Venezuela acuerda con Estados Unidos reanudar los diálogos con la oposición
Los contactos que mantienen desde hace un año Caracas y Washington en Doha han definido el regreso a la mesa de México y la flexibilización de las sanciones
Los acercamientos entre Estados Unidos y Venezuela han impulsado el regreso a las negociaciones que se iniciaron en México en 2021 entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición representada por la Plataforma Unitaria y que estaban estancadas desde hace un año. El Ejecutivo aprobará un regreso a las conversaciones, según adelantó el medio venezolano Efecto Cocuyo y pudo confirmar este periódico. Desde el año pasado, en...
Los acercamientos entre Estados Unidos y Venezuela han impulsado el regreso a las negociaciones que se iniciaron en México en 2021 entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición representada por la Plataforma Unitaria y que estaban estancadas desde hace un año. El Ejecutivo aprobará un regreso a las conversaciones, según adelantó el medio venezolano Efecto Cocuyo y pudo confirmar este periódico. Desde el año pasado, enviados de Caracas y Washington iniciaron contactos secretas en Doha que se han convertido en el principal canal de interlocución con Maduro para llegar acuerdos orientados a destrabar el prolongado conflicto político venezolano.
Estados Unidos está aumentando la presión para avanzar hacia unas elecciones presidenciales libres y justas, a las que todavía no se les ha puesto fecha, pero otras piezas sí se han movido dando indicios de que se han llegado a algunos entendimientos. Esta semana, la vicepresidenta Delcy Rodríguez ha publicado fotos de su encuentro con el emir del Estado de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani, en Doha, como una evidencia de los encuentros en los que el país árabe es anfitrión. La semana pasada Estados Unidos y Venezuela, cada quien desde sus narrativas, anunciaron la reanudación de los vuelos hacia Caracas para deportar migrantes venezolanos sin papeles. Uno habló de expulsión y el otro de repatriación. El chavismo, por su lado, ha presionado insistentemente en el levantamiento de las sanciones sectoriales e individuales que mantiene el Departamento del Tesoro contra PDVSA que le han complicado al país la comercialización de su crudo y en consecuencia han golpeado sus finanzas. Pero no está claro, según ha advertido Reuters, si una flexibilización de sanciones sería inmediato al regreso a las negociaciones en México o tendría que esperar mayores gestos del Gobierno chavista para concretarse.
El chavismo necesita financiación para mejorar su situación de cara a las presidenciales, en un momento en el que la economía vuelve a achicarse después de las discretas señales de vida que dio el año pasado. La enfermedad de la inflación garantizará nuevamente un cierre de tres dígitos para 2023 y las proyecciones de crecimiento han sido rebajadas. En la calle, la mayor preocupación de la gente sigue siendo llevar comida a la casa y a diario trabajadores y vecinos protestan por la precariedad de los salarios y los servicios públicos en un país en el que siguen los cortes de luz, la falta de agua y el hambre.
Estados Unidos ha venido otorgando algunas licencias como las entregadas a Chevron y las europeas Eni y Repsol para vender crudo venezolano con el fin de saldar deudas que tiene la petrolera estatal con las compañías extranjeras. Reuters asegura que se ha avanzado en estas conversaciones para ampliar este mismo esquema a otras empresas que han solicitado a las autoridades estadounidenses estas excepciones. Según la agencia, una de las compañías a recibir los permisos sería la francesa Maurel & Prom.
En el tema político y social, los avances han sido casi imperceptibles. En noviembre del año pasado las dos partes firmaron en México un acuerdo para el uso de dinero venezolano congelado en cuentas en el exterior para necesidades humanitarias en el país, a través de un fondo administrado por las Naciones Unidas que no ha logrado concretarse. Desde hace dos años, la oposición insiste en la liberación de presos y activistas políticos —más de 200- y garantías para las elecciones presidenciales previstas para 2024, como revocar las inhabilitaciones a los candidatos.
Este punto adquirió otra dimensión esta semana, cuando el aspirante a la primaria Henrique Capriles decidió renunciar, reconociendo su propia inhabilitación como un bache insalvable, y pidió construir una candidatura “viable” para enfrentar a Maduro en 2024. Es María Corina Machado, inhabilitada apenas entró en la contienda de las primarias, la que supera por amplio margen a los demás candidatos y la que seguramente alcance la mayor cantidad de votos el 22 de octubre, si se concretan las votaciones a las que, a dos semanas de realización, todavía las cubre un manto de incertidumbre.
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