Uzbekistán decreta el estado de emergencia en una región autónoma después de tres días de protestas
El presidente uzbeko retira una reforma constitucional mientras una autoridad regional informa de que hay miles de hospitalizados por la represión de las manifestaciones
El Parlamento de Uzbekistán ha adoptado este domingo el estado de emergencia en la república autónoma de Karakalpakistán, en el noroeste del país de Asia central, tras unas protestas que se desataron por unas enmiendas que iban a limitar su estatus en la Constitución y que el presidente, Shavkat Mirziyóyev, retiró finalmente este sábado. La policía ha empleado medios antidisturbios como tanquetas con agua a presión contra los manifestantes por tercer día consecutivo en la ciudad de Nukus...
El Parlamento de Uzbekistán ha adoptado este domingo el estado de emergencia en la república autónoma de Karakalpakistán, en el noroeste del país de Asia central, tras unas protestas que se desataron por unas enmiendas que iban a limitar su estatus en la Constitución y que el presidente, Shavkat Mirziyóyev, retiró finalmente este sábado. La policía ha empleado medios antidisturbios como tanquetas con agua a presión contra los manifestantes por tercer día consecutivo en la ciudad de Nukus, la capital de Karakalpakistán. Mirziyóyev ha reconocido este domingo que ha habido “víctimas” entre la población civil y las fuerzas de seguridad, sin especificar el número de muertos. Un miembro de la oposición en el exilio ha declarado que al menos cinco personas han fallecido, mientras que un medio de comunicación local ha publicado que miles de personas han sido hospitalizadas, citando a una autoridad regional.
Mirziyóyev ha criticado a través de un comunicado que los manifestantes en Nukus habían llevado a cabo “acciones destructivas”, como el lanzamiento de piedras o ataques contra la policía. El estado de emergencia, decretado “para garantizar la seguridad de los ciudadanos, proteger sus derechos y libertades, restablecer la ley y el orden público en el territorio de la República de Karakalpakistán”, se prolongará hasta el 2 de agosto, según el portavoz presidencial, Sherzod Asadov. La medida ha llegado en el tercer día de las protestas que se desencadenaron en Nukus el pasado viernes por unas enmiendas a la Constitución propuestas por Mirziyóyev. Algunas de las modificaciones hubieran quitado el estatus soberano a Karakalpakistán, así como su derecho a la secesión de Uzbekistán (34 millones de habitantes) a a través de un referéndum.
Sultanbek Ziyayev, ministro de Sanidad de Karakalpakistán, ha comentado al medio de comunicación digital Daryo.uz que los hospitales de la región están desbordados y que “miles de manifestantes” habían tenido que ser hospitalizados. El opositor Pulat Ahunov, en el exilio, comentó a Reuters que cinco muertes habían sido confirmadas a través de contactos sobre el terreno.
El estado de emergencia incluye un toque de queda entre las 21.00 y las 7.00 horas, se restringe la entrada y salida de la región y se prohíben todos los actos públicos. Además se desplegarán militares en la ciudad. Unos habitantes de Nukus aseguraron a la agencia France Presse que un pequeño grupo intentó protestar el sábado por la noche, por segunda noche consecutiva, y fue dispersado por las fuerzas de seguridad.
Para calmar las tensiones y tras las detenciones por las protestas —de las que no hay cifras oficiales—, Mirziyóyev visitó este fin de semana Nukus, donde anunció el sábado la retirada de las enmiendas a la Constitución. Allí dijo que “un grupo de personas” intentó “ocupar ilegalmente los edificios de las autoridades estatales locales”, según recogió sus palabras Asadov en un canal de Telegram. “Teniendo en cuenta las características étnicas y culturales únicas, las tradiciones y valores nacionales, el estatus legal especial de la República de Karakalpakistán, creo que es necesario dejar sin cambios los artículos 70, 71, 72,74 y 75 de la Constitución sobre el estatus legal” de esta región, señaló finalmente el presidente, en el cargo desde la muerte de su predecesor, Islam Karimov, en 2016. “Es el deber de todos nosotros preservar la vieja amistad y hermandad, el respeto mutuo y la bondad entre los pueblos uzbeko y karakalpako, nuestra unidad y la atmósfera de paz y estabilidad en nuestro país”, recalcó el mandatario.
La república autónoma de Karakalpakistán, con una población de casi 2 millones de personas y dos idiomas oficiales, el karakalpako y uzbeko, es la región más grande del país, pero la cuarta menos poblada de Uzbekistán, una antigua república soviética gobernada con mano de hierro y en la que la disidencia es duramente reprimida.
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