La coalición liderada por la ultraderecha en Países Bajos propone a un primer ministro con perfil técnico

Dick Schoof, exdirector de los servicios secretos, encabezará el primer Ejecutivo con el partido de Wilders como fuerza mayoritaria

Dick Schoof, el pasado enero en Ámsterdam.Alamy Stock Photo

La coalición de cuatro partidos de derecha que se dispone a gobernar en Países Bajos —con el partido del líder ultra Geert Wilders en cabeza— se ha puesto de acuerdo este martes sobre el candidato a primer ministro tras casi seis meses de negociaciones. Se trata de Dick Schoof, de 67 años, que es hoy el funcionario de mayor rango del Ministerio de Justicia y tiene perfil técnico. Antes dirigió el Servicio General de Intelig...

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La coalición de cuatro partidos de derecha que se dispone a gobernar en Países Bajos —con el partido del líder ultra Geert Wilders en cabeza— se ha puesto de acuerdo este martes sobre el candidato a primer ministro tras casi seis meses de negociaciones. Se trata de Dick Schoof, de 67 años, que es hoy el funcionario de mayor rango del Ministerio de Justicia y tiene perfil técnico. Antes dirigió el Servicio General de Inteligencia y Seguridad (AIVD, en sus siglas neerlandesas) y fue el Coordinador Nacional para la Lucha contra el Terrorismo (NCTV). Schoof supone una figura de consenso que permite seguir adelante con las negociaciones para cubrir el resto de los puestos ministeriales.

La figura del primer ministro es esencial en esta fase de la formación de Gobierno: sin saber de quién se trata es más difícil formar el futuro Consejo de Ministros. De confirmarse, Schoof dirigirá el primer Ejecutivo liderado por la ultraderecha en Países Bajos, aunque su representante (Wilders, el candidato más votado en las elecciones de noviembre) renunció en marzo a convertirse en primer ministro para allanar la formación de Gobierno a la vista del rechazo que suscitaba en las otras fuerzas de derecha que conformarán el Ejecutivo.

En su presentación como candidato, Schoof ha reconocido que su nombre “puede ser una sorpresa”. “El funcionamiento del Estado de derecho ha guiado mi carrera y quiero ser el primer ministro de todos los neerlandeses”, ha asegurado. Durante su primera rueda de prensa como político, Schoof ha sido preguntado varias veces “quién será el jefe” en el nuevo Ejecutivo, ya que él ha sido propuesto por Wilders al haber ganado los pasados comicios. “Eso es irrelevante. Me lo han pedido los cuatro partidos”, ha declarado. “Es necesario recuperar la confianza de la ciudadanía y trabajar en temas de asilo, migración y seguridad social”.

También ha dicho que Mark Rutte, primer ministro saliente, “es una fuente de inspiración”. “Aunque lo haré a mi manera”, ha recalcado. Frans Timmermans, líder de la alianza entre socialdemócratas y ecologistas, principal grupo de la oposición, sostiene que Schoof “es el candidato de Wilders”.

Schoof militó en la socialdemocracia, aunque ya no tiene carné del partido y ha desarrollado su carrera como alto funcionario del Estado. Su trayectoria es distinta a la del liberal Mark Rutte, que ascendió desde las juventudes de su partido (VVD) y fue antes diputado y secretario de Estado. En una entrevista concedida este marzo a la revista liberal de izquierda De Groene Amsterdammer, Schoof pidió “un poco más de reflexión” ante los resultados electorales del pasado 22 de noviembre que dieron la victoria al Partido por la Libertad, de Wilders. “El Estado de derecho y la democracia siempre están sujetos a cambios”, dijo. Respecto a la caída del anterior Gobierno por diferencias en las normas de asilo, señaló: “La política decide, no la función pública”.

Schoof conoce bien el funcionamiento del Ejecutivo y no solo ha estado en contacto estrecho con el Gobierno en sus años al frente de los servicios secretos y la lucha antiterrorista. Tiene, además, gran experiencia como gestor de crisis, entre ellas la desatada por la tragedia del vuelo MH17 de las líneas aéreas malasias, abatido en 2014 sobre Ucrania por un misil de fabricación rusa. El avión despegó del aeropuerto de Ámsterdam y fallecieron sus 298 ocupantes; 196 eran de nacionalidad neerlandesa. Schoof coordinaba entonces la lucha antiterrorista en Países Bajos. Dirigió a su vez el Servicio de Inmigración y Naturalización y este es uno de los apartados más conflictivos del plan de Gobierno presentado por la coalición de derechas. El nuevo Ejecutivo prevé pedir permiso a la Comisión Europea para no participar en la política comunitaria de asilo y migración.

Las cuatro formaciones que integrarán la coalición neerlandesa son el Partido por la Libertad (PVV) de Wilders, Nuevo Contrato Social, con el exdemocristiano Pieter Omtzigt a la cabeza; el Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD), que es el de Rutte aunque liderado hoy por Dilan Yesilgöz; y el Movimiento Campesino-Ciudadano (BBB) de Caroline van der Plas. Con Wilders como fuerza mayoritaria, se definen como “un socio constructivo” de la Unión Europea, a la vez que “muy crítico” con una mayor expansión de la UE.

El anuncio acerca de Schoof llega poco después del fiasco del aspirante anterior, el socialdemócrata Ronald Plasterk, que tuvo que retirarse porque se investiga la forma en que gestionó unas patentes —a su nombre— de una terapia contra el cáncer desarrollada con fondos públicos y en asociación con el University Hospital de Ámsterdam. Plasterk no llegó a ser nominado oficialmente, pero las dudas sobre su integridad desbarataron su candidatura. Es experto en genética molecular y fue ministro de Educación y del Interior.

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