La nueva mayoría republicana en la Cámara de Representantes de EEUU comienza a imponer su agenda
Los congresistas han aprobado la creación de un subcomité que investigue el “uso partidista” de los organismos de gobierno, y una comisión de supervisión a China
Los republicanos que constituyen la nueva mayoría en la Cámara de Representantes de EEUU se han puesto rápidamente en marcha para aplicar su programa legislativo. Cuatro días después de la accidentada elección de su líder Kevin McCarthy como presidente de la institución, este martes han aprobado dos medidas que habían prometido con insistencia durante la campaña electoral: la creación de una comisión que investigue a China y de un subcomité que estudiará lo que consideran el us...
Los republicanos que constituyen la nueva mayoría en la Cámara de Representantes de EEUU se han puesto rápidamente en marcha para aplicar su programa legislativo. Cuatro días después de la accidentada elección de su líder Kevin McCarthy como presidente de la institución, este martes han aprobado dos medidas que habían prometido con insistencia durante la campaña electoral: la creación de una comisión que investigue a China y de un subcomité que estudiará lo que consideran el uso partidista de organismos de gobierno -especialmente el Departamento de Justicia, o el FBI- por parte de los demócratas.
La resolución que establece el nuevo subcomité fue aprobada únicamente con los votos republicanos, por una mayoría de 221 frente a los 211 de los demócratas. Los republicanos justifican la necesidad del nuevo órgano con el argumento de que el partido rival ha aprovechado su control del Gobierno para utilizar “como un arma” instituciones como el Departamento de Justicia, con el fin de abrir investigaciones sobre Donald Trump y los partidarios del expresidente que asaltaron el Congreso el 6 de enero de 2021. Los legisladores demócratas acusan, por su parte, a los republicanos de tratar de montar un escándalo donde no lo hay con fines políticos.
El nuevo subcomité estará integrado por trece legisladores republicanos y cinco demócratas, y formará parte del Comité Judicial de la Cámara. Podrá supervisar investigaciones federales que se encuentren en marcha y tendrá acceso a datos sensibles de inteligencia. “Obligaremos a rendir cuentas por cosas desde la retirada de Afganistán a los orígenes de la covid y el uso partidista del FBI, la Oficina Federal de Investigaciones”, había asegurado el flamante presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy.
Entre los departamentos que el nuevo órgano podrá examinar se encuentran los encargados de investigar los hechos del 6 de enero de 2021, o cómo y por qué varias cajas de documentos clasificados salieron de la Casa Blanca para terminar en Mar-a-Lago, la residencia en Florida de Trump, quien se resistió a entregar esos papeles. El expresidente ha calificado ambas pesquisas como una “caza de brujas”.
El Departamento de Justicia continúa su investigación sobre el papel de Trump y sus aliados en los intentos de impedir un traspaso pacífico del poder en enero de 2021, tras la victoria demócrata en las elecciones presidenciales de noviembre de 2020.
El subcomité llena una demanda que viene de lejos entre el Caucus de la Libertad, que agrupa al ala más extremista de los republicanos y que exigía una investigación de lo que algunos de sus miembros, como el congresista por Montana Ryan Zinke, han calificado como “la mayor arma oculta de la izquierda”. “Es hora de arrojar luz sobre las sombras de las cloacas del Estado y cumplir nuestro deber”, ha asegurado este político.
Los demócratas, además de denunciar que el subcomité se crea con fines partidistas, han apuntando que podrían darse casos de conflictos de interés entre los miembros de ese órgano. Legisladores en el punto de mira del FBI o del Departamento de Justicia podrían encontrarse supervisando investigaciones abiertas sobre ellos mismos.
Es el caso del representante por Pensilvania Scott Perry, al que el Departamento de Justicia le incautó el teléfono el año pasado y que se encuentra requerido por la comisión de la Cámara de Representantes que investiga el asalto del 6 de enero. Perry ha expresado su interés en ser uno de los integrantes del subcomité.
La creación del nuevo subcomité “representa una violación de la separación de poderes, y es además muy peligrosa”, ha declarado el legislador demócrata de mayor rango en el Comité Judicial de la Cámara de Representantes, Jerrold Nadler.
Los republicanos han prometido abrir toda una serie de investigaciones sobre todo tipo de medidas aprobadas por el Gobierno demócrata con las que están en desacuerdo. Además del Departamento de Justicia, también tienen en su punto de mira, entre otros, al Departamento de Seguridad Nacional, responsable de la política de inmigración.
También este martes, la Cámara aprobó eliminar cerca de 70.000 millones de dólares en fondos para el Servicio de Recaudación Interna (IRS), la Hacienda estadounidense. Y un legislador republicano ha presentado ya una moción preliminar para abrir un juicio político a Alejandro Mayorkas, responsable de ese departamento. Alega que el secretario de Seguridad Nacional no ha sabido mantener el control de la frontera y ha permitido con ello numerosos cruces irregulares. Según él, ese representante de la Administración Biden “adoptó una pauta de conducta incompatible con sus obligaciones”.
Comisión sobre China
En la sesión de este martes, los legisladores aprobaron también, con una mayoría mucho más abultada y el apoyo de 146 escaños demócratas, el establecimiento de una comisión dedicada a China. El claro respaldo -365 votos a favor y 65 en contra- deja claro hasta qué punto la clase política en Washington comparte suspicacias sobre la segunda potencia mundial, con independencia de en qué partido se milite. Y, en un clima de rivalidad que no deja de crecer entre Washington y Pekín, amenaza con crear una nueva fuente de fricción con el Gobierno del presidente Xi Jinping.
La nueva entidad, formada por siete republicanos y cinco demócratas, examinará los pasos que den Pekín y el Partido Comunista de China en su competición estratégica con Estados Unidos, sobre todo en áreas sensibles de la economía, la política y la tecnología. Podrá convocar audiencias públicas, y emitirá recomendaciones sobre cómo debe responder Washington.
“He oido a mis colegas de ambos partidos decir que la amenaza que representa el Partido Comunista de China es seria. Estoy totalmente de acuerdo”, ha apuntado McCarthy. “Este es un asunto que trasciende los partidos políticos. Y crear esta comisión sobre China es nuestra mejor vía para atajarlo”.
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