Turquía anula la visita de un ministro sueco tras una manifestación ultra en Estocolmo

Un político de extrema derecha quema un Corán durante el acto de protesta contra el bloqueo de Ankara a la adhesión sueca a la OTAN

Un manifestante salta sobre una fotografía del presidente turco Erdogan en Estocolmo, este sábado.TT NEWS AGENCY (via REUTERS)

Una manifestación en Estocolmo este sábado contra Turquía, por su bloqueo a la candidatura sueca para ingresar en la OTAN, durante la que se quemó un Corán, ha agudizado las tensiones del país nórdico con Ankara en un momento en el que Suecia necesita el apoyo turco para entrar en la alianza militar. La quema de un ejemplar del libro sagrado de los musulmanes por parte de Rasmus Paludan, un político danés de e...

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Una manifestación en Estocolmo este sábado contra Turquía, por su bloqueo a la candidatura sueca para ingresar en la OTAN, durante la que se quemó un Corán, ha agudizado las tensiones del país nórdico con Ankara en un momento en el que Suecia necesita el apoyo turco para entrar en la alianza militar. La quema de un ejemplar del libro sagrado de los musulmanes por parte de Rasmus Paludan, un político danés de extrema derecha que mantiene un radical discurso antinmigración, cerca de la embajada turca, suscitó la condena del Ministerio de Asuntos Exteriores turco.

“Condenamos en los términos más enérgicos posibles el vil ataque contra nuestro libro sagrado (...). Permitir este acto contra el islam, que tiene como objetivo a los musulmanes e insulta nuestros valores sagrados, bajo el pretexto de la libertad de expresión, es totalmente inaceptable”, declaró el Ministerio de Asuntos Exteriores turco, que instó a Suecia a actuar contra los autores de esos hechos e invitó a todos los países a tomar medidas concretas contra la islamofobia.

La de este sábado no ha sido la primera vez que Paludan, líder de la formación ultra Stram Kurs (Línea Dura), prende fuego a un Corán, un acto que ya había llevado a cabo en anteriores manifestaciones.

Ya antes de la quema del libro sagrado del islam, a primera hora del sábado, Turquía había anunciado que, debido a la falta de medidas para restringir estas protestas, había cancelado la visita prevista a Ankara del ministro sueco de Defensa. “En este momento, la visita del ministro de Defensa sueco, Pal Jonson, a Turquía el 27 de enero, ha dejado de tener sentido. Así que la hemos cancelado”, declaró el homólogo turco de Jonson, Hulusi Akar.

La versión del titular sueco de Defensa fue diferente. Jonson aseguró que él y Akar se habían reunido el viernes durante una reunión de aliados occidentales en Alemania y habían decidido posponer la reunión.

El ministro Akar afirmó que había discutido con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, la falta de medidas para impedir las manifestaciones contra Turquía en Suecia y que transmitió el descontento de Ankara a su homólogo sueco al margen de una reunión del Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania.

“Es inaceptable no hacer nada ni reaccionar ante estas [protestas]. Había que hacer lo necesario, deberían haberse tomado medidas”, aseveró Akar, según un comunicado del Ministerio de Defensa turco. El viernes, el Ministerio de Asuntos Exteriores turco ya había convocado al embajador de Suecia a causa de estas protestas, que ya se habían anunciado.

El Gobierno sueco ha respondido a las críticas turcas acogiéndose al derecho a la libertad de expresión. “Las provocaciones islamófobas son espantosas. Suecia goza de una amplia libertad de expresión, pero ello no implica que el Gobierno sueco, o yo mismo, apoyemos las opiniones expresadas”, dijo el ministro sueco de Asuntos Exteriores, Tobias Billstrom, en Twitter.

Tanto la manifestación en la que se quemó el Corán, como otras dos protestas este sábado en Estocolmo —la primera en apoyo de los kurdos y contra la candidatura sueca a la OTAN y la segunda de un grupo de manifestantes proturcos— contaban con permiso de las autoridades.

En el caso de la primera, los convocantes afirmaron en su solicitud ante la policía que su protesta se dirigía contra el islam y el intento del presidente turco Erdogan de influir en la libertad de expresión en Suecia.

Suecia y Finlandia solicitaron el año pasado su ingreso en la OTAN tras la invasión de Rusia en Ucrania, pero se toparon con el veto de Turquía. La alianza exige para admitir un nuevo socio que los 30 Estados miembros aprueben las candidaturas. Turquía ha dicho que Suecia debe adoptar una postura más clara contra los que Ankara considera terroristas, principalmente militantes kurdos y un grupo al que culpa de un intento de golpe de Estado en 2016.

Finlandia y Suecia firmaron un acuerdo a tres bandas con Turquía en 2022 destinado a superar las objeciones de Ankara a su ingreso en la OTAN. Suecia dice que ha cumplido su parte del memorando, pero Turquía exige más, incluida la extradición de 130 personas a quienes considera terroristas.

Varios países árabes, entre ellos Arabia Saudí, Jordania y Kuwait han denunciado la quema del Corán en la protesta de Estocolmo. “Arabia Saudí llama a difundir los valores del diálogo, la tolerancia y la coexistencia, y rechaza el odio y el extremismo”, afirmó el Ministerio de Asuntos Exteriores saudí en un comunicado.

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