El sexto golpe de las sanciones de la UE contra Rusia llega al petróleo, el corazón de las finanzas del Kremlin
Bruselas calcula que el veto parcial al crudo recién acordado por los Veintisiete restará a la economía rusa casi 80.000 millones de euros este año
En la madrugada del martes, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, anunció un acuerdo para prohibir la exportación de petróleo ruso a la UE. “Esto cubre inmediatamente más de dos tercios de las importaciones de petróleo de Rusia, cortando una enorme fuente de financiación para su maquinaria de guerra”, aseguró. Se trata de la sexta ronda de sanciones acordada por los Veintisiete contra el r...
En la madrugada del martes, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, anunció un acuerdo para prohibir la exportación de petróleo ruso a la UE. “Esto cubre inmediatamente más de dos tercios de las importaciones de petróleo de Rusia, cortando una enorme fuente de financiación para su maquinaria de guerra”, aseguró. Se trata de la sexta ronda de sanciones acordada por los Veintisiete contra el régimen de Vladímir Putin en estos más de tres meses de guerra en Ucrania
La sexta ronda ha tardado un mes en aprobarse, ¿por qué tanto?
Porque las sanciones llevan aparejado también un daño para la economía europea, y en el caso del sexto paquete, se incluye una prohibición de importar petróleo ruso, del que Europa tiene una importante dependencia. Países como Hungría, Eslovaquia o República Checa dependen casi exclusivamente de los oleoductos rusos y temían una grave crisis económica si renunciaban a esas importaciones.
¿Cuál ha sido finalmente el acuerdo?
Los Veintisiete han pactado renunciar antes de final de año a todas las importaciones de petróleo ruso que llegan por barco y mantener temporalmente las que llegan por tubería. Alemania y Polonia, también conectadas a los oleoductos rusos, cancelarán esa vía a final de año, por lo que solo seguirán fluyendo hacia Hungría, Eslovaquia y República Checa, que son una parte muy pequeña del consumo europeo.
¿Qué supondrá este golpe para Rusia?
La Comisión Europea calcula que a final de año, Rusia habrá perdido el 90% de sus exportaciones de petróleo hacia la UE, por lo que se quedará sin esa misma proporción de ingresos. En 2021, Rusia ingresó 88.000 millones de euros con sus ventas de petróleo a la Unión y a Reino Unido (que ya ha cancelado las compras), según datos del Instituto Bruegel. Es decir, el golpe a las finanzas del Kremlin puede rondar los 79.000 millones de euros. El petróleo supuso el año pasado el 37% de los ingresos de Rusia por exportaciones, según datos del mismo Instituto Bruegel, por lo que Putin dispondrá de menos recursos para financiar su guerra contra Ucrania.
¿Puede compensar Rusia esa pérdida en otros mercados?
En parte, sí. Las exportaciones de petróleo ruso hacia la India se han disparado desde el inicio de la guerra. Pero Moscú se ve forzado a venderlo con grandes descuentos en los mercados alternativos. El final de las exportaciones por barco hacia la UE permitirá a compradores como la India reclamar rebajas aún mayores a las compañías rusas.
¿Y Europa puede permitirse renunciar al petróleo ruso?
La UE es el segundo mayor importador de petróleo del mundo, con unas compras de 9,3 millones de barriles de crudo al día y otros 5,6 millones de barriles de productos refinados. Rusia supone el 30% y el 15% de esas importaciones, respectivamente. La Unión dispone hasta final de año para buscar suministradores alternativos, salvo que Moscú corte las ventas antes. Bruselas reconoce que Europa tendrá dificultades para sustituir todo el petróleo ruso, al menos a corto plazo, entre otras cosas porque la OPEP, el cartel de los principales productores, ha pactado límites a su producción. Los expertos ven probable que los gobiernos europeos tengan que adoptar medidas para limitar la demanda.
¿Qué impacto han tenido las sanciones en la economía rusa?
Las primeras rondas provocaron una gran sacudida. El rublo se desplomó y el banco central de Rusia se vio obligado a elevar hasta el 20% los tipos de interés para contener la inflación y la fuga de capitales. Se impusieron además controles a la salida de fondos. Numerosas multinacionales occidentales han abandonado además el territorio ruso. Pero Bruselas insiste en que el verdadero impacto se notará a medio y largo plazo, cuando las empresas rusas acusen la falta de tecnología de última generación y el país se adentre en una senda de empobrecimiento que aspira a hacer insostenible la guerra de Putin.
¿Europa tiene más sanciones preparadas en la recámara?
Sí, pero empiezan a entrar en territorio muy delicado para los propios socios de la UE. La más significativa apunta a la cancelación de la compra de gas ruso, más de 155.000 millones de metros cúbicos al año que cubren el 40% de las importaciones europeas de ese hidrocarburo. De momento, esa posibilidad está sobre la mesa, pero no a corto plazo, salvo que la guerra contra Ucrania entrase en una fase mucho más cruenta aún. Alemania, el motor económico de la UE, importa casi el 55% de gas desde Rusia y teme una grave recesión, que afectaría a toda la zona euro, si cancela las compras drásticamente.
¿Cuántas rondas de sanciones ha aprobado la UE desde el inicio de la guerra?
El acuerdo del lunes en la cumbre europea celebrada en Bruselas es el sexto paquete de sanciones desde que el presidente ruso, Vladímir Putin, reconoció la independencia de una parte de Ucrania el 21 de febrero y ordenó la invasión del país tres días después.
¿En qué han consistido las sanciones hasta ahora?
Se ha prohibido la entrada en los países de la UE a numerosas personalidades rusas a las que se les congelarán los bienes de que dispongan en territorio comunitario. La lista negra ya incluye a 1.093 personas y entidades y en el sexto paquete se añaden varias decenas más. Entre los sancionados figuran desde Putin y su ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, hasta oligarcas como Roman Abramóvich, además de algunos familiares o personas de su entorno. A Putin y Lavrov no se les ha prohibido viajar a la UE para no cerrar las puertas a una posible negociación que requiriera un encuentro físico en alguna ciudad europea. Y la congelación de bienes sorprendió al banco central de Rusia, que ha perdido el acceso a casi la mitad de sus reservas, que tenía depositadas en entidades occidentales (europeas y estadounidenses).
¿Y no ha habido sanciones económicas?
Sí. En cada ronda se han ido endureciendo. Se han restringido las exportaciones de numerosos bienes imprescindibles para la industria rusa, como semiconductores, equipamiento de aviación o tecnología para los sectores energético y espacial. Además, se ha prohibido a Rusia la exportación hacia la UE de carbón, hierro, acero, madera, cemento y algunos fertilizantes.
¿Afectan las sanciones al transporte entre la UE y Rusia?
Sí. Desde febrero, todas las aerolíneas rusas tienen prohibida la entrada en el espacio aéreo de la UE y aterrizar o despegar en cualquier aeropuerto comunitario. El transporte por carretera también está prohibido, con algunas excepciones como el despacho de productos energéticos o farmacéuticos. Y toda la flota mercante rusa, que asciende a más de 2.800 buques, tiene prohibido el atraque en los puertos de la UE.
¿Cómo se han aprobado estas sanciones?
Siempre por unanimidad de los 27 gobiernos de la UE.
¿Y Rusia no ha adoptado represalias después de tantas sanciones?
Sí. El Kremlin también tiene su lista negra de personalidades europeas que no pueden entrar en territorio ruso. Y quiere forzar a las compañías europeas a pagar en rublos las importaciones de gas como vía para reforzar al banco central de Rusia tras haber perdido el control de parte de sus reservas. La gasística rusa Gazprom ya ha cortado el suministro a cuatro países europeos (Polonia, Bulgaria, Finlandia y Países Bajos) que se han negado a aceptar el nuevo sistema de pago. Dinamarca se perfila como la siguiente. Los grandes importadores alemanes e italianos han logrado, por ahora, esquivar el golpe al aceptar la apertura de una cuenta bancaria en rublos, aunque insisten en que la factura la dan por pagada en euros.
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