Daniel Ortega exhibe a sus presos políticos con signos de desnutrición
La difusión de las imágenes se produce después de que los familiares denunciaran que las raciones de comida en la temida prisión El Chipote fueron recortadas hasta “extremos incompatibles con la vida”
Tras más de 400 días encerrados en celdas de castigo y en total aislamiento, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo exhibió por primera vez a los presos políticos que mantiene en la temida prisión de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocida como El Chipote. Precandidatos presidenciales opositores, activistas políticos, periodistas, empresarios y campesinos han sido llevados a la Sala Penal del Tribunal de Apelaciones de Managua en unas in...
Tras más de 400 días encerrados en celdas de castigo y en total aislamiento, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo exhibió por primera vez a los presos políticos que mantiene en la temida prisión de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocida como El Chipote. Precandidatos presidenciales opositores, activistas políticos, periodistas, empresarios y campesinos han sido llevados a la Sala Penal del Tribunal de Apelaciones de Managua en unas inusuales audiencias catalogadas como “informativas”. La palidez y la desnutrición de la mayoría de los reos es evidente y a algunos, como la mítica excomandante guerrillera sandinista Dora María Téllez, les molestó la luz debido a que durante más de un año han estado recluidos en la oscuridad.
La exhibición de los presos políticos inició sorpresivamente este 30 de agosto, un día después de que sus familiares denunciaran en una conferencia de prensa que las raciones de comida en El Chipote fueron disminuidas “en extremos incompatibles con la vida”. Fuentes policiales relataron a EL PAÍS que la política de hambre se impuso desde el pasado 19 de agosto, cuando fueron capturados los sacerdotes que acompañaban en la Curia de Matagalpa a monseñor Rolando Álvarez.
Antes de la llegada de los religiosos a El Chipote, la alimentación había mejorado debido a que una serie de retratos hablados o reconstrucciones de los detenidos divulgados por sus familiares obligaron a las autoridades a mostrar al precandidato Félix Maradiaga. La exhibición evidenció en ese momento las denuncias de pérdidas de peso de hasta 60 libras, unos 27 kilos, en algunos presos políticos. “El mes pasado les dieron una cantidad enorme de comida. Raciones excesivas después que salió la primera foto de Félix. A algunos presos les han dado cortisona para aliviar el dolor y eso ha influido en el aumento de peso repentino para presentarlos con mejor semblante”, dice la fuente policial.
El abogado Gonzalo Carrión, del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más y en el exilio en Costa Rica, dijo que esta difusión de fotografías de presos políticos tiene como fin un “efecto publicitario” dirigido a la comunidad internacional, con el objetivo de desacreditar las denuncias de los familiares, ante las múltiples denuncias de violaciones de derechos humanos contra los reos de conciencia. “Algunos se notan evidentemente con deterioro físico, pero esa solo es una señal del régimen de decir que ahí están los presos políticos con vida. El propósito de ellos solo es exhibirlos”, dijo Carrión.
Los presos políticos que más peso han perdido en el transcurso de más de un año de cárcel son: el abogado José Pallais (40 kilos), el comentarista político Jaime Arellano (36 kilos) y el líder campesino Medardo Mairena (33 kilos). Todos ellos hombres corpulentos. Otros, como el exfinanciero de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro, Walter Gómez, el exaspirante a la Presidencia Félix Maradiaga, el politólogo José Antonio Peraza y el líder campesino Pedro Mena han perdido, al menos, 27 kilos.
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) criticó que este desfile de presos políticos representa un “abuso” más del régimen contra los opositores y sus familiares, porque en el procedimiento penal “audiencia informativa” no existe en las leyes nicaragüenses. “Según el procedimiento dado a los trámites de esas farsas judiciales, todos estos presos políticos ya fueron notificados de sus sentencias condenatorias, ratificadas por el Tribunal de Apelaciones… Alertamos de estos hechos perversos, esta es otra comisión de abuso por el régimen y otra comisión de delitos por los jueces y magistrados”, señaló el Cenidh.
Edgar Stuardo Ralón, relator sobre los Derechos de las Personas Privadas de Libertad y para la Prevención y Combate a la Tortura de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), emplea un término que hasta ahora no se mencionaba en este país centroamericano: dijo que los Ortega Murillo someten a los presos políticos a “torturas blancas”.
“El término se utiliza cuando existen regímenes carcelarios de extremo aislamiento”, asegura Stuardo Ralón. El objetivo es que la persona pueda ser afectada en su salud mental, incluso llegar a perder su propia identidad”, añade el especialista, mientras eso se mezcla con una ingesta alimenticia deficiente. La “tortura blanca” se trata de un método de tortura relativamente moderno, ya utilizado por países como la extinta República Democrática Alemana (RDA), Irán, Estados Unidos, Venezuela o Cuba, entre otros, según las denuncias de organizaciones de derechos humanos.
“Gestiones internacionales”
Aunque se desconoce si la exhibición sorpresiva de los presos responde a alguna presión o negociación que mantenga el régimen Ortega Murillo, el martes la cancillería de Colombia emitió un comunicado dejando entrever “gestiones internacionales” con Managua. El Gobierno de Gustavo Petro emitió este comunicado para contrarrestar las críticas que causó la ausencia de su país en una sesión del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), en la que se condenó a la dictadura sandinista por el recrudecimiento de la represión contra la Iglesia Católica.
“La ausencia de Colombia se debió tanto a razones estratégicas como humanitarias y no ideológicas”, alega la cancillería colombiana. La ventana de oportunidad para una acción humanitaria de envergadura en Nicaragua coincidió con la votación ese día. Se guardó silencio diplomático debido a que no podíamos hacer públicas las gestiones internacionales que se estaban adelantando antes de obtener un resultado. Esperamos que las filtraciones no tengan consecuencias adversas a lo buscado”, añaden, sin dar mayores detalles.
Berta Valle, esposa del preso político Felix Maradiaga, confió este miércoles en Costa Rica en que la “gestión humanitaria” mencionada por el Gobierno de izquierda de Petro “sea realmente para hablar de derechos humanos y de la liberación de las personas presas políticas” en Nicaragua.
Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS América y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la región.