De Giuliani a Meadows: los futuros compañeros de banquillo de Trump por injerencia electoral en Georgia

La cuarta imputación del expresidente apunta a 18 colaboradores y partidarios por intento de fraude en ese Estado tras los comicios de 2020

En el sentido inverso a las agujas del reloj, John Eastman, Jeffrey Clark, Sidney Powell y Rudy Giuliani, cuatro de los imputados por los intentos de manipular el resultado de las elecciones de 2020 en el Estado de Georgia.STAFF (REUTERS)

La nueva imputación de Donald Trump, en Georgia, es la más detallada hasta el momento. También es la más extensa: 18 colaboradores y partidarios del expresidente han quedado acusados junto a él por asociación delictiva para alterar el resultado de las elecciones de 2020 en ese Estado. Estos son algunos de los futuros compañeros de banquillo del candidato republicano a la Casa Blan...

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La nueva imputación de Donald Trump, en Georgia, es la más detallada hasta el momento. También es la más extensa: 18 colaboradores y partidarios del expresidente han quedado acusados junto a él por asociación delictiva para alterar el resultado de las elecciones de 2020 en ese Estado. Estos son algunos de los futuros compañeros de banquillo del candidato republicano a la Casa Blanca:

Rudy Giuliani, el exalcalde sudoroso

La derrota electoral de Trump en noviembre de 2020 se asociará para siempre a la imagen del exalcalde de Nueva York, sudoroso y goteando tinte del pelo, mientras intentaba defender ante los medios, sin aportar ninguna prueba, que había habido fraude en los resultados y el verdadero ganador era el entonces presidente. El abogado personal del magnate fue uno de los cerebros en los planes para tratar de revertir los resultados, incluida una grotesca trama para llevar electores falsos al Congreso que votaran en favor de Trump en la ceremonia de certificación de los resultados electorales.

Junto a su cliente, Giuliani acumula el mayor número de cargos: 13. Se le imputa asociación delictiva en violación de la ley contra el crimen organizado de Georgia; tres cargos de presión a un funcionario para que hiciera algo contrario a sus obligaciones profesionales; tres cargos de declaraciones falsas; conspiración para suplantar a un funcionario público; dos cargos de conspiración para falsificar documentos; dos cargos de conspiración para presentar declaraciones falsas, y conspiración para presentar documentación falsa.

El abogado también es objeto de una demanda por difamación presentada por dos antiguos funcionarios electorales de Georgia, a los que había acusado de perpetrar fraude electoral. Giuliani ha admitido que sus alegaciones eran falsas, pero también apunta que argumentará que con ellas ejercía su libertad de expresión y no perjudicó a los calumniados.

Giuliani, en noviembre de 2020 durante una rueda de prensa en Washington. JIM LO SCALZO (EFE)

Mark Meadows, exjefe de Gabinete

El jefe de Gabinete de Trump jugó también un papel clave en la trama de Georgia, según el pliego, que le imputa dos cargos. Organizó y estuvo presente en diversas llamadas del entonces presidente saliente a funcionarios del Estado para presionarlos para que alteraran los resultados de la votación, que había dado como ganador a Joe Biden. Entre esas llamadas estaba la que desató la investigación judicial: una conversación entre Trump y el secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, en la que el mandatario le pedía “encontrar” 11.780 votos, los necesarios para superar al demócrata en el recuento.

Según el pliego de cargos, Meadows conspiró con una serie de colaboradores de Trump para explorar vías que mantuvieran al presidente en la Casa Blanca. Llegó a desplazarse a Georgia para visitar por sorpresa un centro de recuento de votos en diciembre de 2020.

John Eastman, cerebro del plan

Este abogado conservador fue uno de los cerebros que pergeñó y trató de organizar la trama de sustitución de los electores. En una reunión en la que también participó Giuliani, trató de convencer a legisladores estatales de Georgia que el Senado local, de mayoría republicana, podía nombrar sus propios electores y enviarlos a la ceremonia de certificación. Una vez allí, el vicepresidente, Mike Pence, podría decidir que ellos eran los verdaderos representantes del Estado y aceptar sus votos a favor de Trump. Este asesor también declaró falsamente que la derrota de Trump en Georgia se debió en parte a los votos de 66.000 menores y 2.500 delincuentes convictos privados del derecho al sufragio. Está acusado de nueve cargos, incluida la conspiración para suplantar a funcionarios.

Kenneth Chesebro, coordinador en seis Estados

Otro abogado. Chesebro fue el primero en plantear el plan de los electores falsos, que propuso a un amigo en la campaña de Trump. Este letrado de apelaciones entró en contacto con el equipo legal del presidente, incluido Giuliani, para coordinar planes en seis Estados bisagra, incluida Georgia. Está acusado de siete cargos.

Sidney Powell, la fiscal que propagó bulos

La antigua fiscal fue una de las voces más insistentes a la hora de propalar bulos sobre los resultados electorales, incluidas denuncias falsas de que las máquinas de voto electrónico estaban manipuladas a favor de Biden. Llegó incluso a afirmar que las autoridades de Georgia, incluido el gobernador republicano Brian Kemp, habían recibido sobornos para participar en el tongo. Trump llegó a plantearse nombrarla fiscal especial para investigar los resultados electorales. El pliego de cargos también parece implicarla en un intento de acceder ilegalmente a los sistemas informáticos de las máquinas de votación en el condado de Coffee. Está acusada de siete cargos.

Jeffrey Clark, funcionario fan de Trump

Este funcionario de nivel intermedio en el Departamento de Justicia está acusado de dos cargos. Clark, simpatizante de Trump, se ofreció a escribir una carta a las autoridades en diversos Estados bisagra en nombre de su departamento, en la que iba a asegurar que justicia veía indicios de irregularidades en la votación y reclamaba que los funcionarios locales enviaran sus propios grupos de electores a favor de Trump a la ceremonia de certificación el 6 de enero de 2021.

Trump estaba tan entusiasmado con Clark que quiso nombrarle fiscal general (ministro de Justicia). La idea solo se descartó cuando los funcionarios del departamento amenazaron con dimitir en bloque si se destituía al entonces fiscal general en funciones, Jeffrey Rosen, quien se había negado a aceptar los bulos de Trump sobre los resultados electorales.

David Shafer y Shawn Still, falsos electores

El expresidente del Partido Republicano en Georgia David Shafer era uno de los falsos electores de Trump. Presidió y ayudó a organizar una reunión de este grupo en diciembre. Está acusado de ocho cargos. Still, actualmente legislador estatal en Georgia, también era un falso elector. En el encuentro de diciembre fue la persona encargada de comprobar las identidades de los asistentes e impedir el acceso de público y prensa a la sala del Capitolio estatal donde se celebraban las deliberaciones. Se le imputan siete cargos.

Stephen Cliffgard Lee, el pastor que acosó a una funcionaria

Este pastor protestante de Chicago está acusado de acosar a la funcionaria electoral Ruby Freeman y otras participantes en el recuento. Freeman, a la que Giuliani había acusado de contar “maletas llenas” de votos ilícitos en Atlanta, llamó a la policía después de que Lee llamara a su puerta varias veces en diciembre de 2020. El reverendo contestó que “trabajaba con otra gente para ayudar a Ruby” y “conseguir la verdad”. También intentó, con la mediación de otros, fijar una reunión con la funcionaria. Se le imputan cinco cargos.

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