agradecido al presidente por su franca opinión sobre este tema”, dijo finalmente Orbán sin ofrecer más detalles.
Zelenski no hizo mención a la propuesta del líder húngaro ni en su intervención ni en los mensajes en redes sociales. “[La reunión con Orbán] es una clara prueba de nuestras prioridades europeas comunes y de la importancia de devolver una paz justa a Ucrania y a toda Europa”, señaló el mandatario ucranio.
Durante su comparecencia conjunta, el primer ministro húngaro aseguró que esperaba mejorar los vínculos con Ucrania y firmar un acuerdo de cooperación bilateral amplio, un paso hacia delante en las relaciones entre los dos países, pero lejos aún de los pactos en materia de seguridad que Kiev ha sellado en los últimos meses con las principales potencias europeas, entre ellas, España. Zelenski señaló además que el encuentro podía servir como base para esa futura colaboración y afirmó que los dirigentes abordaron en su cita temas como el comercio, la cooperación transfronteriza, las infraestructuras y la energía.
Orbán, líder del partido ultraconservador húngaro Fidesz, ha sido el mandatario de la UE que más obstáculos ha puesto a la apertura de negociaciones entre Kiev y Bruselas para la futura adhesión ucrania al club comunitario, así como a la aprobación de nueva asistencia financiera (más de 6.000 millones de euros) a través de los activos congelados a Rusia. En junio, el dirigente húngaro se reunió con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y se comprometió a no bloquear las acciones de apoyo militar o financiero a Ucrania a cambio de mantenerse al margen de la ayuda de la Alianza a Kiev.
Uno de los puntos de fricción entre los dos países es el respeto a los derechos de la minoría húngara que reside en el suroeste de Ucrania. Budapest, que denuncia un clima de discriminación hacia este colectivo, reclama garantías de Kiev en el sistema de educación y el uso de la lengua húngara. Según ha informado el diario británico The Guardian, el viaje de Orbán a Kiev se ha hecho posible tras largas negociaciones sobre precisamente los derechos de esta minoría.
El primer ministro húngaro ha llegado a Kiev en un momento delicado, con un sector energético ucranio muy dañado —en un 80% de las infraestructuras— por los ataques de la artillería rusa y una presión fuerte tanto en el frente este como en la población civil, objetivo diario de las bombas. El presidente Zelenski, en su último mensaje de este lunes, en el que anticipaba los esfuerzos diplomáticos que se estaban realizando para mejorar sus sistemas de defensa antiaérea, afirmó además que los próximos meses se deberían demostrar “avances en el acercamiento de Ucrania a la UE”.
La visita del primer ministro húngaro, como líder de su país y como jefe de la presidencia rotatoria del Consejo de la UE, es un éxito en la batalla política del gabinete de Zelenski. Orbán es el único mandatario europeo, junto al canciller austriaco, Karl Nehammer, que se ha reunido con el presidente ruso, Vladímir Putin, desde que comenzó la actual ofensiva. El líder de Fidesz reafirmó el pasado octubre sus lazos y sintonía con el mandatario ruso durante una cumbre en Pekín sobre la Ruta de la Seda, en la que ambos hablaron de energía. El gigante energético ruso Rosatom construye una central nuclear en Hungría a partir de un contrato firmado en 2014.
Orbán contaba desde el pasado año con una invitación de Kiev para visitar el país, pero el líder ultraconservador ha tensado la cuerda hasta este martes. No ha sido, sin embargo, la primera vez que Zelenski y el primer ministro húngaro han departido cara a cara. La última vez fue el pasado jueves en Bruselas, en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno para elegir a la nueva cúpula de la UE. El pasado 10 de diciembre también se les vio conversar, de un modo bastante animado según recogieron las cámaras, durante el acto de investidura en Buenos Aires del presidente argentino, Javier Milei.
El dirigente ucranio invitó además al jefe de Gobierno húngaro a que asistiera a la cumbre de paz celebrada en Suiza a mediados de junio. Orbán declinó la invitación, pero envió a su ministro de Exteriores, Peter Szijjarto, que ha viajado en varias ocasiones a Moscú desde el inicio de la invasión a gran escala. Budapest estuvo, no obstante, entre los signatarios de la resolución acordada en Suiza.
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