Estados Unidos acusa a dos ciudadanos chinos de espiar en favor de Huawei
El Departamento de Justicia ha presentado cargos contra trece personas por “ejercer influencia indebida” en favor de China, incluidos siete nacionales de ese país que intentaron devolver a Pekín a un compatriota por la fuerza
El Departamento de Justicia estadounidense ha anunciado este lunes la presentación de cargos contra trece ciudadanos chinos, acusados en tres casos distintos de tratar de ejercer “influencia indebida” en EEUU en favor de su país. Entre ellos se encuentran dos personas, He Dong y Wang Zheng, que trataron de sobornar a un ciudadano estadounidense para obtener información sobre el caso judicial abierto en Nueva York contra el gigante tecnológico chino Huawei.
Otro de los dos casos restantes afectan a siete ciudadanos chinos que...
El Departamento de Justicia estadounidense ha anunciado este lunes la presentación de cargos contra trece ciudadanos chinos, acusados en tres casos distintos de tratar de ejercer “influencia indebida” en EEUU en favor de su país. Entre ellos se encuentran dos personas, He Dong y Wang Zheng, que trataron de sobornar a un ciudadano estadounidense para obtener información sobre el caso judicial abierto en Nueva York contra el gigante tecnológico chino Huawei.
Otro de los dos casos restantes afectan a siete ciudadanos chinos que, según ha denunciado el Departamento de Justicia en una rueda de prensa, intentaron repatriar por la fuerza a China a un compatriota refugiado en Estados Unidos y a su familia. Según los datos del Departamento, los acusados, de los que dos han sido detenidos, hostigaron y amenazaron reiteradamente a una persona determinada, huida de China y refugiada en suelo estadounidense, y a su hijo para que firmaran una confesión forzosa, regresaran a su país y se entregaran a las autoridades antes del XX Congreso del Partido Comunista de China, concluido este sábado y en el que el presidente Xi Jinping ha quedado nombrado para un tercer mandato.
Este incidente forma parte de un proyecto de las autoridades chinas -ampliamente denunciado por organizaciones defensoras de los derechos humanos- para capturar a fugitivos de su justicia y a disidentes en el exterior, denominado “Operación Caza del Zorro”.
El tercer caso implica a cuatro personas, entre ellos tres funcionarios del Ministerio de Seguridad del Estado -responsable de los servicios secretos chinos-, que intentaron captar a residentes estadounidenses para que “actuaran” -eufemismo para referirse a tareas de espionaje- en beneficio de China.
Según los datos desvelados este lunes, He y Wang pagaron 41.000 dólares en bitcoin a un funcionario estadounidense para que robara documentación relacionada con la investigación en torno a una “compañía global de telecomunicaciones acusada en un caso judicial abierto”. Justicia no revela el nombre de la empresa, pero los datos coinciden con los de Huawei, el gigante tecnológico con sede en Shenzhen.
Los dos sospechosos chinos creían que habían reclutado al funcionario para su causa desde 2019. En realidad, se trataba de un agente doble que trabajaba para el FBI. En septiembre de 2021, He y Wang le pidieron información sobre las reuniones que este agente decía mantener con la oficina del fiscal del distrito Este de Nueva York. En particular, querían saber qué empleados de la compañía habían sido interrogados por los fiscales. También les interesaba lo que tuviera que ver con la estrategia de los fiscales para el juicio, las pruebas que la fiscalía hubiera conseguido y la lista de testigos.
En octubre de 2021, el supuesto funcionario corrupto envió a Wang y He una página de un supuesto documento clasificado como “secreto” en el que se mencionaba la intención de presentar cargos y detener a dos personas residentes en China. He respondió que eso era “exactamente lo que estaba buscando”. Un mes después, tras haber pagado los bitcoins, le contó al agente (identificado en los documentos de Justicia como GE-1) que la compañía “no me ha comentado nada específicamente, pero es muy obvio que están muy interesados” en obtener más páginas del supuesto documento.
Los dos ciudadanos chinos han quedado acusados de intentar injerir en un caso judicial y de blanquear dinero. He encara hasta cuarenta años de prisión, mientras que Wang podría recibir una condena por un máximo de veinte años, de ser encontrados culpables.
“El Departamento de Justicia no tolerará intentos por parte de ninguna potencia extranjera para socavar el Estado de Derecho sobre el que se basa nuestra democracia”, ha asegurado el fiscal general estadounidense (equivalente a ministro de Justicia), Merrick Garland.
Los fiscales neoyorquinos presentaron cargos contra Huawei en 2018 por mentir supuestamente a diversos bancos sobre sus negocios en Irán, sujetos a sanciones estadounidenses. Como parte de ese caso fue detenida en Canadá la directora financiera del gigante tecnológico e hija del fundador de la compañía Ren Zhengfei, Meng Wanzhou, finalmente devuelta a China a comienzos de este año.
En 2020 se añadieron otros cargos al pliego, incluida la conspiración para robar secretos industriales a seis empresas tecnológicas estadounidenses y la ayuda a Irán a localizar a manifestantes durante protestas antigubernamentales en 2009. Huawei siempre ha rechazado todos los cargos y considera que es víctima de intentos de Estados Unidos de limitar la competencia de las tecnológicas chinas contra sus empresas.
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