Putin describe problemas persistentes en su ejército: la ineficacia de sus antiaéreos y la carencia de satélites y misiles

El ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, informa de que sus tropas han minado unos 7.000 kilómetros cuadrados de Ucrania

El presidente ruso, Vladímir Putin, repasa el estado de su ofensiva sobre Ucrania con la plana del Ministerio de Defensa este 19 de diciembreSPUTNIK (via REUTERS)

El presidente ruso, Vladímir Putin, ha reconocido varios puntos flacos de su ejército cuando su invasión de Ucrania está a punto de cumplir dos años. Entre otros fallos, la escasa cobertura de sus satélites de espionaje y telecomunicaciones no solo sobre Ucrania, “sino a nivel mundial”, y su seria carencia de drones, según ha asegurado el mandatario a su alto mando, al que ha pedido que ponga su atención sobre ...

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El presidente ruso, Vladímir Putin, ha reconocido varios puntos flacos de su ejército cuando su invasión de Ucrania está a punto de cumplir dos años. Entre otros fallos, la escasa cobertura de sus satélites de espionaje y telecomunicaciones no solo sobre Ucrania, “sino a nivel mundial”, y su seria carencia de drones, según ha asegurado el mandatario a su alto mando, al que ha pedido que ponga su atención sobre Finlandia, unida a la OTAN este año en un proceso exprés tras la guerra desatada por el Kremlin contra Kiev. El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, ha reconocido por su parte que el territorio ucranio ha sido profusamente minado por sus tropas al fortificarse: “A lo largo de toda la línea de contacto, que tiene más de 2.000 kilómetros, se han creado unos 7.000 kilómetros cuadrados de campos de minas”.

“La dirección de la operación militar especial [el nombre oficial ruso de la guerra contra Ucrania] ha revelado problemas”, ha señalado Putin este martes. “Debemos reestructurar seriamente el funcionamiento del sistema de comunicaciones, utilizar de manera mucho más eficiente los medios modernos de reconocimiento, designación de objetivos y guerra de contrabatería, y aumentar nuestra constelación de satélites, no solo en el Distrito Militar Noroeste [la zona adyacente a Finlandia], sino también a nivel global”, ha manifestado el presidente ruso a sus generales.

Este sería uno de los puntos débiles de las fuerzas rusas. Otro, según Putin, es su carencia de munición y drones. “Es necesario aumentar seriamente la producción de proyectiles de alta precisión y de diversos tipos de drones”, ha advertido el líder ruso a sus mandos. “Todavía hay que trabajar en ello”, ha hecho hincapié antes de citar otra más de sus flaquezas: “La defensa aérea también requiere mejoras”.

“Por supuesto, nuestros conocidos sistemas Pantsir, Buk, S-300 y S-400 funcionan sin fallos (...) pero a lo que no prestamos atención antes es a los drones pequeños. También causan daños y esto no debería pasarse por alto bajo ninguna circunstancia”, aseveró Putin. Este mismo martes, Moscú puso en alerta sus aeropuertos y suspendió varios vuelos después de que sus fuerzas derribasen un dron en las inmediaciones del suburbio de Odintsovo.

Además, la red de satélites rusa anda muy a la zaga de la estadounidense. El Kremlin lanzó en 2015 el programa Sfera, una versión autóctona de la telaraña de Internet por satélite de Elon Musk, con la previsión de desplegar 640 minisatélites en 2030, frente a los casi 5.000 de los que ya dispone su rival norteamericano —y seguirá ampliando hasta los 12.000—. Según los datos de la agencia espacial rusa, Roscosmos, Moscú disponía de algo más de 160 aparatos en el espacio a finales del pasado año.

Los problemas se acumulan para la corporación espacial rusa: el jefe de contabilidad de ISS Reshetnev, la filial responsable de Glonass, el GPS ruso, se suicidó este fin de semana. Las causas de su muerte aún no han sido determinadas. Su compañía era un reflejo del impacto de las sanciones en el desarrollo tecnológico ruso: la empresa había perdido alrededor de 80.000 millones de rublos, más de 800 millones de euros, en los últimos dos últimos años.

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Putin también admitió que existen problemas en los pagos a los combatientes del frente. El Kremlin niega que vaya a decretar una nueva movilización masiva y confía en los generosos salarios que ofrece actualmente a los voluntarios, unos 200.000 rublos al mes (2.000 euros al cambio actual y cuatro veces el ingreso medio de la población) a los que se suman unas enormes compensaciones a las familias si mueren. Sin embargo, algunos pagos no llegan: “Todos los defensores de Rusia, las familias de nuestros héroes caídos y nuestros camaradas deben recibir las mismas garantías. Esto es justicia y fraternidad”, señaló el líder ruso.

Tensión con Finlandia y Polonia

La OTAN recibió varias solicitudes de adhesión tras la invasión rusa de Ucrania en el 2022, pero Putin considera a la Alianza Atlántica culpable de su expansión entre los países vecinos. “La actividad del bloque militar de la OTAN ha aumentado considerablemente. Se han desplegado importantes fuerzas de los Estados Unidos, incluidos aviones, en nuestras fronteras y ha aumentado el número de tropas de la alianza en Europa central y oriental. Finlandia ya se ha unido a la OTAN y Suecia planea hacerlo. De hecho, esta es la siguiente etapa en el acercamiento de la Alianza a nuestras fronteras”, aseveró Putin a sus comandantes.

Otra supuesta amenaza en el imaginario del Kremlin es Polonia, también miembro de la OTAN. Putin aseguró durante su discurso que Rusia “ha sido el único garante de la unidad y soberanía de Ucrania”. Según el argumentario del presidente ruso, que cree artificial la existencia de Ucrania; Stalin “regaló” sus territorios occidentales a Kiev, incluida Leópolis, después de la Segunda Guerra Mundial. “La gente que vive allí ―mucha, eso lo sé con certeza― quiere regresar a su patria histórica; y aquellos países que han perdido estos territorios, principalmente Polonia, sueñan con recuperarlos”, declaró el líder ruso antes de enviar otra amenaza a Occidente: “La historia pondrá todo en su lugar. No intervendremos, pero tampoco renunciaremos a lo que tenemos. Esto es lo que todos deben entender”.

Han pasado casi dos años desde el inicio de la ofensiva rusa y el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, ha destacado la evolución de sus Fuerzas Armadas. Además de incidir en que sus efectivos se han fortificado tras campos de minas “de más de 600 metros de profundidad”, según apuntó el alto cargo. “Han cambiado seriamente las tácticas de combate de las armas combinadas con las unidades de asalto y aeronaves no tripuladas. Además, cada ejército tiene su propio regimiento de reserva”, agregó.

Shoigú ofreció un aluvión de cifras sobre el frente no contrastadas por otras fuentes. Según sus números, más del 98% de sus heridos se recuperan y “más de 650.000 militares han obtenido ya experiencia de combate”. El ministro no informó de sus cifras de bajas, pero sí estimó las pérdidas ucranias en 383.000 muertos y heridos. La última vez que el Ministerio de Defensa ruso ofreció una cifra oficial de sus víctimas fue en septiembre de 2022, justo el día que Putin anunció su movilización. Entonces, Moscú aseguraba haber sufrido solo 5.937 muertes.

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