Estados Unidos acusa a Rusia de urdir una agresión falsa para justificar la invasión de Ucrania
El Gobierno de Biden dice que el Kremlin ha posicionado operativos entrenados en el sabotaje y la guerrilla urbana para actuar contra sus fuerzas
El Gobierno de Estados Unidos alertó el viernes de que Rusia está planeando una operación de sabotaje falsa contra sus fuerzas en el este de Ucrania con el fin de construir un pretexto para invadir la antigua república soviética. Fuentes de la Administración de Joe Biden trasladaron esta acusación a los medios el mismo día en que el Gobierno de Kiev denunció un ciberataque a gran escala contra sus sistemas en una señal de que el conflicto ...
El Gobierno de Estados Unidos alertó el viernes de que Rusia está planeando una operación de sabotaje falsa contra sus fuerzas en el este de Ucrania con el fin de construir un pretexto para invadir la antigua república soviética. Fuentes de la Administración de Joe Biden trasladaron esta acusación a los medios el mismo día en que el Gobierno de Kiev denunció un ciberataque a gran escala contra sus sistemas en una señal de que el conflicto sigue agudizándose.
“Rusia ha situado a un grupo de operativos con el fin de llevar a cabo una operación fingida en Ucrania oriental. Estos operativos están entrenados en guerrilla urbana y el uso de explosivos para llevar a cabo actos de sabotaje contra sus propios agentes rusos”, ha señalado un funcionario del Gobierno estadounidense. El objetivo consiste, según esta fuente, en “acusar a Ucrania de preparar un ataque inminente contra fuerza rusas” y crear así “un pretexto para la invasión”. Esa invasión podría tener lugar entre mediados de enero y febrero.
El Gobierno estadounidense no ha dado detalles ni mostrado las pruebas que le llevan a tal conclusión, si bien ha citado algunas comunicaciones interceptadas y movimientos de personas como origen de la información. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha desestimado las acusaciones. “Hasta ahora, todas estas declaraciones han sido infundadas y no han sido confirmadas por nada”, ha señalado Peskov a la agencia estatal TASS, informa María R. Sahuquillo.
La noticia pone el broche final a una semana de negociaciones entre Rusia, Estados Unidos y los aliados europeos en la OTAN que no han arrojado ni resultados ni señales de progreso. Un Kremlin desafiante ya advirtió el lunes, en la reunión bilateral con Washington mantenida en Ginebra, de que los gobiernos occidentales cometerían “un gran error en perjuicio de la seguridad europea” ―en palabras del jefe de la delegación rusa, Serguéi Riabkov― si no acceden a sus deseos, que consisten esencialmente en reducir la presencia de la OTAN en el este de Europa.
Washington advierte de que Vladímir Putin también está haciendo la guerra a través de las redes sociales y los medios, “fabricando provocaciones ucranias” para justificar una intervención militar que cada vez parece más plausible. Dicha propaganda, según Washington, versa sobre un supuesto empeoramiento de la situación de los derechos humanos en Ucrania y una radicalización de los líderes ucranios. El jueves, el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, ya advirtió de que Rusia estaba recurriendo “al mismo manual de instrucciones que en 2014″.
Washington advirtió este viernes a Moscú de que “pagará un precio” si Rusia prosigue con la invasión de Ucrania. “Impondremos un alto precio a Rusia en coordinación con nuestros aliados”, declaró un alto cargo del Consejo de Seguridad Nacional, sin ofrecer más detalles sobre ese costo.
Siete años después de la anexión de la península ucrania de Crimea, Rusia ha multiplicado su presencia en la frontera con el país en la región separatista del Donbás, con hasta 100.000 soldados, y las promesas de Moscú de que no planea invadir el territorio gozan de poca credibilidad en Europa y Estados Unidos. Al Kremlin le molesta el acercamiento del Gobierno de Kiev a la OTAN y pide garantías de que no se integrará en la Alianza Atlántica, algo que esta no está dispuesta a aceptar.
Ningún país dictará la política exterior de otro”, ni puede prohibirle “tejer alianzas”, recalcó el lunes Wendy Sherman, subsecretaria de Estado estadounidense, tras la reunión mantenida con Riabkov. Sherman insistió en la necesidad de mantener este canal de conversaciones abierto, pero el tono de Moscú no deja de subir con el paso de los días.
El viernes, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha recalcado que a Moscú se le ha “acabado la paciencia” y busca garantías por escrito de que la OTAN no se expandirá hacia las fronteras rusas. “Occidente se ha visto impulsado por la arrogancia y ha exacerbado las tensiones en violación de sus obligaciones y el sentido común”, ha insistido Lavrov, informa María R. Sahuquillo desde Moscú. Aunque da una pincelada de cal, el tono de Rusia es cada vez más elevado. El jueves, el viceministro de Exteriores Serguéi Riabkov se negó a descartar un despliegue militar en Cuba y Venezuela si aumentan las tensiones con Estados Unidos.
El presidente ucranio, Volodímir Zelenski, ha propuesto celebrar una cumbre virtual con Putin y Biden con el fin de abordar la crisis y tratar de frenar la escalada de tensión.
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