La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa retirará a todos sus observadores de Ucrania
Blinken acusa a Rusia de destrozar la paz en Europa ante el pleno del organismo internacional, el único con presencia en el país atacado
La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), único organismo internacional sobre el terreno, retirará por la vía de urgencia a todos sus observadores de Ucrania como consecuencia de los combates en curso. Desplegada en ese país desde 2014, a raíz de insurrección de las dos provincias prorrusas de Donetsk y Lugansk, la OSCE, a la que pertenecen tanto Rusia como Estados Unidos, tenía a medio ...
La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), único organismo internacional sobre el terreno, retirará por la vía de urgencia a todos sus observadores de Ucrania como consecuencia de los combates en curso. Desplegada en ese país desde 2014, a raíz de insurrección de las dos provincias prorrusas de Donetsk y Lugansk, la OSCE, a la que pertenecen tanto Rusia como Estados Unidos, tenía a medio millar de hombres y mujeres, en su mayoría en el Donbás.
“He decidido evacuar temporalmente y tan pronto como sea posible a todos los miembros”, que han sido desde 2014 “nuestros ojos y oídos imparciales en todo el país [Ucrania]”, ha anunciado este jueves la alemana Helga Schmid, secretaria general de la OSCE, en un comunicado en el que pone de relieve “la valentía y la determinación” del personal.
La evacuación se produce en paralelo a la reubicación de parte de los 1.500 trabajadores de la ONU en Ucrania, que han sido replegados a zonas más seguras en el occidente del país. El cometido de los observadores, una vez abiertas las hostilidades, carece de sentido mientras sigan produciéndose bombardeos y ataques de artillería. “La OSCE estableció la Misión Especial de Observación (SMM, en sus siglas inglesas) en 2014. Tenemos un legado en el país del que estar orgullosos. Esperamos reanudar nuestras misiones cuando las circunstancias lo permitan”, añade Schmid sobre la decisión, “que no se adoptó a la ligera” sino al considerar “prioritaria” la seguridad de las personas presentes en Ucrania.
Schmid también ha alertado de la crisis humana que se cierne sobre Ucrania por el éxodo de miles de personas que huyen de los combates o de ciudades y pueblos convertidos de repente en una ratonera. “La falta de servicios básicos para los que permanecen en sus hogares y la huida de mucha gente podrían no haberse producido, pero Rusia eligió la fuerza sobre el diálogo”, dijo Schmid ante el pleno de la organización, reunido en Viena en sesión extraordinaria.
En una intervención telemática ante el foro, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha acusado a Rusia de destrozar la paz en Europa, al quebrantar todos los principios del derecho internacional. “Ha violado la Carta de la ONU, ha rechazado el Acta de Helsinki y los principios que constituyeron la OSCE. Rusia ha destrozado la paz en Europa”, denunció el jefe de la diplomacia de EE UU.
El papel de los observadores de la OSCE quedó especialmente de relieve tras la firma de los acuerdos de Minsk en 2015, como responsables de verificar el alto el fuego, así como la retirada de las armas pesadas por ambos bandos. El acuerdo de Minsk fue suscrito por Francia, Alemania y los dos países directamente implicados, Rusia y Ucrania, el llamado Cuarteto de Normandía. Un año después del acuerdo, el frágil armisticio saltó por los aires, así como las periódicas treguas conseguidas en estos casi ocho años de guerra en sordina, con un saldo de 14.000 muertos. Durante todo este tiempo, los observadores de la OSCE no habían abandonado el terreno, aunque su tarea era a menudo obstaculizada por las autoridades de las denominadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk.
El actual mandato de la SMM, que contaba con el visto bueno de Rusia, vencía el próximo 31 de marzo. El contingente internacional, formado por funcionarios civiles y por tanto desarmados, había constatado en los últimos días un significativo incremento de las violaciones del alto el fuego, en su mayoría por parte de los rebeldes prorrusos. La OSCE, a la que pertenecen 57 países, funciona por consenso, lo que supone que la oposición de un solo Estado miembro, como Rusia, puede bloquear cualquier decisión.
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