Lula recibe al presidente Alberto Fernández y le promete visitarlo en Buenos Aires
El presidente de Argentina toma un avión hacia São Paulo para ver a su “gran amigo y presidente electo”
“Alberto”, gritó Luiz Inácio Lula da Silva. Allí estaba Alberto Fernández, presidente de Argentina, recién llegado desde Buenos Aires en visita relámpago. El argentino se tomó un avión el lunes por la mañana hacia São Paulo para felicitar en persona a Lula, a quien considera un amigo, por su triunfo electoral ante Jair Bolsonaro. El brasileño le hizo un sitio en su agenda, apretadísima en el primer día como presidente de Brasil, y retribuyó así ...
“Alberto”, gritó Luiz Inácio Lula da Silva. Allí estaba Alberto Fernández, presidente de Argentina, recién llegado desde Buenos Aires en visita relámpago. El argentino se tomó un avión el lunes por la mañana hacia São Paulo para felicitar en persona a Lula, a quien considera un amigo, por su triunfo electoral ante Jair Bolsonaro. El brasileño le hizo un sitio en su agenda, apretadísima en el primer día como presidente de Brasil, y retribuyó así aquella visita que Fernández le hiciera en 2019 en la cárcel. Luego de un encuentro a solas en un hotel paulista, Fernández confirmó que el primer viaje internacional de Lula será a Buenos Aires, antes de la toma de posesión, prevista para el 1 de enero de 2023.
“He tenido la enorme alegría de reencontrarme con mi querido amigo y presidente electo de Brasil, Lula. Todos conocen mi vínculo con Lula y no quería estar ausente hoy sabiendo los momentos difíciles que le tocaron pasar. Hoy es un día de reivindicación”, afirmó Fernández luego del encuentro en un hotel de la ciudad más grande de Brasil. “Hablamos más del futuro que del pasado”, aseguró.
Lula da Silva ocupó buena parte de su primer día como presidente electo para atender las felicitaciones de presidentes y altos funcionarios extranjeros, entre ellos el estadounidense Joe Biden. Pero se hizo un hueco en la agenda, apretadísima, para recibir a Fernández. El argentino tomó un avión junto a una pequeña comitiva el lunes bien temprano, apenas recibió el visto bueno del brasileño. Resuelta la cuestión de la seguridad, un punto complejo por tratarse de una visita no oficial de un jefe de Estado, aterrizó al mediodía en Sao Paulo.
La visita ha sido importante para Fernández. Lula da Silva ayudará a recomponer las maltrechas relaciones entre Argentina y Brasil, en horas bajas por la mala relación personal que el argentino mantiene con Bolsonaro. La situación empeoró especialmente durante la campaña. Bolsonaro eligió a Argentina como ejemplo de país fallido, devastado por la economía y víctima de un Gobierno comunista solo comparable con Cuba o Venezuela, un perfil caricaturesco que en Buenos Aires era seguido casi con sorna.
Pero hay también un componente extra, de dimensiones casi personales. Fernández atraviesa horas bajas en Buenos Aires, asediado por las disputas de poder que desangran la coalición peronista que colidera con su vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner. Lula, como amigo de ambos, puede servir de puente para restablecer el diálogo perdido.
Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS América y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la región.