Ohio rechaza una medida del Partido Republicano que buscaba frenar el acceso al aborto
Los votantes del Estado tumban en una consulta ciudadana la propuesta que hubiera complicado la incorporación de una enmienda sobre la interrupción del embarazo en la constitución local
Ohio ha dado este martes un paso clave en la defensa del derecho al aborto en este país. Los votantes de este estado bisagra, clave en cada proceso electoral de Estados Unidos, han rechazado por una tajante mayoría una medida propuesta por el Partido Republicano que hubiera hecho mucho más difícil enmendar la constitución local y blindar en ella el acceso a la interrupción del embarazo.
La medida que se votaba el martes, conocida como Asunto Uno, ...
Ohio ha dado este martes un paso clave en la defensa del derecho al aborto en este país. Los votantes de este estado bisagra, clave en cada proceso electoral de Estados Unidos, han rechazado por una tajante mayoría una medida propuesta por el Partido Republicano que hubiera hecho mucho más difícil enmendar la constitución local y blindar en ella el acceso a la interrupción del embarazo.
La medida que se votaba el martes, conocida como Asunto Uno, parece a simple vista un simple procedimiento legislativo, una cuestión muy local y ligeramente abstrusa. Pero se había convertido en una piedra de toque sobre la voluntad de los ciudadanos de defender el acceso al aborto, un año después de que el Tribunal Supremo anulara la sentencia Roe contra Wade que desde 1973 había protegido ese derecho durante medio siglo.
El resultado, un rechazo superior al 60 %, deja claro lo impopular de la medida. También revela hasta qué punto, un año después, el derecho al aborto continúa siendo un motivo de movilización entre los votantes estadounidenses para acudir a las urnas. Algo que ambos partidos, el Republicano y el Demócrata, deberán tener en cuenta con vistas a las elecciones presidenciales de noviembre del año próximo: en los comicios de medio mandato de 2022, el deseo de mantener ese derecho hizo que los demócratas, que habían basado buena parte de su campaña en defender el acceso al aborto, obtuvieran unos resultados mejores de lo esperado y pudieran conservar el control del Senado nacional.
El Asunto Uno proponía elevar al 60 % el porcentaje mínimo de votos para aprobar cualquier enmienda a la constitución de Ohio, en lugar del 50 % actual. Los republicanos, mayoría en el legislativo local, argumentaban que era una medida necesaria para proteger esa ley básica frente a posibles injerencias de grupos de presión forasteros.
Pero desde que se presentó, se interpretó como, sobre todo, un intento de frenar una enmienda que se votará en noviembre y que busca garantizar el derecho al aborto en este estado: Ohio prohibió el año pasado las interrupciones del embarazo más allá de las seis semanas de gestación, cuando muchas mujeres aún ni siquiera saben que están encintas.
La enmienda, presentada por una iniciativa ciudadana, propone consagrar el “derecho fundamental a la libertad reproductiva” dentro de unos “límites razonables”. Las encuestas apuntan que un 58 de sus votantes apoya esa propuesta: una cifra suficiente para aprobarla con holgura por mayoría simple, pero que no llegaba a la supermayoría que hubiera sido necesaria con la norma republicana. El resultado de este martes augura una dura batalla en los próximos meses entre los partidarios y los opositores de esa medida ciudadana.
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, reaccionó con satisfacción a los resultados, que habían generado un gran interés en todo el país. El Asunto Uno “era un intento descarado de debilitar las voces de los votantes y erosionar aún más la libertad de las mujeres para tomar sus propias decisiones de salud. Los residentes de Ohio han hablado alto y claro, y esta noche ha ganado la democracia”.
La campaña One Person One Vote, una coalición de organizaciones que había aglutinado la oposición al Asunto Uno, se mostraba jubilosa. “Es una gran victoria para la democracia en Ohio”, apuntaba su portavoz Dennis Willard en la fiesta de la organización para seguir el recuento. “La mayoría sigue teniendo el poder en Ohio”.
Por contra, la asociación Susan B Anthony Pro-Life America, opuesta al aborto, calificó el resultado de “un día triste para Ohio” y criticó los fondos llegados de otros estados del país para apoyar a quienes se oponían a la medida republicana.
La votación había suscitado un interés extraordinario dentro de Ohio y fuera de él. En pleno agosto, cuando muchas familias se encuentran de vacaciones antes de que comience al curso escolar a finales de mes, más de 700.000 personas presentaron su voto de manera anticipada, en persona o por correo, cerca del doble que en cualquier primaria en el estado. La participación antes del último día de voto este martes había sido especialmente alta en las zonas de tendencia demócrata —las ciudades de Cleveland, Columbus o Cincinnati — en un estado que progresivamente se inclina cada vez más en las elecciones nacionales por el partido republicano.
El resultado ha suscitado un suspiro de alivio generalizado entre las organizaciones defensoras del derecho al aborto en EE. UU. De haber tenido éxito, el Asunto Uno hubiera podido sentar un precedente a imitar en otros estados conservadores.
La sentencia del Supremo el año pasado entrega a los estados la potestad de decidir si quieren garantizar o no la libertad reproductiva en su territorio. Desde entonces, al menos 25 estados han impuesto límites, o prohibido en la práctica, el acceso al aborto. En otros, incluidos estados conservadores como Kansas o Kentucky, los votantes han rechazado en referéndums los intentos de imponer restricciones. Pero, en un país donde este derecho polariza profundamente a la población, esas mayorías no han llegado al 60 %.
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