El juez amenaza con echar a Trump de su juicio de difamación en Nueva York por no callarse

El expresidente acude a una vista de la demanda presentada por E. Jean Carroll, de la que abusó sexualmente, según un jurado

E. Jean Carroll, a su llegada al juzgado para la segunda sesión del juicio de su demanda por difamación contra Donald Trump.SHANNON STAPLETON (REUTERS)

Entre los caucus de Iowa del lunes y las primarias de Nuevo Hampshire del próximo martes, el expresidente de Estados Unidos Donald Trump asiste esta semana a un juicio por difamación en Nueva York por una demanda de la escritora y periodista E. Jean Carroll. Un jurado popular ya declaró que Trump abusó de ella y ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Entre los caucus de Iowa del lunes y las primarias de Nuevo Hampshire del próximo martes, el expresidente de Estados Unidos Donald Trump asiste esta semana a un juicio por difamación en Nueva York por una demanda de la escritora y periodista E. Jean Carroll. Un jurado popular ya declaró que Trump abusó de ella y le condenó a pagar cinco millones de dólares, pero ahora se juzga si Trump la difamó después de que ella denunciase la agresión sexual. Este miércoles, en la segunda sesión del juicio, Trump no paraba de hacer comentarios en voz durante la declaración de E. Jean Carroll y el juez ha amenazado con expulsarle de la sala si no se callaba. “Me encantaría”, ha contestado Trump.

E. Jean Carroll, que ahora tiene 80 años, ha declarado que Trump destrozó su reputación después de que ella le acusara de abusos sexuales, pero lo ha hecho entre constantes intervenciones de Trump, que hablaba con sus abogados, pero en un tono audible para los presentes en la sala. El juez Lewis A. Kaplan le ha dicho al expresidente que su derecho a estar presente en el juicio sería revocado si seguía interrumpiendo. Después de una advertencia inicial, el abogado de Carroll dijo que todavía se podía escuchar a Trump haciendo comentarios a sus abogados, incluyendo “es una caza de brujas” y “realmente es una estafa”, según entrecomillados que recoge la agencia Associated Press.

“Señor Trump, espero no tener que considerar excluirlo del juicio”, ha dicho Kaplan en un intercambio después de que el jurado saliese para almorzar, y agregó: “Entiendo que probablemente esté deseando que lo haga”. “Me encantaría”, ha replicado Trump, encogiéndose de hombros sentado en la mesa de la defensa entre sus abogados. “Sé que le gustaría. No puede controlarse en estas circunstancias, por lo visto”, respondió Kaplan. “Usted tampoco puede”, murmuró Trump.

La advertencia del juez llegó después de que el abogado de Carroll, Shawn Crowley, se quejara por segunda vez de que se oía a Trump “decir en voz alta cosas que son falsas”. Entre sus comentarios, dijo Crowley, estaban que la que fue columnista de la revista Elle estaba mintiendo sobre el ataque y que parecía haber “recuperado la memoria.” Crowley señaló que si los abogados de Carroll podían oír a Trump desde donde estaban sentados, a casi cuatro metros de él, los miembros del jurado podrían haberle oído también.

“Solo voy a pedir al señor Trump que tenga especial cuidado en bajar la voz cuando hable con los abogados para asegurarse de que el jurado no le oye”, dijo Kaplan antes de que los miembros del jurado volvieran a la sala tras el descanso matinal, recoge Associated Press. Antes, sin el jurado en la sala, se pudo ver a Trump golpeando con la mano la mesa de la defensa y pronunciando la palabra “hombre”, cuando el juez volvió a rechazar la petición de su abogado de que el juicio se suspendiera el jueves para que pudiera asistir al funeral de su suegra en Florida. Las sesiones del juicio están abiertas a la prensa y al público, pero no se retransmiten por internet ni televisión.

Carroll contó en su libro ¿Para qué necesitamos a los hombres? Una humilde propuesta que Trump la había violado en los probadores de unos grandes almacenes de lujo de Manhattan en 1995 o 1996. Por entonces, Carroll presentaba el programa televisivo Pregúntele a E. Jean, inspirado en su famosa columna de la revista Elle, un exitoso consultorio sexual y sentimental.

Trump, que era presidente cuando se publicó el libro, respondió a las acusaciones diciendo que nunca podría haber ocurrido porque Carroll “no era su tipo”. Sus comentarios llevaron a Carroll a presentar una demanda por difamación contra él, pero esa demanda se enredó en los tribunales de apelación en una disputa legal sobre si Trump estaba protegido de las reclamaciones legales por los comentarios realizados mientras era presidente. Carroll no había podido demandar directamente por la violación al expresidente por los años transcurridos desde los hechos, pero en noviembre pasado presentó en Nueva York una nueva demanda contra el expresidente, aprovechando la entrada en vigor una nueva ley estatal, la Ley de Supervivientes Adultos, que permitía a las víctimas de violencia sexual demandar por la vía civil por ataques ocurridos hace décadas.

De ahí llegó la condena por abusos sexuales de mayo pasado. El jurado determinó que no hubo violación, pero sí abuso sexual, y fijó la cuantía de la indemnización en cinco millones de dólares.

En su declaración de este miércoles, Carroll se ha quejado del daño a su reputación que le han provocado las palabras de Trump. “He pagado todo lo que se puede pagar”, ha dicho, según palabras recogidas por Associated Press. Dijo que el vitriolo de Trump hacia ella no ha cesado, señalando múltiples mensajes en las redes sociales que ha publicado sobre ella en los últimos días. “Mintió el mes pasado. Mintió el domingo. Mintió ayer. Y estoy aquí para recuperar mi reputación”, dijo Carroll.

Carroll ha dicho que ha recibido una avalancha de amenazas de muerte, lo que la ha llevado a comprar balas para una pistola que heredó de su padre, instalar una valla electrónica y advertir a sus vecinos de las amenazas, entre otras medidas. También ha ido con escolta al juicio esta semana y el pasado mayo y dijo que había pensado a menudo en contratar seguridad más a menudo para que la acompañara. “¿Por qué no lo hace?”, le preguntó su abogada. “No puedo permitírmelo”, respondió Carroll.

Por la tarde, tras acabar la sesión, Trump ha comparecido brevemente ante la prensa y ha dicho que el encargado del caso es “una persona desagradable“, “un juez desagradable“, “un tipo que odia a Trump”. El expresidente le ha criticado por no suspender la sesión de este jueves para que él pudiera asistir al funeral de su suegra en Florida.

Sigue toda la información internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.

Sobre la firma

Más información

Archivado En