La oposición venezolana sigue con su plan para las primarias mientras el CNE insiste en su participación

El inesperado movimiento del Consejo Nacional Electoral (CNE) de ofrecer su apoyo técnico a las primarias de la oposición ha llegado tarde. Tras reuniones entre las partes, la Comisión Nacional de Primarias ha señalado este lunes que luego casi cuatro meses en los que la respuesta del árbitro electoral se quedó en el limbo por la renuncia de los rectores, los organizadores avanzaron y no están dispuestos a cambiar la fecha para incorporarlos ahora en la logística. “...

El inesperado movimiento del Consejo Nacional Electoral (CNE) de ofrecer su apoyo técnico a las primarias de la oposición ha llegado tarde. Tras reuniones entre las partes, la Comisión Nacional de Primarias ha señalado este lunes que luego casi cuatro meses en los que la respuesta del árbitro electoral se quedó en el limbo por la renuncia de los rectores, los organizadores avanzaron y no están dispuestos a cambiar la fecha para incorporarlos ahora en la logística. “La situación actual de la primaria es muy distinta a la que teníamos el 5 de junio (la última vez que se comunicaron antes de renunciar los rectores)”, señalan en un comunicado entregado a las autoridades. “Habiendo transcurrido casi cuatro meses desde el 5 de junio de 2023, fecha de esa solicitud, la elección primaria que estamos conduciendo está ya en su fase final, con un cronograma próximo a culminar con la celebración de la elección el 22 de octubre de 2023″, sostiene.

La respuesta del CNE se ha hecho esperar. Al final del día, en un comunicado, ha reiterado su disposición a prestar apoyo automatizado, “con el fin de garantizar un proceso confiable, transparente, que estimule la participación de electores y electoral, bajo un clima de absoluta seguridad”. Además, remarca su “competencia exclusiva” en la organización de elecciones en gremios, partidos políticos, consejos comunales y cualquier organización que lo solicite. Esta posición deja abierta la puerta a la posibilidad de obligar a la coalición opositora a aceptar la asistencia del organismo para un proceso automatizado, aunque el consenso de los partidos es hacer una votación manual.

La oposición avanza, por el momento en solitario, en sus primarias para escoger al candidato que se enfrentará a Nicolás Maduro en las presidenciales del próximo año. Para ello ha logrado activar 3.008 centros de votación en plazas, parques y sedes de organizaciones vecinales, distribuidos en 331 de los 335 municipios del país. El CNE había propuesto la semana pasada automatizar el proceso, para lo tendrían que haberse pospuesto para mediados de noviembre. Pese al rechazo a lo medular de la propuesta, la comisión organizadora sugiere al ente electoral apoyarlos en actividades complementarias como la coordinación gubernamental para habilitar unas 400 escuelas como centros adicionales, activar la seguridad para evitar obstáculos en el traslado del material y gestionar las acreditaciones de la prensa extranjera y expertos electorales que quieren venir a cubrir el proceso.

El chavismo había lanzado el anzuelo del apoyo técnico para volver a poner ante un dilema a la coalición opositora. Al liderar las encuestas María Corina Machado, la líder liberal que ha encarado más frontalmente al Gobierno de Nicolás Maduro, se interpreta que se haría complicada la supervivencia del chavismo más allá de la elección. Pero, desde luego, la candidata, al igual que otros dos en la terna, está inhabilitada. La sanción se la impusieron hace unos pocos meses para intentar frenar su participación, La Comisión Nacional de Primarias, sin embargo, decidió dejar participar a todos los candidatos, inhabilitados o no, para que en la negociación política de México se resolviera este obstáculo como parte de los compromisos que se ha pedido al Gobierno para retomar el camino democrático.

Las conversaciones entre la oposición y el chavismo mediadas por la comunidad internacional han estado estancadas desde hace meses. Además de quitar el veto de a candidatos opositores, Venezuela debería fijar una fecha para la elección presidencial de 2024, que está a la vuelta de tres meses, para así fijar una meta de llegada en función de la cual se pueda negociar políticamente todo lo que está en medio. El Gobierno de Maduro se ha puesto intransigente en su petición de eliminar todas las sanciones que pesan contra funcionarios y empresas estatales que han complicado sus finanzas. Washington, por su parte, aunque se ha distendido en la presión sigue estableciendo precondiciones relacionadas con las elecciones para flexibilizar el cerco.

Todavía el chavismo puede emplear, como lo ha hecho antes, al Tribunal Supremo de Justicia para interferir en el proceso opositor y controlarlo a su conveniencia. Diosdado Cabello, primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, ha insistido en las últimas semanas en que si la oposición no aceptaba el apoyo técnico del CNE, el proceso no podría realizarse. Este lunes, en su tradicional rueda de prensa, ha dicho que esta consulta está tutelada por Estados Unidos. “La música la pone quien paga, y en este caso la música la van a poner los que están recibiendo la plata de Estados Unidos. Eso de las primarias no lo deciden ellos, eso lo deciden los gringos”, dijo Cabello y agregó que el próximo 22 de octubre “no ocurrirá nada”.

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