Maduro desempolva el reclamo sobre la soberanía venezolana en la Guayana Esequiba
El presidente pretende hacer un referéndum el 3 de diciembre sobre el territorio, aunque el caso está ya en la Corte Internacional de Justicia
Estable en el poder, pero con unos índices de popularidad en sus niveles más bajos en una década, Nicolas Maduro adelanta, con cierto éxito, una vigorosa campaña para posicionar la causa de la recuperación de la Guayana Esequiba, un histórico reclamo territorial que tiene Venezuela con la vecina República Cooperativa de Guyana desde los tiempos en los que esta nación era una una colonia británica. El interés de Maduro atiende a razones políticas, pero no solo:...
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Estable en el poder, pero con unos índices de popularidad en sus niveles más bajos en una década, Nicolas Maduro adelanta, con cierto éxito, una vigorosa campaña para posicionar la causa de la recuperación de la Guayana Esequiba, un histórico reclamo territorial que tiene Venezuela con la vecina República Cooperativa de Guyana desde los tiempos en los que esta nación era una una colonia británica. El interés de Maduro atiende a razones políticas, pero no solo: desde 2015, Guyana ha descubierto importantes reservas de petróleo en zonas que Venezuela reclama, y ha ofrecido a Exxon Mobil todas las ventajas para explotarlo.
Desde entonces, los guyaneses se alejaron del paraguas de PetroCaribe, iniciativa de Hugo Chávez que ofrecía a las naciones pequeñas de la subregión petróleo venezolano en oferta y con cómodas condiciones de pago. Y en medio de la expansión económica que vive Guayana, acudió a la Corte Internacional de Justicia con el objeto de zanjar definitivamente el tema de la pertenencia del Esequibo. La Corte ha admitido el caso y los argumentos guyaneses.
Mientras el Gobierno de Maduro sigue defendiendo su nombre en un juicio en la Corte Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad, y termina de digerir el impacto del inesperado éxito de las elecciones primarias de la oposición, ensaya esta nueva huida hacia adelante. Ha ordenado desplegar todos los tentáculos del Estado revolucionario para promover un referéndum consultivo a la población sobre la soberanía venezolana en el territorio en disputa. La cita tendrá lugar este 3 de diciembre.
Para el despliegue de esta campaña, los poderes del chavismo han funcionado de forma sincronizada. De pronto, la hasta hace poco olvidada causa del Esequibo se convirtió en un norte prioritario y los ecos incluso han despertado sensibilidades e interés en sectores de la oposición.
El presidente del Consejo Nacional Electoral, Elvis Amoroso, ha hecho públicas las preguntas que serán sometidas a la población, y se ha reunido con el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino, con el objeto de planificar los aspectos logísticos de la consulta. Padrino ha publicado varios videos en las redes sociales invitando a la población a involucrarse en el tema y participar.
Ahora, todos los días se promueven etiquetas en las redes reivindicando la soberanía venezolana en el Esequibo. Intentando motivar de nuevo a su militancia, el oficialismo ha convocado varias manifestaciones “de unión nacional”, procurando también involucrar a artistas y miembros del mundo del entretenimiento. El más notorio de ellos tuvo lugar en el Teatro Teresa Carreño, en el cual estuvieron presentes todos los gobernadores de Estado, incluyendo los cuatro que son de la oposición. “Estamos convocados a la defensa de un territorio que nos fue dado gracias a la lucha de nuestros libertadores”, dijo Maduro esa noche. Jorge Rodríguez, presidente del Parlamento, el operador político por excelencia de Miraflores, ha afirmado que “es hora de dejar de lado todas las parcialidades, las políticas, religiosas o personales”.
“Venezuela está pagando el error diplomático de los tiempos de Hugo Chávez, que supuso haber descuidado las controversias pendientes con Guyana en el lapso 2004-2014, tiempo en el cual Maduro era su canciller”, afirma Kenneth Ramírez, abogado internacionalista y presidente del Consejo Venezolano de Relaciones Internacionales. “Guyana lo que ha hecho es aprovechar ese descuido. Chávez le redujo volumen a esa reclamación y propuso una cooperación petrolera a Guyana para apalancar un liderazgo continental, a través de PetroCaribe. Además de conseguir votos en la OEA para blindarse en caso de cuestionamientos¨.
El reclamo sobre el descuido de Chávez con el contencioso del Esequibo fue denunciado reiteradamente por la oposición venezolana en la década pasada, muy especialmente por María Corina Machado, Leopoldo López y Andres Velasquez.
La Guayana Esequiba es un extenso territorio selvático de 150.000 kilómetros cuadrados, que comprende más de dos tercios del actual territorio guyanés, país que lo tiene bajo su jurisdicción. Si bien no fue un territorio explotado ni poblado por España, perteneció a Venezuela hasta bien entrado el siglo XIX.
Al tomar control de la colonia a los holandeses y decretar el nacimiento de la Guyana Británica, en 1831, los ingleses estimularon la repoblación de las zonas con nativos guyaneses en un momento en el cual Venezuela no podía atender el problema por la ruina en la que quedó el país tras la guerra de independencia.
Tras sucesivas negociaciones sin acuerdos, Venezuela y Gran Bretaña acudieron a la justicia internacional, y en el laudo arbitral del París de 1899, un tribunal -para muchos, de manera amañada-, dictó sentencia a favor de los ingleses. Desde entonces, los mapas de Venezuela rotulan el territorio del Esequibo en la llamada “zona en reclamación”. “Con el referéndum, Maduro busca disimular los errores cometidos en el pasado y evitar los costos de una sentencia adversa a Venezuela, lo cual sería una tremenda irresponsabilidad”, afirma Ramírez.
Eglee González Lobato, politólogo y abogado de la Universidad Central de Venezuela, apunta que “el tema del Esequibo no es nuevo, ha estado presente en todos los proyectos de acuerdo de las conversaciones chavismo-oposición de estos años”. “Es muy difícil no darle una interpretación electoral a este proceso. Se adelanta apenas termina la consulta primaria de la oposición, que tiene que haber encendido la alerta en el PSUV. El Esequibo le permite al Gobierno hacer un examen del estado de sus filas y calibrar la capacidad de movilización de sus gobernadores. Es una herramienta de escape muy parecida a la Asamblea Constituyente de 2017″, dice Lobato.
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