La antiabortista popular Roberta Metsola, nueva presidenta del Parlamento Europeo

La maltesa, de 43 años, logra ser elegida en primera vuelta al obtener los votos del PPE, los socialistas, los liberales y los ultraconservadores

La nueva presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola.JULIEN WARNAND (EFE)

La eurodiputada popular Roberta Metsola se ha convertido en la nueva presidenta del Parlamento Europeo. Finalmente no han pesado en su contra los reiterados ataques que ha hecho en la Eurocámara contra el derecho al aborto o su despenalización. La maltesa, que sucede al...

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La eurodiputada popular Roberta Metsola se ha convertido en la nueva presidenta del Parlamento Europeo. Finalmente no han pesado en su contra los reiterados ataques que ha hecho en la Eurocámara contra el derecho al aborto o su despenalización. La maltesa, que sucede al fallecido David Sassoli, será la tercera mujer que preside este organismo tras Simone Veil y Nicole Fontaine. Pese a pertenecer a su misma familia política, estas dos mujeres tenían un perfil distinto en este aspecto. Veil, de hecho, fue la ministra que impulsó la despenalización de la interrupción del embarazo en Francia en la década de 1970. Para acceder a esta alta magistratura, Metsola ha logrado 458 votos de los 618 emitidos, gracias al apoyo de su grupo, los socialistas, los liberales y los ultraconservadores de ECR, familia en la que se integra Vox.

Metsola, que este martes cumple 43 años, se ha convertido también en la persona más joven en presidir el Parlamento Europeo. Consciente de que sus posiciones antiabortistas generaban incertidumbre, sus intervenciones antes y después de la votación han estado plagadas de referencias a la igualdad de género. “Pasaron 20 años desde que fuera elegida Simone Veil hasta que lo fuera Nicole Fontaine. Han pasado otros 22 para que haya otra mujer aquí. No pueden pasar [otra vez] más de 20 años hasta que vuelva a haber una mujer aquí”, ha apuntado en su primer discurso como presidenta.

Una vez elegida, en su primera rueda de prensa se ha comprometido a defender la posición que adopte la cámara y ha recordado que como presidenta no votará. Ha insistido en esta idea con frases como: “Adoptaré la posición de esta casa” o “no haré interpretaciones sobre lo aprobado”. Sobre sus posiciones pasadas sobre el aborto, ha apuntado que era mociones referentes a Malta, asunto que en su país es “una línea nacional”. Malta es uno de los pocos países que no tiene regulado el derecho al aborto en la UE y no está despenalizado. No obstante, cuando se han pronunciado sobre este asunto, Metsola y los populares malteses han mostrado una postura más rígida que la de los socialdemócratas, que tampoco son partidarios del derecho.

Pese a las críticas por su postura contra el aborto, muchos observadores señalan a Metsola como representante del ala más moderada del PPE, una idea que reconocen incluso en grupos progresistas como los socialistas, verdes y La Izquierda. También apunta en esta dirección Alberto Alemanno, profesor de Leyes y Política de la Unión Europea en la escuela de negocios de París HEC.

Ser la presidenta más joven de la Eurocámara le ha servido a Metsola para esgrimir que representa a otra generación. “Somos la generación Erasmus”, ha destacado en su discurso de agradecimiento, consciente del simbolismo de este programa de becas a universitarios, probablemente la iniciativa más popular de la Unión Europea. La maltesa ha cargado contra el nacionalismo y el populismo como salida a los desafíos actuales. “Son soluciones baratas”, ha dicho.

La elección de la maltesa estaba asegurada desde que en la tarde del lunes se confirmó que los populares europeos, los socialistas y los liberales de Renew renovaban el pacto que garantizaba el habitual relevo en la presidencia de la Eurocámara a mitad de la legislatura. La elección se selló aún más a primera hora del día, cuando el polaco Kosma Zlotowski —del grupo Reformistas y Conservadores Europeos (ECR, por sus siglas en inglés), familia en la que se encuentra Vox— retiró su candidatura. Quedaba así garantizado que una mujer sería presidenta, pues las otras candidatas eran la española de Izquierda Unida, Sira Rego, y la verde sueca, Alice Khunke.

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Sobre el hecho de que también el grupo en el que se integra VOX haya coincidido en su voto con los socialistas, la presidenta de estos últimos en la cámara, la española Iratxe García ha señalado que ella se responsabiliza del acuerdo cerrado con el PPE y con Renew. “No con los pactos a los que hayan llegado otros con ECR”, ha apuntado. También ha señalado que su voto “no es un cheque en blanco” y que espera que los demás “cumplan con su parte del pacto”.

En el discurso con el que Metsola ha pedido la confianza del resto de eurodiputados, consciente la controversia que despiertan sus posiciones contra el derecho al aborto, ha situado la igualdad entre hombres y mujeres como uno de los ejes de su presidencia. “La lucha por la igualdad real debe ir más allá de algo cosmético. Debe permear todo lo que hacemos y estaría orgullosa de ser la presidenta que lidera esta lucha”, ha dicho. Poco después ha pedido al Parlamento que lidere las luchas LGTBI y que contribuya a “empoderar a las mujeres y las niñas”.

Una vez se ha conocido el resultado de la votación, ha reclamado que “cada mujer en la Unión Europea luche por sus derechos”. “Camino sobre los hombres de miles de mujeres anónimas”, ha añadido. También ha enarbolado la defensa de los derechos LGTBI, contra la discriminación racial o por religión.

Además de la igualdad, también ha destacado la importancia de la lucha contra el cambio climático, la migración clandestina o la revolución tecnológica, asuntos recogidos en el acuerdo de populares, socialistas y liberales con el que pretenden marcar la agenda europea de los próximos dos años y medio.

Sira Rego ha quedado en tercer lugar con 57 votos. La eurodiputada española ha criticado los grandes acuerdos que sabía que hacían imposible que su opción prosperara: “Las costuras del pretendido cordón sanitario de las grandes coaliciones y la derecha se muestran demasiado porosas a los planteamientos extremistas. La democracia y el progreso solo pueden defenderse ampliando los derechos sociales y con una base material sólida que no deje a nadie atrás”.

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