EE UU acusa a un agente indio de liderar un complot para asesinar a un líder sij en Nueva York
La trama se ha convertido en un motivo de tensiones diplomáticas entre Washington y Nueva Delhi en un momento en el que ambos países intentan estrechar lazos frente a China
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha imputado a un agente del Gobierno indio como líder de una trama para asesinar a un líder separatista de la minoría sij en Nueva York. Los supuestos planes para cometer el crimen se han convertido en una fuente de tensiones diplomáticas entre Washington y Nueva Delhi, en momentos en los que la Administración del presidente Joe Biden ...
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha imputado a un agente del Gobierno indio como líder de una trama para asesinar a un líder separatista de la minoría sij en Nueva York. Los supuestos planes para cometer el crimen se han convertido en una fuente de tensiones diplomáticas entre Washington y Nueva Delhi, en momentos en los que la Administración del presidente Joe Biden trata de estrechar lazos con la del primer ministro Narendra Modi para presentar un frente común ante el auge de China.
El pliego de cargos que han presentado los fiscales este miércoles en un juzgado en Manhattan acusa al agente, que trabajaba en el área de seguridad e inteligencia del Gobierno indio, de dar órdenes a otra persona, Nikhil Gupta, de 52 años, para que perpetrase el atentado. El complot es similar al que mató a otro líder sij en junio en Canadá, Hardeep Singh Nijjar; en este caso, el primer ministro de ese país, Justin Trudeau, también ha apuntado a las autoridades indias como responsables. Esa denuncia precipitó una crisis diplomática entre Nueva Delhi y Ottawa.
Los fiscales federales no han facilitado el nombre del funcionario indio (que no se encuentra en EE UU) supuestamente implicado en la trama. Gupta, el supuesto secuaz, fue detenido por las autoridades checas en junio, lo que desbarató el complot, y se encuentra a la espera de extradición. Afronta dos cargos de asesinato y de conspiración para perpetrar un asesinato, que pueden costarle un máximo de 20 años de cárcel.
“El acusado conspiró desde la India para asesinar, aquí mismo en la ciudad de Nueva York, a un ciudadano estadounidense de origen indio que se ha pronunciado públicamente en favor del establecimiento de un Estado soberano para los sijs”, ha denunciado el fiscal federal en Manhattan Damian Williams en un comunicado.
El pliego de cargos no incluye el nombre del supuesto objetivo de la trama. Pero funcionarios de la Administración del presidente Joe Biden ya adelantaron la semana pasada la existencia de una trama que buscaba el asesinato del líder independentista Gurpatwant Singh Pannum, ciudadano estadounidense y residente en Nueva York. Pannum es el representante legal de Sijs por la Justicia, una organización con sede en EE UU que defiende la creación de un Estado para la minoría sij (Jalistán) en el Punjab, en el noroeste de India.
En un comunicado, la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Adrienne Watson, indicó la semana pasada que la Casa Blanca toma “muy en serio” este tipo de denuncias y había planteado la situación a Nueva Delhi “en los niveles más altos”. El Gobierno indio aseguró, por su parte, que su política no incluye ese tipo de actuaciones.
El consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, se reunió el pasado agosto con su homólogo indio, Ajit Doval, para plantearle las preocupaciones de su país por el caso. Algo que repitió el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidense, William Burns, en un viaje a Nueva Delhi el mismo mes. El propio presidente Biden sacó a relucir el asunto en sus reuniones con las autoridades del país del sur asiático durante la cumbre del G-20 en la capital india en septiembre.
Según los fiscales, el funcionario indio había establecido tiempo atrás contacto con Gupta, que le contó que traficaba con armamento y con drogas. El pasado mayo, le reclutó para perpetrar el crimen. Gupta se puso a su vez en contacto con otra persona, a la que él creía con un historial delictivo similar al suyo, para que le ayudara a contratar a un asesino a sueldo a cambio de 100.000 dólares. Pero esa persona, en realidad, era un agente infiltrado del Departamento Estadounidense Antidrogas (DEA).
Un día después del asesinato de Nijjar, Gupta envió un mensaje al agente de la DEA en el que le decía que este líder “era uno de los objetivos”. Y presumió: “Tenemos muchos objetivos”.
En un comunicado este miércoles, el Ministerio de Exteriores indio ha asegurado que “toma muy en serio” la información procedente de Estados Unidos y el mes pasado ya formó un comité de investigación “de alto nivel” para indagar el caso.
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