La justicia belga interroga a un eurodiputado por el escándalo del ‘Qatargate’
El belga Marc Tarabella ha sido señalado por el principal acusado de la trama, aunque niega sobornos. El Parlamento Europeo le retiró la inmunidad a principios de febrero, al igual que al italiano Andrea Cozzolino, cuyo domicilio ha sido también registrado este viernes
La policía judicial belga ha arrestado este viernes al eurodiputado socialista belga Marc Tarabella para interrogarle en Bruselas por el Qatargate, la trama de presuntos sobornos a altas figuras del Parlamento Europeo por parte de países como Qatar o Marruecos. La policía ha vuelto a registrar varias de sus oficinas y pertenencias en busca de pruebas que lo vinculen al escándalo que ha sacudido profundamente a las instituciones europeas. A pesar de que el cabecilla ...
La policía judicial belga ha arrestado este viernes al eurodiputado socialista belga Marc Tarabella para interrogarle en Bruselas por el Qatargate, la trama de presuntos sobornos a altas figuras del Parlamento Europeo por parte de países como Qatar o Marruecos. La policía ha vuelto a registrar varias de sus oficinas y pertenencias en busca de pruebas que lo vinculen al escándalo que ha sacudido profundamente a las instituciones europeas. A pesar de que el cabecilla del caso, el exeurodiputado Pier Antonio Panzeri, asegura que le pagó hasta 140.000 euros, Tarabella siempre ha negado su implicación en el Qatargate. La Eurocámara le retiró la inmunidad parlamentaria hace una semana, al igual que al italiano Andrea Cozzolino, cuyo domicilio también ha sido registrado este viernes.
Los agentes se presentaron en el domicilio de Tarabella en Anthisnes, la localidad a unos 120 kilómetros de Bruselas de la que es alcalde, a primera hora de la mañana del viernes y trasladaron al político a la capital belga. Según ha informado la Fiscalía Federal, en las próximas horas —el plazo máximo son 48 horas— se decidirá si comparece ante el juez de instrucción del Qatargate, Michel Claise. Este mismo magistrado fue quien ordenó en diciembre prisión preventiva para los principales implicados en la trama: además de Panzeri, la exvicepresidenta de la Eurocámara —y todavía eurodiputada— Eva Kaili y su pareja y asistente parlamentario, Francesco Giorgi, inculpados por corrupción, lavado de dinero y organización criminal.
Un cuarto acusado, Niccolo Figa-Talamanca, exdirigente de la ONG No Peace Without Justice —que colaboraba estrechamente con la organización creada por Panzeri como presunta pantalla, Fight Impunity—, fue puesto en libertad el pasado viernes, aunque permanece acusado de los mismos delitos de los imputados que siguen en prisión.
Mientras Tarabella era interrogado, la policía registró una caja de seguridad que mantiene en un banco de Lieja, así como “algunas oficinas” del Ayuntamiento de Anthisnes, que dirige, ha dicho la Fiscalía en un comunicado, sin revelar si ha obtenido pruebas. No es el primer registro al que es sometido Tarabella: hace exactamente dos meses, el 10 de diciembre, agentes policiales ya registraron su domicilio. Fue un día después de que se lanzara la operación para detener a los presuntos cabecillas del Qatargate, en el marco de la cual fueron incautados hasta 1,5 millones de euros en efectivo hallados en maletas y bolsas en casa de los principales sospechosos. En el caso de Tarabella, la policía no halló pruebas concluyentes y acabó llevándose solo material informático. Como entonces todavía gozaba de inmunidad parlamentaria, la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, tuvo que regresar urgentemente a Bruselas desde Malta para asistir al registro, tal como dicta la ley belga en caso de una operación contra un diputado.
En esta ocasión no ha sido necesario, ya que el pleno del Parlamento Europeo aprobó el 2 de febrero el levantamiento de su inmunidad y la de otro de los eurodiputados que la justicia belga quiere interrogar, el socialista Cozzolino, que también insiste en su inocencia. Aunque Tarabella rechazó explicarse ante los eurodiputados sobre el Qatargate, votó él mismo a favor de la retirada de su inmunidad, ya que siempre ha sostenido que quería explicar su situación a las autoridades belgas. Cozzolino, que sí habló ante los eurodiputados que debían evaluar su caso (en una sesión a puerta cerrada), también se ha declarado dispuesto a hablar con la justicia belga.
Según ha confirmado la Fiscalía a EL PAÍS, la policía también registró este viernes su casa, pero el italiano, que tenía empleado a Francesco Giorgi como asistente parlamentario, no se encontraba presente. Por el momento, el juez no ha solicitado que sea interrogado. Fuentes parlamentarias confirmaron, mientras tanto, que las oficinas de Tarabella y Cozzolino en la sede bruselense del Parlamento Europeo fueron selladas este mismo viernes, en un procedimiento calcado al realizado hace dos meses con los ya imputados para evitar que nadie se lleve potenciales indicios si se ordena un nuevo registro.
Según la televisión estatal belga, cuando los agentes llegaron a casa de Tarabella, este se declaró aliviado. “Por fin se me va a escuchar, hace más de dos meses que esperaba el momento”, dijo el eurodiputado, de acuerdo con esta versión. Su entorno familiar ha declarado a medios belgas que Tarabella estaba “preparado” para este momento y que está “dispuesto a responder a todas las preguntas de la justicia”.
Por su cercanía a Panzeri y los demás imputados, Tarabella ha estado desde el principio en la mira de la justicia belga. Según filtraciones a la prensa local, Panzeri, que ha firmado un acuerdo judicial para rebajar su pena a cambio de dar detalles a la justicia sobre toda la trama del Qatargate, ha declarado que hizo varios pagos en efectivo a Tarabella a cambio de que este hablara favorablemente de Qatar de cara al Mundial de Fútbol a finales del año pasado.
Durante una audiencia parlamentaria celebrada a mediados de noviembre sobre la situación de los derechos laborales en Qatar y las muertes de trabajadores extranjeros por las duras condiciones laborales, Tarabella, quien en años anteriores había sido muy crítico con la elección del país del Golfo como sede del mundial, sorprendió a muchos de sus colegas de bancada al pronunciar un discurso defendiendo los avances de ese país en materia de derecho laboral. Menos de un mes después, estallaba el Qatargate, que ha convulsionado a la familia europea bruselense. Esta misma semana, Metsola acordó con los grupos políticos de la Eurocámara las primeras medidas inmediatas para mejorar la integridad y transparencia de la institución.
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