El Supremo de EE UU apoya a los nativos americanos en una disputa sobre adopción, en un espaldarazo para las tribus
Un grupo de familias blancas consideraba discriminatoria una ley que estipula que las tribus tienen preferencia para adoptar a los niños indígenas
El muy conservador Tribunal Supremo de Estados Unidos ha dado este jueves un espaldarazo a las tribus indígenas americanas. Por siete votos contra dos, los magistrados han apoyado una ley federal, existente desde hace más de cuatro décadas, que estipulaba que en caso de adopción de un niño indígena las familias nativas o las t...
El muy conservador Tribunal Supremo de Estados Unidos ha dado este jueves un espaldarazo a las tribus indígenas americanas. Por siete votos contra dos, los magistrados han apoyado una ley federal, existente desde hace más de cuatro décadas, que estipulaba que en caso de adopción de un niño indígena las familias nativas o las tribus tendrían preferencia para acogerlo. Activistas republicanos y familias blancas alegaban que esa medida es discriminatoria y racista, unos argumentos que la corte ha descartado rotundamente.
La norma, de 1978 y conocida como Ley del Bienestar del Niño Indio (ICWA, por sus siglas en inglés), se aprobó para proteger la soberanía de las tribus, después de que el Congreso constatara el alto número de niños de origen nativo estadounidense separados de sus familias y dados en adopción a personas de otros orígenes, o en acogida en instituciones estatales. A lo largo de la historia, centenares de miles de estos menores quedaron en esa situación, separados arbitrariamente de los suyos para ser asimilados en la cultura dominante, la de las familias blancas. La ICWA cuenta con el respaldo de las tribus, que la consideran un modo de preservar su cultura y sus familias tras siglos en los que la colonización buscó aniquilar esa identidad.
La medida prevé que, en caso de que sea necesaria la adopción, el menor quede al cuidado de otros familiares, De no ser posible, lo acogería otro miembro de la tribu. Si eso tampoco resultara factible, el niño se pondría a cargo de otras familias indias.
El caso que ha motivado la decisión del Supremo de mantener esa ley tiene su origen en 2016. El matrimonio de Texas formado por Jennifer y Chad Brackeen, de raza blanca, profundas convicciones religiosas y posición acomodada, adoptó a un niño que entonces tenía menos de un año, hijo de una madre navaja y padre cherokee. El bebé había estado hasta entonces en familias de acogida, dentro del sistema estatal, y su adopción permanente contó con el beneplácito de los familiares biológicos del pequeño y de las tribus.
En 2018, un juez de Texas declaró la ley federal inconstitucional, al considerar que discriminaba por motivos raciales. Ese mismo año la madre biológica del pequeño volvió a dar a luz, esta vez a una niña. El matrimonio solicitó la custodia del bebé, pero las tribus optaron por recomendar que quedara al cuidado de su tía abuela, residente en una reserva. Finalmente, la decisión salomónica que adoptó un juez estatal fue que el cuidado estaría compartido entre las dos partes y la pequeña pasaría los veranos en la reserva con su familia biológica.
Como ocurre en casi todas las decisiones salomónicas, el resultado no agradó a ninguna de las dos partes. Y las dos apelaron. Además de que la ley pudiera resultar discriminatoria -por ejemplo, no se aplicaría a un niño latino adoptado por una familia blanca, aseguraban-, los Brackeen y otras familias que se sumaron a la demanda alegaban que el Congreso carecía de autoridad para aprobar la norma. Las tribus indias y la Administración del presidente Joe Biden argumentaban que las distinciones no se hacían por raza, sino por cuestiones políticas. Las tribus se consideran entidades políticas, no étnicas.
En la decisión del Supremo, los jueces reconocen que se trata de un asunto “complejo”. Pero “lo principal es que rechazamos los argumentos de los solicitantes contra la ley”, escribe la jueza Amy Coney Barrett en nombre de los siete magistrados que dieron la razón a las tribus. Los dos que disintieron de la opinión mayoritaria son los conservadores Clarence Thomas y Samuel Alito.
Los líderes tribales han expresado su satisfacción por el dictamen del tribunal. “La corte ha demostrado de nuevo que entiende la legitimidad de la ICWA y lo que significa para las tribus, familias y niños”, indican en un comunicado conjunto los jefes cherokee, oneida, quinault y morongo.
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