El gobernador de California eleva su perfil internacional con una reunión en China con Xi Jinping

El encuentro de Gavin Newsom con el líder asiático alimenta las versiones de que el mandatario prepara una eventual carrera a la presidencia

El gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, se entrevista con el mandatario chino Xi Jinping en Pekín.

¿Quiere ser Gavin Newsom presidente de Estados Unidos? La pregunta ha cobrado relevancia esta semana después de que el gobernador de California concluyera una gira internacional. En una semana, el mandatario local se reunió con dos líderes mundiales. Primero con Benjamín Netanyahu, el primer ministro de Israel, en pleno conflicto con Hamás y después culminó un viaje a Asia con un encuentro con Xi Jinping. Se convirtió en el primer gobernador de Estados Unidos que visita la capital del gigante asiático en cuatro años. El en...

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¿Quiere ser Gavin Newsom presidente de Estados Unidos? La pregunta ha cobrado relevancia esta semana después de que el gobernador de California concluyera una gira internacional. En una semana, el mandatario local se reunió con dos líderes mundiales. Primero con Benjamín Netanyahu, el primer ministro de Israel, en pleno conflicto con Hamás y después culminó un viaje a Asia con un encuentro con Xi Jinping. Se convirtió en el primer gobernador de Estados Unidos que visita la capital del gigante asiático en cuatro años. El encuentro, celebrado este miércoles, se hace en un momento de tensión creciente entre Washington y Pekín provocada por la apertura de varios flancos que han enfrentado geopolíticamente a las potencias.

“Tenemos que involucrarnos nuevamente con China, no con los puños cerrados, sino con la mano abierta”, dijo Newsom tras su encuentro con Xi en una entrevista con la periodista Christiane Amanpour, de la CNN. El gobernador afirmó que cree que su recepción en el palacio, un encuentro al que se le impidió el paso a la prensa americana, es un signo de una nueva fase entre los políticos estadounidenses y las autoridades del partido comunista. “La relación en el pasado ha sido muy estresante, tenemos que bajar un poco la temperatura y administrar nuestras diferencias estratégicas y reconciliar nuestros límites estratégicos, que han sido bien establecidos por los dos países”, ha añadido. En pocas palabras, dijo que el divorcio no puede ser la opción entre las potencias.

Newsom lleva meses asegurando que no está interesado en la carrera por la Casa Blanca. Algunos analistas, particularmente los conservadores, opinan que el político podría sumarse como un aspirante de última hora en la contienda. Esto si Biden, quien ha visto caer su popularidad en picado y es criticado por su edad, decide no presentarse a la reelección. Otros consideran que el gobernador, quien no representa ninguna autoridad en política exterior, intenta elevar su perfil internacional con viajes como el de la semana, donde ha abandonado el guion nacional para entrar en la agenda global.

El mandatario local, quien tiene una popularidad que roza el 60% pero es poco conocido fuera de su Estado, sorprendió la semana pasada adelantando el inicio de su gira para hacer una escala sorpresa en Tel Aviv. Arribó a esta ciudad minutos después de las 04.00 del viernes 20 de octubre. Su estancia, de solo unas horas, siguió a la del presidente Joe Biden, quien se reunió con el primer ministro israelí el 18 de octubre, once días después del ataque perpetrado por Hamás en suelo israelí.

“Necesitaba hacer algo además de sacar un comunicado condenando el ataque”, le dijo Newsom a la CNN. En apenas un par de eventos, se entrevistó con supervivientes de la ofensiva de la milicia islamista y con la familia de un joven de 23 años de origen californiano que está dentro de los más de 220 secuestrados por Hamás. También entregó equipo y suministros médicos para atender a los heridos en los hospitales. “Represento al Estado más grande del país, una economía que por sí sola sería la quinta del mundo, pero también represento un Estado que tiene la segunda mayor población de judíos estadounidenses”, afirmó Newsom esta semana, quien dice estar en favor de la solución de los dos Estados.

De esa manera, el gobernador de 56 años se sumó a un pequeño grupo de estadounidenses que ha sido testigo cercano del conflicto que sacude Oriente Próximo. Antes que él, además de Biden, estuvieron cinco senadores, entre los que se encontraba el líder del Senado, Chuck Schumer, el líder de la mayoría en el Senado y algunos legisladores republicanos, como el excandidato presidencial Mitt Romney, y Bill Cassidy, representante de Luisiana.

Newsom tenía, sin embargo, otro as bajo la manga: la entrevista con Xi Jinping, que no había sido anunciada. Es el primer representante Californiano que lo hace desde que en 2017 lo hizo su antecesor, Jerry Brown. El gobernador inició su gira por Asia en Hong Kong, donde se reunió con estudiantes universitarios para hablar del cambio climático. Ese arranque estaba más dentro de lo que se espera de un gobernante local en el extranjero. China representa para California uno de sus mayores socios comerciales, pues es la octava fuente de ingresos más importante para el Estado. Sus importaciones anuales representan unos 147.000 millones de dólares.

El gobernador aseguró que tocó varios temas con Xi. La lucha contra el cambio climático abanderó sus encuentros. California anunció el año pasado que prohibirá la venta de los coches de gasolina a partir de 2035, una decisión fundamental para que el Estado alcance las cero emisiones en 2045. China, en cambio, pretende reducir sus emisiones en 2030 y ser neutrales tres décadas más tarde.

Newsom también tocó otros temas urgentes. Uno de estos, la presencia del fentanilo, el potente opiáceo sintético que ha inundado las calles de Estados Unidos, y especialmente en Los Ángeles, San Diego y San Francisco, generando una epidemia. Newsom aseguró a los periodistas que lo acompañaron, quienes no estuvieron presentes en el encuentro, de que habló con la máxima autoridad china de los precursores químicos que se embarcan en Asia y llegan a México para después continuar su camino mortal a las ciudades de Estados Unidos. “Quita la vida a al menos una persona cada día en San Francisco”, afirmó.

Ya no ante Xi, pero sí con otras autoridades de alto nivel, como el ministro de Exteriores, Wang Yi, y el vicepresidente Han Zheng, se atrevió a tocar temas de derechos humanos en Hong Kong, el Tíbet y Taiwán. El gobernador incluso afirma haber solicitado la liberación de David Lin, un ciudadano de California que se encuentra detenido en China desde 2006.

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