Putin y Kim Jong-un sellan un pacto que incluye la defensa mutua en caso de agresión
El líder ruso afirma en su primera visita a Corea del Norte en 24 años que “no excluye” la cooperación técnico-militar con Pyongyang
El presidente ruso, Vladímir Putin, y el dictador norcoreano, Kim Jong-un, han sellado este miércoles en Pyongyang un “acuerdo de asociación estratégica” que incluye un pacto de “defensa mutua en caso de agresión”, según ha explicado el mandatario ruso tras concluir el encuentro. El tratado permite elevar la interacción entre ambos países “a un nuevo nivel” y toca todo tipo de sectores, del comercio a la seguridad. El pacto aumen...
El presidente ruso, Vladímir Putin, y el dictador norcoreano, Kim Jong-un, han sellado este miércoles en Pyongyang un “acuerdo de asociación estratégica” que incluye un pacto de “defensa mutua en caso de agresión”, según ha explicado el mandatario ruso tras concluir el encuentro. El tratado permite elevar la interacción entre ambos países “a un nuevo nivel” y toca todo tipo de sectores, del comercio a la seguridad. El pacto aumentará la inquietud de Occidente ante el entendimiento de dos países con arma nuclear y alineados en la guerra de Ucrania. El mandatario ruso, de hecho, ha ligado el acercamiento entre los dos países al apoyo occidental a Ucrania contra la invasión rusa. Tras subrayar que Estados Unidos ya suministra armamento de alta precisión y aviones F-16 a Kiev para golpear territorio ruso, ha añadido que Moscú “no excluye el desarrollo [...] de la cooperación técnico militar con Corea del Norte”, según ha recogido Reuters. Kim ha asegurado que el pacto es “estrictamente amante de la paz y defensivo” en su naturaleza.
Los relojes de Moscú y Pyongyang, dos países aislados por buena parte de la comunidad internacional, se han ido acompasando fruto de la necesidad. Uno, por la invasión de Ucrania; otro, por su programa nuclear. En su primera visita al país vecino en 24 años, el ruso ha aprovechado la comparecencia al término del cara a cara con Kim para pedir la revisión del sistema de restricciones impuesto por el Consejo de Seguridad de la ONU a Corea del Norte. “Seguiremos oponiéndonos a la práctica del estrangulamiento mediante sanciones como herramienta que Occidente acostumbra a utilizar para mantener su hegemonía”.
La entrevista formal entre ambas delegaciones ha comenzado este miércoles por la mañana (hora local) en Pyongyang con soflamas antioccidentales. “Apreciamos mucho su apoyo constante e inquebrantable a la política rusa, incluida la vertiente ucrania”, le ha dicho el ruso al norcoreano, al comienzo del cara a cara. “Me refiero a nuestra lucha contra la política hegemónica impuesta durante décadas, la política imperialista de Estados Unidos y sus satélites contra la Federación Rusa”, ha añadido Putin.
Kim ha asegurado que las relaciones entre Corea del Norte y Rusia están entrando en un periodo de “nueva gran prosperidad”, y ha expresado su “pleno apoyo y solidaridad al Gobierno, al ejército y al pueblo rusos en la ejecución de la operación militar especial en Ucrania”.
Washington, que sospecha que Corea del Norte está suministrando municiones a Rusia, ve en el viaje del presidente ruso un signo de “desesperación” —palabra empleada el martes por el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken— de Moscú por garantizarse el suministro de armamento. Los servicios de inteligencia de Corea del Sur estiman que Pyongyang ha podido enviar a Rusia casi cinco millones de proyectiles en secreto y decenas de misiles balísticos. EE UU cifra en 11.000 los contenedores enviados para el transporte de esta munición. La línea de suministros, vital para una Rusia que pierde fuelle tras más de dos años de invasión en Ucrania, presuntamente comenzó después de la visita de Kim a Rusia en septiembre.
Preocupa, además, lo que Moscú estaría entregando a cambio a un país aislado y golpeado por las sanciones internacionales debido a su programa nuclear. EE UU ha denunciado el incremento de exportaciones de petróleo ruso refinado por encima de los límites fijados por Naciones Unidas, y la OTAN expresó el martes —por boca de su secretario general, Jens Stoltenberg— su temor a un “apoyo potencial” ruso a los programas atómicos y de misiles norcoreanos.
El ministro de Defensa de Corea del Sur, Shin Wonsik, ha asegurado que Rusia ha suministrado a Corea del Norte tecnología para ayudarla en sus planes de desplegar una serie de satélites espía, además de armas convencionales como tanques y aviones, según Bloomberg.
El encuentro entre los líderes ha arrancado tras una recepción oficial a lo grande en la plaza de Kim Il-sung, en el centro de la capital norcoreana. Imágenes de la ceremonia al aire libre muestran los edificios decorados con banderas de ambas naciones y una plataforma en el centro con los retratos de Kim y Putin. Ha habido desfiles, bailes, himnos tocados por bandas militares y saludos oficiales. Luego, se han subido a un coche oficial de techo descubierto y se han marchado saludando hacia el palacio de Kumsusan.
En el encuentro formal, los líderes han firmado el nuevo acuerdo de asociación estratégica integral. Antes de hacerlo público, Putin ha asegurado que se trataba de “un nuevo documento fundamental” que delineará las bases de las relaciones bilaterales a largo plazo. Artyom Luki, un analista de la Universidad Federal del Extremo Oriente citado por la agencia Reuters, ha asegurado que, dependiendo del texto literal del pacto —que no ha sido publicado de inmediato— podría suponer un cambio profundo en la situación estratégica de Asia nororiental.
Tras la rúbrica del nuevo acuerdo, los dos dirigentes se han subido a una limusina de la marca de lujo rusa Aurus y han dado un paseo con Putin al volante y Kim de copiloto. El ruso le ha entregado al norcoreano uno de estos vehículos como regalo.
Putin fue recibido por Kim en la madrugada del miércoles (hora local), en el aeropuerto a pie de pista. Luego, los mandatarios compartieron un trayecto en coche en el que se confiaron sus pensamientos “más íntimos” y la intención de elevar su relación, entre cuyos objetivos se encuentra la promoción de “un mundo multipolar”, según la agencia estatal de noticias norcoreana, KCNA.
Antes de aterrizar, Putin aseguró que pretende crear con su vecino un sistema de intercambios propio con el que sortear el nudo cada vez más sofocante de las sanciones. “Desarrollaremos mecanismos alternativos de comercio y de acuerdos mutuos no controlados por Occidente, nos opondremos conjuntamente a las restricciones unilaterales ilegítimas”, propuso el martes en un artículo en la prensa estatal norcoreana.
El mandatario ruso, que este miércoles ha viajado a Vietnam desde Corea del Norte, ha ido a Pyongyang acompañado por una nutrida delegación que incluye al ministro de Defensa, Andréi Belúsov; el de Exteriores, Serguéi Lavrov; los de Recursos Naturales, Sanidad y Transportes, además de responsables de la agencia espacial rusa y la de ferrocarriles, y el viceprimer ministro Alexander Novak, hombre clave en materia de energía.
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