Dina Boluarte, primera presidenta de Perú
La política, una alta funcionaria del registro civil que acompañó a Pedro Castillo en la campaña de 2021, ha mantenido un perfil discreto hasta ahora y tendrá que fraguar apoyos en el Parlamento
“Si al presidente lo vacan, yo me voy con él”, dijo Dina Boluarte el 7 de diciembre de 2021, en la plaza de Armas Juliaca, en Puno, en la sierra sur de Perú. Por esos días, Pedro Castillo se enfrentaba a su primera moción de vacancia (equivalente a la de censura) y su primera vicepresidenta y, a su vez, ministra de Desarrollo e Inclusión Social, salió a defenderlo públicamente. Y lo hizo con uñas y dientes: “No solamente nos hemos fajado, con el compañero Pedro, para ganar estas elecciones, sino que le hemos dicho a la derecha: no nos van a agachar la cabeza”.
Un año después, esa misma ...
“Si al presidente lo vacan, yo me voy con él”, dijo Dina Boluarte el 7 de diciembre de 2021, en la plaza de Armas Juliaca, en Puno, en la sierra sur de Perú. Por esos días, Pedro Castillo se enfrentaba a su primera moción de vacancia (equivalente a la de censura) y su primera vicepresidenta y, a su vez, ministra de Desarrollo e Inclusión Social, salió a defenderlo públicamente. Y lo hizo con uñas y dientes: “No solamente nos hemos fajado, con el compañero Pedro, para ganar estas elecciones, sino que le hemos dicho a la derecha: no nos van a agachar la cabeza”.
Un año después, esa misma mujer, de 60 años, es quien lo sucede en el poder, convirtiéndose en la tarde de este miércoles en la primera presidenta de Perú en toda su historia. Una política de perfil discreto que, al igual que Castillo, no posee poder en el Parlamento. Boluarte es una abogada que nació en Apurímac, en el sur del país, el 31 de mayo de 1962. En 2018 se postuló a la alcaldía del distrito de Surquillo, en Lima, pero no obtuvo los votos necesarios. Ejerció una alta dirección en el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (RENIEC), que dejó por incompatibilidad con sus cargos en el actual Gobierno.
A inicios de 2022, Boluarte fue expulsada de Perú Libre por no compartir los puntos de vista de su secretario general, Vladimir Cerrón. “Yo nunca he abrazado su ideario..., siempre he sido de izquierda y seguiré siéndolo, pero de una izquierda democrática y no totalitaria”, declaró. Agregó que se alejaría de Perú Libre, pero no del presidente Castillo. Y continuó desempeñando la cartera de Desarrollo e Inclusión Social hasta hace poco más de una semana, cuando renunció por estar en desacuerdo con el nombramiento de Betsy Chávez, la fugaz primera ministra del hoy destituido presidente.
Es la tercera ocasión en los últimos cuatro años que se produce una sucesión presidencial para determinar al nuevo jefe de Estado en el Perú sin pasar por las urnas. En marzo de 2018, Pedro Pablo Kuczynski renunció a su mandato y asumió el entonces primer vicepresidente, Martín Vizcarra. Sin embargo, dos años y medio después, en noviembre de 2020, Vizcarra tuvo que dejar el cargo. Lo asumió el entonces presidente del Congreso, Francisco Sagasti.
Las primeras palabras de Boluarte tras acceder a la presidencia han sido un llamado a la unidad y a la calma: “Siendo consciente de la enorme responsabilidad que me toca, mi primera invocación, como no podía ser de otra manera, es convocar a la más amplia unidad de todas y todos los peruanos. Señores, conversar, dialogar, cómo ponernos de acuerdo (es) algo tan sencillo como tan impracticable en los últimos meses”.
Las mujeres que estuvieron más cerca de asumir las riendas del Perú han sido Keiko Fujimori, líder de Fuerza Popular e hija del exmandatario Alberto Fujimori, quien ha alcanzado la segunda vuelta electoral en tres ocasiones, perdiendo por un ajustado margen, y Mercedes Araoz, quien juró como presidenta en funciones en octubre de 2019 ante un Congreso disuelto por Vizcarra. De allí que su nombramiento careciera de validez.
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