Israel mata a tres líderes de la Yihad Islámica y diez civiles en una ofensiva sobre Gaza
“La operación traicionera no traerá seguridad a la ocupación [en referencia a Israel], sino más resistencia”, afirma el jefe político de Hamás, Ismael Haniye
El ejército israelí ha matado en la madrugada de este martes a 3 líderes de la Yihad Islámica y al menos a 10 civiles palestinos en una serie de bombardeos en Gaza. Cuatro son niños, según fuentes médicas palestinas. Es la operación ―con asesinatos selectivos y una decena de bombardeos en otros puntos de la Franja― que distintas voces pedían en Israel y que se repite cada tanto: ha recibido nombre (Escudo y Flecha), se han cerrado los pasos fronte...
El ejército israelí ha matado en la madrugada de este martes a 3 líderes de la Yihad Islámica y al menos a 10 civiles palestinos en una serie de bombardeos en Gaza. Cuatro son niños, según fuentes médicas palestinas. Es la operación ―con asesinatos selectivos y una decena de bombardeos en otros puntos de la Franja― que distintas voces pedían en Israel y que se repite cada tanto: ha recibido nombre (Escudo y Flecha), se han cerrado los pasos fronterizos con Gaza a bienes y personas, se han cancelado las clases escolares y se ha ordenado a los residentes en un radio de 40 kilómetros que permanezcan cerca de refugios, por la previsible respuesta con cohetes. Por la tarde, las Fuerzas Armadas de Israel han matado a otros dos palestinos, que han descrito como una célula de la Yihad Islámica que transportaba misiles antitanque en un vehículo. “Estamos en medio de una campaña y estamos preparados para cualquier posibilidad”, ha asegurado a última hora del día el primer ministro, Benjamín Netanyahu, en una reunión del gabinete de seguridad en Tel Aviv.
La pasada semana, Israel y la Yihad Islámica mantuvieron una jornada de enfrentamientos a raíz de la muerte de Jader Adnan, un conocido preso palestino que pasó 86 días en huelga de hambre en protesta por su encarcelamiento. La milicia lanzó 104 cohetes y proyectiles de mortero contra Israel, que bombardeó varios puntos de la Franja sin dejar apenas víctimas. Murió un ciudadano palestino y se acordó una tregua informal a través de mediadores como la ONU y Egipto. En protesta por lo que consideraba una tibia actuación militar, Poder Judío, el partido ultranacionalista del ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, abandonó sine die las votaciones parlamentarias.
Una semana más tarde y aprovechando el efecto sorpresa, la Fuerza Aérea israelí ha matado a tres líderes de la Yihad Islámica, a imitación de los asesinatos selectivos más propios de la Segunda Intifada (2000-2005) que la ultraderecha pedía retomar. En un comunicado, el ejército los identifica y define como Jalil Bahitini, responsable del lanzamiento de cohetes el mes pasado; Tarek Az Aldin, quien ha dirigido operaciones de la organización en Cisjordania; y Yahed Ahnam, secretario del Consejo Militar de la Yihad Islámica. El portavoz de la organización armada palestina, Tareq Selmi, ha confirmado las identidades y prometido que “el crimen no quedará sin castigo”. “Un bombardeo tendrá como respuesta un bombardeo y un ataque, un ataque”, ha añadido.
Cuatro de los muertos son niños y cinco, mujeres. Algunos son hijos o esposas de los dirigentes de la Yihad Islámica. Estaban con ellos en sus casas cuando alguno de los 40 aparatos de la aviación militar israelí que participó en la operación lanzó un misil contra las viviendas. Uno de los civiles fallecidos, un adulto, tiene nacionalidad rusa, ha informado la representación diplomática del país en la ciudad cisjordana de Ramala.
Poder Judío ha anunciado que regresa a las votaciones parlamentarias, tras el paso “de la contención al ataque”. Según medios locales, la operación se había comenzado a diseñar hace dos meses, con motivo de la mayor escalada de violencia en la frontera de Israel y Líbano desde 2006, que se desarrolló a partir del asalto a la mezquita de Al Aqsa, en Jerusalén. Los mandos militares presentaron una lista de potenciales objetivos de la Yihad Islámica, a la espera del momento adecuado para pedir la luz verde definitiva.
Israel y la Yihad Islámica mantuvieron una breve confrontación el pasado verano, cuando era primer ministro israelí el hoy jefe de la oposición, Yair Lapid. Medio centenar de palestinos, entre ellos 15 niños, murieron en los bombardeos, y ningún israelí por los cohetes. De hecho, uno de los líderes de la Yihad Islámica asesinados este martes reemplazaba a uno que corrió entonces la misma suerte.
Hamás, el más potente movimiento islamista que controla Gaza, se mantuvo en aquella ocasión al margen para evitar una escalada. La ofensiva de este martes ha comenzado de manera similar, pero Hamás tendrá más difícil no involucrarse, por el efecto acumulación y por la necesidad de mostrar liderazgo armado, en el marco de una estrategia conjunta con el resto de las milicias. Es la clave que determinará la duración y el alcance de la escalada.
En una entrevista radiofónica, Israel Katz, el ministro israelí de Infraestructuras Nacionales, Energía y Agua y miembro del Likud, el partido de Netanyahu, ya ha advertido a los líderes de Hamás en Gaza que “tienen que entender” que, si se suman a la previsible respuesta, “Yahya Sinwar y Mohamed Deif serán los primeros” objetivos de los asesinatos selectivos. Son, respectivamente, sus máximos dirigentes en Gaza y del brazo armado, las Brigadas de Ezedín Al Qasam.
El jefe político de Hamás, Ismael Haniye, que no vive en la Franja, ha señalado que “el enemigo se ha equivocado en sus cálculos” y la “operación traicionera no traerá seguridad a la ocupación [en referencia a Israel], sino más resistencia”. Y el portavoz del movimiento, Hazem Qassem, ha subrayado que, “desde el punto de vista de Hamás”, esta “agresión no va dirigida específicamente contra la Yihad Islámica, sino contra el pueblo palestino”, por lo que “habrá una respuesta proporcional cuyos detalles determinará la sala de operación conjunta de todas las facciones”.
Israel, mientras, ha cerrado el acceso a carreteras y playas en torno a la Franja, así como a la estación de tren de Sderot, localidad de 30.000 habitantes a un kilómetro de Gaza. Ante la previsible escalada, se han abierto los refugios públicos en localidades bastante más lejanas, como Rishon LeZion y Bat Yam. Están al sur de Tel Aviv, a medio centenar de kilómetros de Gaza. También se ha movilizado a parte de los reservistas.
El ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, ha pedido a los alcaldes de las zonas cercanas a Gaza que preparen a sus vecinos para “cualquier posibilidad, incluida una campaña prolongada”. A última hora del día, las milicias de la Franja no habían lanzado cohetes ni proyectiles de mortero.
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