La veterana senadora Dianne Feinstein pondrá fin a su carrera en 2024

Adiós a una de las leyendas políticas de California. La senadora demócrata Dianne Feinstein ha anunciado este martes que no buscará la reelección en los comicios de 2024. La legisladora, de 89 años, pone punto final a una trayectoria en el Capitolio que comenzó hace más de tres décadas, en 1992. “Me he propuesto lograr para California lo más que se pueda hasta finales del próximo año, cuando finaliza mi periodo”, ha señalado en un comunicado la senadora. El anuncio es también el pistoletazo de salida para uno de los pu...

Adiós a una de las leyendas políticas de California. La senadora demócrata Dianne Feinstein ha anunciado este martes que no buscará la reelección en los comicios de 2024. La legisladora, de 89 años, pone punto final a una trayectoria en el Capitolio que comenzó hace más de tres décadas, en 1992. “Me he propuesto lograr para California lo más que se pueda hasta finales del próximo año, cuando finaliza mi periodo”, ha señalado en un comunicado la senadora. El anuncio es también el pistoletazo de salida para uno de los puestos políticos más importantes en el Estado más poblado del país. Ya hay varios interesados en cubrir la vacante que deja un referente para las mujeres en la política estadounidense.

Feinstein, quien ha sido llamado un “icono” por Nancy Pelosi, confirma meses de especulaciones en torno a su capacidad para seguir ostentando el cargo. Es la senadora más grande entre el centenar de legisladores en el Capitolio. De haber seguido adelante, tendría 91 años cumplidos el día de la elección en noviembre de 2024 y 97 años tras los seis años de mandato. Su salud también ha sido un tema de debate. El periódico The San Francisco Chronicle aseguró en abril del año pasado que la senadora tenía problemas para seguir las largas reuniones que se llevaban a cabo en Washington para hablar del contenido de la legislación. También lidiaba con problemas de memoria a corto plazo: olvidaba los nombres de sus colegas y conversaciones telefónicas. El artículo se basaba en testimonios de colaboradores cercanos, quienes se mantuvieron en el anonimato.

Las revelaciones del Chronicle y las preocupaciones de los demócratas también impactaron la capacidad de recaudación de Feinstein, quien mostró mucho músculo en anteriores ciclos electorales a la hora de juntar dinero para las campañas. En 2018, reunió más de 11 millones de dólares, superando con creces el promedio sus colegas. Entonces, Feinstein compitió contra Kevin de León, un político demócrata de orígenes latinos que quiso dar nuevos aires al asiento. La reputación de De León, quien es hoy un edil, ha sido manchada recientemente por el escándalo racista en el seno del Ayuntamiento de Los Ángeles. Feinstein ganó aquella elección con el 54%, por casi un millón de votos.

El retiro de Feinstein pone en marcha una intensa competencia por el puesto. Varios políticos han anunciado su intención de quedarse con el asiento que la exalcaldesa de San Francisco ha ocupado por 31 años. El congresista Adam Schiff adelantó a finales de enero que arrancaría la campaña con vistas al otoño de 2024. Schiff ganó notoriedad nacional siendo uno de los rostros más visibles del comité que llevó el proceso de impeachment en contra de Donald Trump. Además de Schiff, las congresistas Katie Porter y Bárbara Lee, de perfiles más progresistas, han comenzado a reunir fondos para la batalla. California tiene 52 legisladores en la Cámara de Representantes (40 son demócratas), pero solo dos senadores. El otro es Alex Padilla, el único latino que ha ocupado el cargo.

La todavía senadora ha dicho este martes que agotará su tiempo en Washington en algunas de las causas que ha defendido desde hace décadas. “La prevención y combate a los incendios forestales, mitigar los efectos de la sequía, dar una respuesta a la crisis de los sin techo y asegurarme de que todos los estadounidenses tengan acceso a una seguridad social asequible”, enumeró la legisladora en el comunicado. A pesar de ser la mujer que más tiempo lleva en el Senado y ser la demócrata más experimentada, no encabeza ninguna comisión. Los sondeos han hallado también que la aprobación de la política, una centrista moderada, ha ido en picada en el muy progresista California.

Feinstein también menciona la lucha contra la “epidemia de la violencia armada”. La senadora fue una de las artífices de la norma de 1994 que prohibió en Estados Unidos la venta de rifles de alto poder, una de las legislaciones más importantes en materia de control de armas. Esta logró que las matanzas y tiroteos masivos disminuyeran cerca del 40%. Para asegurarse de que los republicanos en el Senado la apoyaran, Feinstein cedió y añadió una cláusula de expiración a los diez años. El abanderar la causa del control de armas casi le costó el puesto en su primera reelección. En noviembre de aquel año ganó los comicios con una diferencia de 2%. Feinstein ha intentado desde 2017 que entre en vigor una nueva prohibición para este tipo de armas. La alta polarización que vive el país ha hecho fracasar el intento una y otra vez.

Egresada de la universidad de Stanford, Feinstein comenzó su carrera política por ser una experta en el sistema judicial y carcelario. En 1960, fue nombrada por el gobernador de California para formar parte de la junta que supervisaba las liberaciones anticipadas de las prisiones estatales. En 1969 llegó a uno de los cargos políticos más importantes de San Francisco, la junta de supervisores, el organismo que supervisa las acciones del condado. Desde allí, planeó convertirse en alcaldesa de su ciudad, pero fracasó en dos intentos, en 1971 y cuatro años después, en 1975.

Feinstein coincidió en la junta de supervisores de San Francisco con Harvey Milk, un defensor pionero de los derechos de las minorías. En noviembre de 1978, Milk fue asesinado junto al alcalde de la ciudad, George Moscone, por un exsupervisor del condado, Dan White. Feinstein tenía una oficina en el Ayuntamiento y oyó los disparos. Fue la primera que halló en el suelo el cuerpo de Milk. Feinstein se convirtió en la alcaldesa, la primera mujer en ostentar el cargo, gracias al apoyo del resto de supervisores. Extendió su mandato tras dos elecciones. Los homicidios de Milk y Moscone la convencieron para luchar contra la proliferación de las armas en EE UU.

La alcaldesa fue la candidata demócrata a gobernadora en 1990. Sin embargo, perdió frente al republicano Pete Wilson. Dos años después, se convirtió en senadora. Llegó a Washington junto a Bárbara Boxer, quien abandonó el cargo en 2017, cuando fue sustituida por Kamala Harris. Uno de los legados más importantes de Feinstein en Washington fue su publicación en 2014 de un informe de más de 6.000 páginas que documentaba la tortura a la que había recurrido la CIA, la agencia de inteligencia de Estados Unidos, para recabar información. El documento enfrentó a la legisladora con la cúpula de Washington. Primero con el presidente George W. Bush y después con Barack Obama, quien pertenecía a su mismo partido. Feinstein acusó entonces a la Casa Blanca de censurar un texto que arrojaba luz a las malas prácticas de los agentes.

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