Bruselas plantea enviar instructores militares a Ucrania cuando “las circunstancias lo permitan”
El servicio diplomático de la UE sugiere a los Estados miembros aumentar los fondos para comprar aviones de combate y sistemas de defensa antiaérea para Kiev
Bruselas plantea dar un importante salto cuantitativo en su política de apoyo a Ucrania. Cuando la guerra de Rusia ha superado los 500 días, el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) proyecta incrementar el esfuerzo para fortalecer las defensas aéreas ucranias y cofinanciar sistemas de armas avanzados por parte de los Estados miembros. “Incluidos misiles y aviones de combate”, dice el servicio diplomático europeo en un documento interno al que ha tenido acceso EL PAÍS. El informe analiza las fórmulas de “compromisos de seguridad” que la UE puede alcanzar con Ucrania, ...
Bruselas plantea dar un importante salto cuantitativo en su política de apoyo a Ucrania. Cuando la guerra de Rusia ha superado los 500 días, el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) proyecta incrementar el esfuerzo para fortalecer las defensas aéreas ucranias y cofinanciar sistemas de armas avanzados por parte de los Estados miembros. “Incluidos misiles y aviones de combate”, dice el servicio diplomático europeo en un documento interno al que ha tenido acceso EL PAÍS. El informe analiza las fórmulas de “compromisos de seguridad” que la UE puede alcanzar con Ucrania, como propusieron considerar los líderes de los Veintisiete en el último Consejo Europeo, a finales de junio. El documento plantea también extender la misión europea de entrenamiento de tropas y personal ucranio, que ahora tiene base en Polonia y Alemania —aunque varios socios más contribuyen—, e incluso “reubicarla” en Ucrania de forma gradual “cuando las circunstancias lo permitan”.
Como la invitación a Ucrania para unirse a la OTAN —acordada por los aliados en Vilnius, un poco indefinida al supeditarla a “cuando las circunstancias lo permitan”—, el SEAE emplea el mismo término para plantear el envío a Ucrania de instructores militares. Esa cautela sugiere que será después de la guerra, pero no lo especifica.
El análisis del SEAE, un departamento que encabeza el alto representante para Política Exterior y Defensa, Josep Borrell, coincide con la decisión de los miembros del G-7, las democracias más industrializadas del mundo junto a la UE, de firmar este miércoles una declaración conjunta para ofrecer “compromisos y arreglos de seguridad” a Ucrania. Una declaración a la que también se ha unido la UE, en los márgenes de la cumbre de la OTAN en Vilnius, y otros países no miembros del G-7, como España.
Ahora se trata de rellenar esa declaración conjunta, en la que Ucrania se compromete también a hacer reformas, con acuerdos bilaterales que buscan blindar al país invadido y garantizar que las armas siguen llegando. El SEAE analiza qué elementos se pueden ofrecer en esos “compromisos de seguridad”. Y apunta: “La pertenencia de Ucrania a la UE sería en sí misma un compromiso de seguridad”.
“Ucrania seguirá necesitando el compromiso y el apoyo a largo plazo de la UE para asegurar su futuro europeo libre y democrático”, dice el documento interno del SEAE, “especialmente en un escenario en el que es poco probable que Rusia abandone su objetivo de subyugar a Ucrania, y Ucrania no puede dejar de defenderse”. Bruselas destaca que este año el apoyo en forma de equipamiento a través del Fondo Europeo para la Paz (EPF) superará los 4.000 millones de euros, y asegura que ha habido un “cambio gradual” hacia la adquisición y la compra conjunta de nuevos equipos. También que se ha caminado hacia el suministro, por parte de los Estados miembros, de sistema de armas más sofisticados y costosos, que luego ha cubierto la UE a través de los sistemas de reembolsos (solo una parte).
Amenazas híbridas
La guerra de Rusia en Ucrania es también una batalla logística, y en los “compromisos de seguridad”, además del intercambio continuo de inteligencia (de los Estados miembros) e imágenes de satélite, Bruselas plantea también colaboraciones como el “apoyo especial para el mantenimiento y la reparación de los equipos donados”, el apoyo para el desminado y también sostén para la seguridad cibernética, para luchar contra las amenazas híbridas, la desinformación e interferencia y la manipulación de información extranjera.
“Estos compromisos [de seguridad] se asumirán respetando plenamente la política de seguridad y defensa de determinados Estados miembros y teniendo en cuenta los intereses de seguridad y defensa de todos los Estados miembros”, apunta el documento interno del SEAE, en referencia a socios neutrales, como Irlanda.
“La UE ya es uno de los principales contribuyentes a la seguridad y resiliencia inmediatas y a largo plazo de Ucrania a través de la asistencia militar, el apoyo financiero, comercial y económico”, dice el SEAE, que incluye en el análisis de los posibles compromisos de seguridad medidas que ya están en marcha, como el apoyo económico a Kiev para que el país siga a flote y otros elementos, como la acogida de refugiados y personas desplazadas.
Entre los compromisos ya en marcha, Bruselas destaca la ayuda para “la reconstrucción, el proceso de adhesión a la Unión Europea y la promoción de reformas, así como medidas restrictivas [sanciones a Rusia], apoyo a los mecanismos de rendición de cuentas y divulgación a terceros países”.
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