Así te hemos contado la toma de posesión de Lula da Silva como presidente de Brasil
Brasilia celebra con una gran fiesta en las calles el inicio del tercer mandato del líder de izquierda. El mandatario promete “reconstruir” el país tras el período de Jair Bolsonaro
Ha llegado el día. Luiz Inácio Lula da Silva es el nuevo presidente de Brasil. Al filo de las tres de la tarde, hora de Brasilia, el dirigente del PT ha jurado ante el Pleno del Congreso como 39° mandatario del país. Es el inicio de su tercer mandato y la consumación de una resurrección política tras su paso por la cárcel. El líder más reconocido de la izquierda latinoamericana, de 77 años, vuelve al poder para terminar con cuatro años de deriva de ultraderecha. En su intervenci...
Ha llegado el día. Luiz Inácio Lula da Silva es el nuevo presidente de Brasil. Al filo de las tres de la tarde, hora de Brasilia, el dirigente del PT ha jurado ante el Pleno del Congreso como 39° mandatario del país. Es el inicio de su tercer mandato y la consumación de una resurrección política tras su paso por la cárcel. El líder más reconocido de la izquierda latinoamericana, de 77 años, vuelve al poder para terminar con cuatro años de deriva de ultraderecha. En su intervención, el presidente ha prometido “reconstruir Brasil” tras el período de Jair Bolsonaro.
Nos despedimos
Hasta aquí les hemos contado la jornada de posesión de Lula da Silva como presidente de Brasil. Muchas gracias por leernos y acompañarnos.
Seguidores de Lula da Silva participan del Festival del Futuro, en la Explanada de los Ministerios, en Brasilia / MAURO PIMENTEL / AFP
Los petistas celebran en el Festival del Futuro
La ceremonia de asunción de Lula da Silva como presidente de Brasil ha terminado. Pero la fiesta continúa en las calles. Miles de personas participan esta noche del Festival del Futuro, un concierto gratuito organizado en la Explanada de los Ministerios, el mismo sitio donde la multitud se reunió durante todo el día para participar del regreso del líder del Partido de los Trabajadores al Palacio de Planalto, después de 12 años. Según el plan de los organizadores, habrá números musicales hasta las 3.00 de la mañana, horario de Brasil.
Cambio de perfil
Lula da SIlva ya actualizó la foto de su perfil en redes sociales con una que lo muestra con la banda presidencial.
Cargando...
Lula recibe una ovación en Itamaraty
"Lula, Lula" cantaron desde los balcones que dan a la entrada principal del Itamaraty, la sede de la Cancillería, cuando el presidente se sumó a la recepción organizada para las delegaciones extranjeras.
El presidente fue recibido con una ovación, horas después de que ingresasen al edificio los jefes de Estado y los representantes que viajaron hasta Brasilia para participar de la ceremonia de asunción.
Primeras medidas de Gobierno
Lula no ha perdido el tiempo. Apenas asumido, ha firmado una serie de decretos que derogan otros anteriores firmados por su predecesor, Jair Bolsonaro. Destaca el relacionado con la portación de armas, una norma que Lula consideró "criminal" en parte de su discurso de investidura. "Brasil no puede y no quiere las armas en manos del pueblo. Brasil necista seguridad, libros y cultura", dijo.
Entre otras medidas, Lula firmó un decreto que garantiza el acceso a la información y otro que establece un programa que pretende terminar con la deforestación en el Amazonas. Han sido todas medidas que apuntan al corazón del espíritu del Gobiernro de Bolsonaro.
Asumen los nuevos ministros
Lula da SIlva toma juramento en estos momentos a los 37 ministros que integrarán su Gabiente. Se encuentra aún en el Palacio de Planalto. Parte de la actividad se ha trasladado al edificio de Itamaraty, sede del ministerio de Exteriores. Los invitados extranjeros participan ahora de una encuentro de bienvenida.
Los jefes de Estado saludan a Lula
Lula da Silva saluda uno a uno a los presidentes y jefes de Estado que participaron de la toma de posesión. El argentino Alberto Fernández ha sido uno de los primeros. Fernández visitó a Lula al día siguiente del triunfo electoral del petista contra Bolsonaro, el 30 de octubre. La buena relación entre ambos se fortaleció luego de la visita que el argentino le hiciese en la cárcel en 2019, pese a estar en plena campaña electoral por la presidencia.
Pasaron por Planalto el colombiano Gustavo Petro, el ecuatoriano Guillermo Lasso y el paraguayo Mario Abdo. Especialmente numerosa fue la delegación de Uruguay. Luis Lacalle Pou viajó a Brasilia acompañado por los expresidente Julio María Sanguinetti y José Mugica. El encuentro entre Lula y Mugica fue un emotivo intercambio de abrazos y sonrisas.
El rey de Esaña, Felipe VI, también estuvo entre los primeros en saludar al nuevo presidente de Brasil.
El presdiente de Venezuela, Nicolás Maduro, fue uno de los grandes ausentes. Lula había conseguido la anulación de la prohibición de ingreso que pesaba sobre el venezolano, pero no fue suficiente. Maduro envió en su lugar al presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez. La cancillería brasileña no aclaró los motivos que llevaron a Maduro a suspender su viaje.
Lula declara la guerra contra "la desigualdad"
"Debemos luchar con todas las fuerzas contra todo lo que hace tan desigualdad a Brasil. Debemos formar un frente amplio que involucre a toda la sociedad en la lucha contra al desigualdad", dice Lula, "Es un tiempo de unión y reconstrucción de nuestro país. Hago un llamado para tener un país más justo y democrático. Pido a cada uno de ustedes que la alegría de hoy sea la materia prima de la lucha de mañana. dice Lula. Y cierra su discurso al grito de "Viva el pueblo brasileño".
Las palabras que más ha utilizado en su discurso fueron "pobreza" y "desigualdad", evidencia del perfil que pretende dar a su Gobierno.
"La pesadilla ha terminado", proclama Lula desde el Palacio de Planalto
"En estos últimos hemos vivido uno de los peroes periodos de nuestra historia, una era de sombra y mucho sufiremiento. Esta pesadilla ha llegado a su fin por el voto soberano, en una elección que ha demostrado su compromiso con la democracia. Debemos mirar hacia adelante y olvidar las diferencias. Nos une el amor por Brasil", dice Lula.
El presidente centra su discurso en las promesas de lucha contra el hambre, hace llamados a la unidad y carga contrala herencia bolsonarista, a la que considera "de pesadilla". Lula asegura que el equipo de transición ha puesto en evidencia un panorama "de destrucción".
"Invertiremos en nuestro bien más precioso: el pueblo", dice Lula.
Jamas hemos sido irresponsables con el dinero público, hemos honrado nuestras dedudas, tuvimos superávit fiscales. No habrá gastos inncesarios y vamos a invertir en nuestro bien más precioso, que es el pueblo brasileño. Mucho de lo que hemos construido en 13 años fue destruido en la mitad de tiempo. Primero, con la destitución de Dilma. Luego, con cuatro años de un Gobierno cuyo legado negativo la historia no olvidará", dice Lula.
Lula asume el compromiso de "cuidar de todos los brasileños"
"Asumo el compromiso de cuidar de todos los brasileños y brasileñas y de acabar con el hambre. Sacaré a la gente de las colas en las carnicerías para pedir huesos para comer. Lejos de cualquier nostalgia, nuestro legado será el espejo del futuro de lo que vamos a hacer por nuestro país.
Lula habla invadido por las lágrimas de la pobreza en Brasil
Lula llora durante su discurso al hablar de la pobreza. "Brasil ha vuelto a ser uno de los países más desiguales del mundo, hace tiempo que no se veía a tanta gente buscando alimentos en la basura o familias con hambre. Los niños deben estar en las escuelas los trabajadores no deben exhibir un cartón diciendo que necesitan ayuda", dice, y detiene su discurso entre lágrimas. La multitud lo ovaciona.
"No hay dos Brasil", dice Lula
El presidente invita ahora a la unidad. "No hay dos Brasil, compartimos una misma virtud: no desistimos nunca. Siempre es el tiempo de repartir y la primavera ha llegado", dice a la gente. "Hoy la alegria vuelve a Brasil", argenga Lula a la multitud. "En 2003, en esta misma plaza, asumimos el compromiso de recuperar el destino del pueblo brasileño, para mejorar las condiciones de vida de las personas. El compromiso fue luchar contra la desgualdad y la pobreza. Acabamos con el hambre y la miseria, pero hoy, 20 años después, volvimos a ese pasado", denuncia el presidente. "La desigualdad y la pobreza han vuelto, están de vuelta y es un crimen, el más severo contra el pueblo brasileño. El hambre es la hija de la desigualdad", dice.
Lula da Silva habla ante la multitud en el Palacio Planalto
Lula critica. una vez más, que la derecha brasileña se haya "apropiado" de los colores de la bandera para su campaña. "Voy a gobernar para 215 millones de brasileños, para todos y todas, mirando a nuestro futuro y no al pasado de intolerancia. Es hora de fortalecer los lazos de familia, que fueron rotos por tanto odio y mentiras, armamentos y bombas, no necesitamos de eso", dice Lula.
Lula da Silva recibe la banda presidencial en el Palacio de Planalto. / ADRIANO MACHADO / REUTERS
Lula da Silve recibe la banda presidencial
Fin del misterio. Representantes de la sociedad civil entregan la banda presidencial al presidente Lula. Una mujer negre es la encargada de colocarla, acompañada por un nilño, un militante de los derechos humanos y un cacique Raoni. Ha sido la fórmula elegida para suplir la ausencia de Jair Bolsonaro, quien debía, por protocolo, ser el encargado de este rito de la democracia brasileña. Bolsonaro voló hacia Estados Unidos antes de la investidura de su rival.
Lula da Silva da su primer discurso como presidente ante el Congreso / REUTERS
Un discurso más duro de lo esperado
Un análisis rápido del discurso de Lula. Ha sido especialmente duro con la ultraderecha de Bolsonaro, a la que acusó de "oscurantista" y de dejar una herencia "espantosa" tanto económica como política. "Nunca los recursos del Estado fueron tan desvirtuados en provecho de un proyecto autoritario de poder", dijo. Lula prometió "reconstruir" el país y habló sin vueltas de "dictadura", por Bolsonaro, y "democracia".
La prensa brasileña había especulado con un discurso componedor con el bolsonarismo. Lula no tiene mayoría en el Congreso y necesitará negociar cada voto con la ultraderecha si pretende que su agenda legislativa avance. Ha sido, sin embargo, muy distinto a lo esperado. El tiempo dirá si la decisión política del nuevo presidente ha sido la más adecuada.
Lula se dirige al Palacio Planalto
Terminada la investidura en el Congreso, Lula da Silva se dirige ahora hacia el Palacio de Planalto, la sede del Poder Ejecutivo. Recibirá allí la banda presidencial, presumiblemente de manos de un niño (por la ausencia de Jair Bolsonaro) y dará un discurso a las decenas de miles de personas que se han acercado a la Plaza de los Tres Poderes para presenciar la ceremonia.
Lula cierra su discurso con la promesa de una "reconstrucción" de Brasil
"Vamos a reconstruir este país, viva la democracia y viva el pueblo brasileño", dice Lula para cerrar su discurso. Los diputados y senadores estallan al grito de "Lula, guerrero del pueblo brasileño".
Lula: "Tendremos un diálogo activo con Estados Unidos, la UE y China"
"Los ojos del mundo nos han mirado durante las elecciones. Nuestro compromiso será con Mercosur y el resto de las naciones soberanas de nuestra región. Tendremos un diálogo activo con Estados Unidos, la Unión Europea y China. Haremos más alianzas para tener más fuerza de ahora en adelante. Brasil tiene que ser dueño de su destino, tiene que ser un país soberano", dice Lula.
Lula pide cambiar "armas por libros"
"Hay mucha inseguridad y Brasil no quiere y no necesita tener armas en las manos del pueblo. Necesitamos cultura, libros, para que podamos ser un país más justo", dice Lula
Lula dice que garantizará la "deforestación cero" en la Amazonia
"No tiene sentido importar combustibles y otras materias. Brasil debe figurar en la primera línea de la economía internacional", dice, antes de prometer que concentrará su política económica en la reindustrialización de Brasil..
"Ningún otro país tiene las condiciones para colocarse como una potencia ambiental, vamos a iniciar la transición energética y ecológica. Nuestro meta es lograr la emisión cero de gases invernadero y la deforestación cero de la Amazonia. "Vamos a vivir sin cortar un árbol", promete, y habla de una "deuda histórica" con los pueblos indígenas. "Vamos a denunciar todas las injusticias cometidas contra los pueblos indígenas", dice.
Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS América y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la región